MEXICO, SA
Carlos Fernández-Vega
LOS PRONUNCIAMIENTOS expuestos en los dos más
recientes foros mundiales que se desarrollaron en Nueva York (Económico)
y en Porto Alegre (Social) no distan en prácticamente nada de los
expresados en los encuentros de años anteriores, y ello parece corresponder
a una razón elemental: los participantes en el primero de los cónclaves
(el muy selecto de ricos, acreedores y desarrollados del planeta) no tienen
la mínima intención de salirse de su globalizada y dorada
esfera de cristal ni registrar -ya no se diga atender- las urgencias planteadas
por los involucrados en el segundo (el de los plebeyos y sus 2 mil millones
de pobres). El resultado de la ecuación aparentemente es de lo más
sencillo, pero lo cierto es que la capacidad de resistencia del planeta
parece estar llegando a su límite.
EN PORTO ALEGRE, el llamado Tribunal Mundial
de los Pobres sentenció que la deuda externa es "ilegítima
e impagable" -circunstancia documentada y denunciada por Fidel Castro desde
1983-, amén de formar parte del "terrorismo económico" -como
lo denunció el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel-,
por lo que presentará el caso ante el Tribunal de La Haya, "para
que ratifique el fallo". En Nueva York, los dueños del planeta y
sus mayordomos reiteraron la necesidad de "abrir a los países pobres
-mediante más globalización- un camino hacia la prosperidad",
frase que ya habían expuesto en foros anteriores y que, sin duda,
plantearán en los venideros, con la misma inexistencia de resultados.
SIN
LUGAR A DUDAS, el lacerante problema de la deuda externa, también
considerado por el Foro Social Mundial como "delito de lesa humanidad",
no puede desligarse de la pobreza, el subdesarrollo y el hambre en el mundo,
y su ilegitimidad se sustenta en el hecho de que el monto original ha sido
pagado en reiteradas ocasiones, aunque el débito de las naciones
pobres mantenga su crecimiento. Para los participantes en el encuentro
de Porto Alegre, "la deuda real es del Norte con el Sur. La deuda (del
Sur con el Norte) es legal pero ilegítima porque fue contraída
por dictadores, políticos corruptos, fomentada por el propio sistema
financiero internacional" y -habría que agregar- pagada con la miseria
de la población.
PERO CON LA SIMPLE denuncia no se llegará
muy lejos. El foro se manifestó a favor de la creación de
un sindicato de países endeudados que haga frente a la banca trasnacional,
a sus organismos financieros multilaterales y a los gobiernos que los cobijan,
de la anulación de la deuda externa de las naciones en desarrollo
y de la desaparición del secreto bancario para que se investiguen
abiertamente las fortunas de "dudosa procedencia".
A LO LARGO DE LOS años, la deuda externa
del Tercer Mundo ha sido renegociada con la banca acreedora y los organismos
financieros multilaterales (como el FMI y el Banco Mundial) en innumerables
e interminables ocasiones, y con cada una de ellas el pago de intereses
ha crecido de manera desorbitada. Se estima que sólo por este último
concepto, las naciones pobres desembolsaron alrededor de un billón
de dólares en los últimos 20 años. Aun así,
su deuda externa se aproxima a un billón 800 mil millones de dólares
(millones de millones de billetes verdes), casi el doble que diez años
atrás. La mayor parte de la riqueza que producen estos países
se destina al pago de intereses a los acreedores internacionales. Se calcula
que 94 por ciento (94 centavos de cada dólar) del volumen de la
producción de los países más pobres del mundo se destina
a saldar la deuda, aunque en algunos la proporción se eleva a 125
por ciento.
EL FONDO MONETARIO Internacional y el Banco Mundial,
principalmente, suelen brindar "ayuda" -léase draconianos programas
de ajuste estructural, con un elevadísimo costo social- a las naciones
con problemas de pago de sus respectivas deudas externas, y el resultado,
invariablemente, es que la bola de nieve se hace cada vez más grande
y onerosa, con lo que la "solución" del conflicto se convierte en
un círculo vicioso: el elevado pago de intereses obliga a los países
endeudados a obtener más prestamos -en cada ocasión con peores
condiciones-, mismos que generan mayores intereses, lo que los obliga a
contratar más préstamos, etcétera, etcétera,
etcétera.
ENTRE 1982 Y 2000, las naciones de América
Latina y el Caribe, por ejemplo, destinaron alrededor de 850 mil millones
de dólares al pago de intereses de su deuda externa, para concluir
el siglo XX con un endeudamiento acumulado de aproximadamente 800 mil millones
de dólares. La contratación de crédito foráneo
no se ha detenido y se estima en 250 millones el número de habitantes
que sobreviven en la pobreza y la miseria en esta zona del planeta, situación
que no es de su exclusividad.
LOS EFECTOS DE la globalización pueden medirse
con algunas estadísticas: en 1980, 26.2 por ciento de la población
mundial vivía en los países económicamente ricos y
concentraba 77.3 por ciento del ingreso global, mientras 73.4 por ciento
de los habitantes del planeta sobrevivía en naciones pobres y tenía
acceso a 22.7 por ciento del ingreso. Diez años después,
los ricos representaban 24.2 por ciento de la población y acaparaban
83.1 por ciento de dicho ingreso, mientras las proporciones correspondientes
a los países pobres fueron de 75.8 y 16.9 por ciento, respectivamente.
Para el año 2000, la población de los países ricos
representó alrededor de 20 por ciento y su ingreso cerca de 90 por
ciento; el diez por ciento restante se distribuyó entre 80 por ciento
de la población mundial y la tendencia para el siglo XXI no muestra
alteración.
PERO NO HAY que ser tan drásticos, puesto
que el FMI y el Banco Mundial siguen imponiendo draconianos "programas
de ajuste estructural" a las naciones deudoras y siguen diseñando
-por tercer año consecutivo y sin resultados- un esquema que permita
reducir el peso del débito en las naciones más endeudadas
(se habla de 54) del planeta. En dicho mecanismo tendrían que participar
activamente los países ricos -tradicionales acreedores de los pobres-,
pero hasta el momento la respuesta sigue siendo "globalización,
globalización y más globalización".
Las rebanadas del pastel:
(CUALQUIER SIMILITUD, favor de reclamar en Los
Pinos) El gobierno de California, Estados Unidos, decidió este fin
de semana pasar a los consumidores parte de la deuda energética
de más de 12 mil 500 millones de dólares acumulada en el
último año. La Comisión de Servicios Públicos
del estado anunció que en los próximos 120 días se
notificarán los aumentos a las tarifas de consumo eléctrico
y de gas natural, a pesar de las protestas de grupos de consumidores organizados...POR
EXPORTACION de crudo Pemex obtuvo ingresos por 11 mil 580 millones
de dólares durante 2001, monto 22.21 por ciento inferior a los 14
mil 887 millones de 2000.