Pese a que se le unió un capitán de la Guardia Nacional, reunió a menos de 500 personas
Se desinfló la marcha contra Chávez convocada por el coronel Pedro Soto
Plazo de 72 horas al militar para que se presente a su comando; podría ser declarado desertor
Se manifiestan centenares de seguidores del presidente venezolano ante el Palacio de Miraflores
AFP, DPA Y REUTERS
Caracas, 8 de febrero. Centenares de manifestantes se expresaron hoy en apoyo al presidente Hugo Chávez ante el Palacio de Miraflores, mientras el rebelde coronel Pedro Soto sólo pudo encabezar una menguada marcha de menos de 500 personas en la Plaza Altamira del exclusivo este caraqueño, a la que se unió un segundo militar.
El general Régulo Anselmi Espino, comandante general de aviación, dio por su parte plazo de 72 horas a Soto para que se presente ante su comando de la fuerza aérea, ya que de lo contrario será declarado desertor y podría ser arrestado.
En respuesta el coronel aseveró que no se presentará, ya que "yo no me voy a entregar; voy a ir a hablar con el comandante general cuando las circunstancias lo permitan". Por lo demás, dijo que no quería un golpe de Estado, pero insistió en que "se vaya Chávez".
El propio Anselmi aguardó in-fructuosamente que el militar se presentara, y dijo que le harán llegar un citatorio para que cumpla el reglamento, por lo que se le esperará hasta el lunes.
Sugirió que su pronunciamiento contra Chávez es debido a que se le negó una promoción, y concluyó que "no es un oficial malo".
Por la noche se anunció por la televisora Globovisión que Soto se presentará voluntariamente a las 9 de la mañana del lunes ante el general Anselmi Espino, de acuerdo con su abogado Hidalgo Valero.
Un cable de última hora de Dpa señala que el plazo para presentarse habría sido reducido a 24 horas, y que la citación había sido leída por Soto ante sus simpatizantes en un acto que transcurrió en calma, mientras sus seguidores seguían sonando cacerolas, agitaban pancartas y pedían la salida de Chávez.
Otros reportes indicaron que a diferencia de Caracas, donde reinaba tranquilidad, en ciudades como Maracaibo y Valencia opositores y simpatizantes del presidente protagonizaron incidentes de violencia, lanzándose piedras y botellas.
Revuelo nacional e internacional
Soto se dio a conocer el jueves ante unos 2 mil manifestantes que participaban en una protesta antigubernamental de sectores opositores, y allí armó revuelo nacional e internacional al pedir la renuncia de Chávez, a quien acusó de ser un "tirano" con inclinaciones "marxistas leninistas".
Sin embargo, Chávez continuó hoy en silencio, al parecer por re-comendación del ministro de De-fensa, José Vicente Rangel, un avezado político, en lo que parece ser una estrategia encaminada a aislar al coronel y dejarlo en el vacío ya que responderle hubiera significado darle mayor relevancia política.
Tocó al vicepresidente Diosdado Cabello explicar la razón por la que Chávez se ha abstenido de hablar del "levantamiento" de Pedro Soto, al afirmar que lo consideraba un tema "poco relevante".
"La calma es absoluta en los cuarteles", declaró Rangel, con lo que hacía notar una "insubordinación en solitario" del coronel Soto, quien en su arenga de ayer afirmó que contaba con el apoyo de 75 por ciento de los militares.
Seguidores de Chávez se concentraron ante el palacio presidencial para refrendarle su respaldo, al grito de "queremos fusiles" y "Chávez, Chávez, el pueblo está contigo". Además, arremetieron contra el coronel rebelde: "Soto, bandido, el pueblo está afligido".
Mientras cientos de chavistas iniciaban una vigila a las puertas del Palacio de Miraflores en previsión de eventuales protestas opositoras, muchos otros caraqueños prefirieron desatender la agitación política y empezaban el asueto de las fiestas del carnaval que brindan cuatro días libres a partir de este sábado, al comenzar a salir a las calles con máscaras y disfraces, al ritmo de salsa y los calores del ron.
Pero no se cumplieron las expectativas sobre eventuales incidentes ante las manifestaciones chavista y de opositores, debido a que ambas ocurrieron en sitios separados y resultaron menores.
Según los medios de prensa, la marcha de Soto "se desinfló" pese a que se le sumó el capitán Pedro Flores, de la Guardia Nacional.
Este segundo militar, de 35 años, también pidió en la marcha de hoy la dimisión del presidente, y reiteró acusaciones de corrupción contra su gobierno, de traición a la patria, romper el estado de derecho y atropellar a la Iglesia y la prensa.
Al respecto, la Guardia Nacional emitió un comunicado en el que señaló que las declaraciones de Flores son personales y que será sometido a una investigación.
Su comandante general, Francisco Belisario, afirmó que "la Guardia Nacional jamás apoyaría un golpe militar", porque lleva en sus "venas la democracia".
Inesperado vuelco político
Este día la prensa se encargó de recabar reacciones de los seguidores de Soto, en sintonía con su discurso de que Chávez debe irse.
Los periódicos del viernes destacaron en amplios titulares lo ocurrido la víspera, con comentarios de que la aparición del coronel "dio un vuelco inesperado" con su "sorpresiva intervención", según dijo el diario El Nacional.
"No le tengo miedo" (a Chávez), tituló otro gran diario opositor, El Universal, mientras que el tabloide El Nuevo País aventuró en uno de los titulares "Renuncia de Chávez exigen militares activos", aunque quienes le acompañaron en el estrado eran compañeros en retiro.
El defensor del pueblo, Germán Mundaran, salió en en apoyo del coronel rebelde al afirmar que ejerció su "derecho constitucional a expresarse" cuando criticó en du-ros términos al presidente Chávez, y dijo no creer que se haya tratado de una acción desestabilizadora, aunque aconsejó valorar la agitación política que se vive en el país.
Pedro Soto, de 49 años y padre de cuatro niños, graduado con ho-nores en 1975, ofició como edecán del entonces presidente Carlos An-drés Pérez, quien fue destituido en 1993 por corrupción y cuyo hecho al parecer fue tomado como argumento para desacreditarlo tras ha-ber presentado un recurso judicial para reclamar un ascenso a general que le fue negado.
Sin embargo, Chávez ha tenido y tiene entre la jerarquía castrense a varios oficiales que también estuvieron cerca del socialdemócrata Pérez, incluyendo al actual comandante de la fuerza aérea, Régulo Anselmi Espino, lo que explicaría finalmente su aceptación a presentarse ante él el lunes para discutir su insubordinación.