La mayoría de gobiernos rehúsa abordar temas propuestos por la delegación mexicana
Ginebra: nulo avance en negociación del grupo de trabajo para la declaración de derechos indígenas
Posible reunión en América Latina para clarificar posiciones frente a la cita de 2003
KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL
Ginebra, 8 de febrero. Los reclamados derechos indígenas a la libre determinación, autonomía, derechos colectivos y tierra deben ser los primeros temas que aborden los gobiernos participantes en la próxima sesión del grupo de trabajo encargado de la elaboración de una declaración de derechos indios.
La delegación mexicana, presidida por Arturo Hernández, propuso que esos temas sean la parte medular de la sesión de 2003, pese a que la mayoría de los gobiernos siguen renuentes a abordarlos.
La citada declaración debería estar elaborada para su debate final y adopción a más tardar en 2004; por ahora, ninguno de los temas fundamentales ha sido negociado y la sesión de este año, que terminó hoy, no logró avances significativos.
Animo negociador
El grupo de trabajo subrayó la posición de México de aceptar como base de discusión el texto provisional aprobado por la Subcomisión de Derechos Humanos en 1994. A ese criterio se han sumado ahora las delegaciones de Perú y Ecuador, entre otras.
No se descarta que en el futuro inmediato se organice una reunión regional en América Latina, que permita consensuar entre los gobiernos las posiciones políticas e identificar las razones para el rechazo de ciertos derechos. Ello clarificaría las opiniones y sentaría precedente para que otras regiones, por su parte, regresen a la próxima sesión con ánimo negociador.
Si el consenso se inclina por el texto provisional de la subcomisión, la declaración alternativa, preparada por Canadá, deberá ser retirada.
Sin oposición ni apoyo
La propuesta mexicana, presentada al comienzo de la sesión la semana pasada, de que se estableciera un mecanismo para propiciar la participación de indígenas en el trabajo del grupo no ha sido apoyada; las reticencias de los gobiernos fueron evidentes: aunque no se oponen públicamente, tampoco la apoyan.