Se utilizaron cifras manipuladas y metodología
poco clara, aseguró investigadora
El aumento de las tarifas eléctricas, premisa
de Enron para hacer más atractivo el mercado
Rechazó que el incremento sólo afecte
a los sectores de mayores ingresos económicos
DAVID ZUÑIGA
La restructuración de las tarifas de electricidad
en México es "una de las premisas" de Enron -el consorcio estadunidense
señalado de asesorar al equipo de transición del presidente
Vicente Fox en la elaboración de su proyecto energético-
y está dirigida a crear un mercado atractivo para los inversionistas
privados, aseguró Leticia Campos, del Instituto de Investigaciones
Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM).
En entrevista, la también directora de la revista
Problemas del desarrollo y especialista en electricidad señaló
que los aumentos a las tarifas residenciales se calcularon con una metodología
"poco clara", cifras "manipuladas" y niveles de consumo menores a los de
1999. Asimismo rechazó que las alzas afecten sólo al sector
de más altos ingresos, pues la clase media pagará 158 por
ciento más por el servicio.
Campos Aragón explicó que en el primero
de los seis niveles en que se dividieron las tarifas hay 16.5 millones
de hogares, equivalentes a 75 por ciento de los usuarios. El primer nivel
se divide en dos rangos: el primero consume de uno a 140 kilovatios hora
(kwh) al mes y el segundo de 141 a 250.
En términos generales, el gobierno ha planteado
que 75 por ciento de los usuarios está en el primer rango y, por
lo tanto, no resultará perjudicado. "Eso no es cierto. La gran mayoría
de los usuarios de la tarifa 1 se encuentra en el segundo rango, o sea
de 141 a 250 kilovatios. El consumo promedio del usuario residencial es
mayor a 140 kwh; esto quiere decir que la gran mayoría cae en el
segundo rango, en el cual hay tres niveles compactados: básico,
intermedio y excedente, lo que de facto implica un incremento tarifario".
Además, en la tarifa 1 el límite es de 250 kwh, pero si el
usuario se excede pasa a la tarifa de alto consumo "y llama muchísimo
la atención que en ésta no se haya establecido un precio".
En 1999, recuerda, las estadísticas del sector
eléctrico nacional decían que el consumo promedio de un usuario
residencial era de 145 kwh al mes. "Ahora, en 2002, nos dicen que el consumo
promedio no es mayor a 140 kwh al mes. Eso es imposible. Lo que están
haciendo es jugar con los rangos y con los consumos promedio", asevera.
Uno de los logros de la nacionalización de la industria
eléctrica fue precisamente una metodología que permitía
establecer un principio de igualdad en cada grupo de usuarios de características
semejantes en función de sus actividades económicas, tipo
de contrato, uso, tensión, suministro, carga y demanda, localización
geográfica y horario. "Antes, quienes consumíamos más
de 201 kwh sabíamos cuánto nos iba a costar. Ahora no lo
sabemos".
Según la investigadora, el incremento tiene dos
objetivos: "por un lado, captar recursos que no se obtuvieron por la vía
fiscal y por otro enviarle a los mercados la señal de que el precio
de venta de la electricidad ya puede ser muy alto. Los capitales no van
a llegar si los precios de venta no son altos. La inversión del
Estado en electricidad es mínima y se está concentrando en
transmisión y distribución, no en plantas generadoras. Sesenta
por ciento de las inversiones en generación desde este año
hasta 2009 están en manos del capital privado; en distribución
y transmisión todo está en manos del Estado, pero es muy
poco lo que se está haciendo porque la política económica
prevaleciente desde 1982 no permite al Estado participar como inversionista
en la actividad económica".
-¿Entonces la intención es crear un esquema
de precios atractivo para los inversionistas privados?
-La inversión de capital privado ya es un hecho,
pero necesitan más. Según datos de la Secretaría de
Hacienda, se requieren 32 mil millones de pesos al año para aumentar
la capacidad de generación, transmisión y distribución.
De esa cantidad, 10 mil millones de pesos se obtienen del remanente anual
que genera la CFE. El resto se capta a través de los mercados internacionales,
pero no está llegando la cantidad esperada, necesitan más.
¿Cuál es la condición? Precios altos.
-¿Qué alternativas hay?
-La mejor alternativa es la organización de los
usuarios. Esto tiene que ver directamente con la calidad de vida de los
mexicanos, porque impacta principalmente el consumo residencial. Es increíble
que los secretarios de Hacienda y Energía hayan tomado esta decisión
sin tener en cuenta a los usuarios.