Ť Impide a los bancos operar con dólares,
en un intento por evitar el desplome del peso
Suspende el gobierno argentino las acciones judiciales
contra el corralito
Ť El plan económico es bien recibido en el exterior,
pero no calma las protestas de la población
AFP, REUTERS Y DPA
Buenos Aires, 4 de febrero. El gobierno argentino,
cuyo plan económico provocó reacciones positivas en el exterior
pero no despejó dudas en el país, prohibió este lunes
a los bancos operar con dólares y suspendió las acciones
judiciales contra el corralito bancario que encierra los depósitos,
en un intento por evitar el desplome del peso y el colapso del sistema
financiero.
Un decreto que rige a partir de hoy suspende por 180 días
la tramitación de procesos judiciales y pedidos de acciones cautelares
en reclamo de créditos, deudas, obligaciones, depósitos o
reprogramaciones financieras.
La
norma de "necesidad y urgencia" rige de inmediato, pero deberá ser
puesta a consideración del Congreso dentro de 10 días, aunque
este día fue cuestionada por dos abogados que exigen la devolución
de los fondos inmovilizados desde diciembre pasado por el gobierno de Fernando
de la Rúa, quien se vio obligado a renunciar el 20 de diciembre
tras una revuelta popular.
La polémica medida del gobierno fue tomada en respuesta
a la sentencia de la desprestigiada Corte Suprema de Justicia que el viernes,
en lo que se interpretó como un movimiento por evitar un juicio
político y ganar popularidad, declaró inconstitucional el
bloqueo de depósitos, lo que provocó temores de un colapso
financiero.
El gobierno, que asegura buscar la liberación "ordenada"
de los depósitos y ahorros confiscados, tuvo entonces que aplazar
de sábado a domingo el anuncio del plan económico.
El presidente Eduardo Duhalde dijo hoy que la sentencia
sólo sirvió para suspender las indagaciones judiciales sobre
la presunta fuga de 70 millones de dólares a través del Banco
Central de Negocios, cuando ya estaba el corralito. "El fallo es
benéfico para la gente que se llevó la plata afuera, porque
seguramente no podrá seguirse el juicio", dijo el mandatario peronista,
elegido por la Asamblea Legislativa el 1º de enero.
Gobierno y oposición coinciden en que la Corte
quiso vengarse del sistema porque la Cámara de Diputados dio curso
a 28 pedidos de juicio político contra los nueve ministros del alto
tribunal, cuestionados por mal ejercicio de sus funciones.
Una comisión de 31 diputados debía instalarse
este lunes para comenzar el examen de denuncias, en el primer paso hacia
la preparación de las acusaciones que serán juzgadas por
los senadores.
Todos los sectores políticos le dieron un apoyo
explícito a Duhalde en su pelea contra la Corte, salvo las corrientes
peronistas que siguen al ex presidente Carlos Menem, quien justamente amplió
el número de magistrados de ese tribunal durante su gestión
para asegurarse el apoyo para polémicas decisiones como las privatizaciones
y los indultos a las juntas militares.
Una eventual sanción contra el máximo tribunal
contaría con fuerte respaldo popular: un sondeo de la consultora
Ricardo Rouvier y Asociados indicó que 78.2 por ciento de los argentinos
opina que los ministros de la Corte Suprema de Justicia deben renunciar.
Por otro lado, el gobierno prohibió este lunes
a los bancos operar con dólares. La víspera, el ministro
de Economía, Jorge Remes Lenicov, anunció que a partir de
este miércoles desaparecerá el régimen cambiario dual
en el que coexisten un peso oficial con valor de 1.40 por dólar
-para operaciones de comercio exterior- y otro que flota libremente.
La decisión fue unificar ambos mercados y dejar
flotar al peso sin intervenciones, de acuerdo con lo demandado por el Fondo
Monetario Internacional, aunque la concreción de operaciones financieras
que impliquen girar dólares al extranjero requerirá la autorización
del Banco Central.
Lo que no mencionó Remes Lenicov y que apareció
publicado este lunes en el Boletín Oficial es la decisión
del gobierno de remplazar todos los billetes de dólares que tienen
los bancos por pesos, a un tipo de cambio de 1.40 por dólar, y la
prohibición a las entidades financieras de vender la divisa estadunidense
al público.
Con esas dos medidas la oferta de dólares estará
concentrada en el Banco Central, que podrá decidir cuánto
venden a las casas de cambio y cuál será su precio de reventa.
Pese a todo, el gobierno admitió que espera que
en los próximos días la moneda caiga en medio de un mercado
volátil. "El dólar va a andar a los brincos por unos días,
pero insisto en que tenemos gran capacidad de intervención. Con
la mitad de las reservas que tenemos podemos comprar todos los pesos circulando
en la economía", dijo el vocero presidencial, Eduardo Amadeo.
Analistas locales piensan que, pese al control que ejercerá
el Banco Central sobre la oferta de dólares, se puede desarrollar
un mercado negro que podría presionar al peso.
El nuevo plan anunciado el domingo incluyó además
la conversión a pesos de todas las deudas bancarias y no bancarias
en dólares a una relación uno a uno, lo que fue recibido
con preocupación por los bancos, aunque el gobierno les dará
una compensación con bonos del Estado.
Esto implicaría un costo de 9 mil 500 millones
de dólares, equivalentes a 4.5 por ciento del PIB.
Para algunos analistas el hecho de que todas las deudas
fueran pasadas a pesos, en lugar de únicamente las deudas menores
a cien mil dólares, la mayoría hipotecarias, beneficiará
a las empresas altamente endeudadas, en su mayoría extranjeras.
En tanto, los depósitos en dólares serán
convertidos a pesos a una tasa de cambio de 1.40 unidades por dólar,
lo que para el jefe del Banco Interamericano de Desarrollo, Guillermo Calvo,
es un error, porque al no ser pesificados a la paridad uno a uno
no se pueden levantar las restricciones bancarias, que seguirán
hasta enero de 2003.
El plan económico no acalló las protestas
-enojados ahorradores se concentraron este lunes frente a algunas sedes
bancarias, cerradas por un feriado cambiario hasta el martes- pero fueron
bienvenidas por Washington y eso permitirá a Argentina negociar
nueva asistencia financiera, según analistas. También el
Banco Mundial se declaró satisfecho con las medidas.
Otra voz de apoyo fue la del gobierno conservador español,
aunque "faltan detalles", según dijo, al tiempo que la opositora
Izquierda Unida anunció que interpelará en la Cámara
de Diputados al presidente José María Aznar sobre la urgente
necesidad de ayudar a Argentina, mientras el Partido Socialista pidió
que los organismos financieros, especialmente el FMI, "a cuyas instrucciones
económicas y a su rigidez se debe en alguna medida la gravedad"
de la crisis de Argentina, que colaboren con ese país.
En Argentina, Claudio Lozano, economista de la combativa
Central de Trabajadores Argentinos (CTA), advirtió que al incluir
las deudas mayores a cien mil dólares en la pesificación
se promueve un proceso "descomunal de licuación de pasivos para
los grupos económicos".
Cuestionan pesificación
Para el diario Página 12, la pesificación
de todas las deudas es "otra estatización de la deuda privada",
como se dio en 1982 durante la última dictadura militar, justamente
cuando quien fuera ministro de Economía de Menem y De la Rúa,
Domingo Cavallo, era titular del Banco Central.
Cavallo fue citado por la justicia para declarar el 12
de febrero, acusado de "instigar a cometer delitos y por violación
a los deberes de funcionario público", trascendió hoy.