Antonio Gershenson

Tarifas contradictorias y confusión

n medio de la confusión y de la falta de información precisa, el día en que se publicaron las nuevas tarifas eléctricas en el Diario Oficial se publicaban también declaraciones tan absurdas como la que lamentaba que los templos tuvieran que pagar más por la luz, o la de que la industria iba a perder competitividad con el aumento. Si hubo algo claro desde el principio, y que nunca cambió, es que el incremento es para las tarifas domésticas y no para ninguna otra, como se infiere que supusieron los despistados declarantes en cuestión.

Las tarifas eléctricas ya eran complicadas, y ahora lo serán más. Hay, de hecho, tres regímenes tarifarios: uno, que queda prácticamente como estaba, para quienes consuman hasta 140 kilovatios-hora (kw/h) al mes (280 por recibo bimestral). Un segundo sistema de cobro es para los que superen este nivel de consumo, pero sin llegar a 250 (500 kw/h por recibo bimestral, cantidad verdaderamente alta en una casa habitación), y el tercer regimen aplica a los rebasan este último monto de referencia. En las zonas de verano cálido se prolongan los rangos intermedios y se reducen algo las tarifas por kw/h en cada caso.

Aunque abarque a pocos, no puede negarse que es mejor que en los casos de mayor consumo se cobre todo el costo de la energía vendida, sin subsidio. Pero muchas residencias de lujo van a consumir menos que eso y a recibir subsidio. Aunque tengan aparatos y luz por todos lados, como también tienen dinero para comprar aparatos modernos y, en muchos casos eficientes, una parte no llegará a los 500 kw/h bimestrales.

El cambio en el sector intermedio es el más complicado, y posiblemente el que más dinero adicional reporte a la industria eléctricas, por el alto número de usuarios en este segmento. De los tres rangos de consumo que sirven de base para el cobro de esta tarifa, el aumento principal, inmediato y luego en plazos más largos es el intermedio. El rango alto no aumenta más que lo que ya se venía incrementando cada mes. Igual que el más bajo.

El precio del kw/h en el rango intermedio aumenta de inmediato 16.66 por ciento. Pero es mayor el alza mensual: el 2.3 por ciento que se aplica equivale a 31.4 de aumento anual, casi el doble que el incremento inmediato. El resultado de esta combinación es algo que no resulta obvio a primera vista.

Aplicaremos el cambio a dos niveles de consumo, para comparar. En primero es de 180 kw/h mensuales (360 en el recibo bimestral). Dentro de los que rebasaron 140 kw/h mensuales para que estén en este régimen, un buen porcentaje tendrá un consumo cercano a éste. Pues resulta que a quien tenga ese consumo, el aumento inmediato le resulta de 68 por ciento, para pagar un total de 363 pesos por su recibo bimestral. Y para diciembre de este año, por el alza mensual, estará pagando 402 pesos, con un incremento total de 86 por ciento en su pago.

Ahora veamos un consumo de 245 kw/h mensuales (490 en el recibo bimestral, que es elevado). A este caso, como el rango de consumos más alto no tuvo el aumento fuerte, lo que paga le subió "sólo" 48 por ciento en lo inmediato, y un total de 62 por ciento en todo el año. En dinero, su pago después del incremento es de 607 pesos, y será de 663 pesos en diciembre, siempre por su recibo bimestral.

En general, es positivo que los mayores consumos no sean subsidiados, y que los menores sigan siéndolo; pero los consumos intermedios tendrán aumentos importantes, de 60 a 100 por ciento. En las zonas de verano cálido las cantidades en juego son mucho mayores, y puede haber un movimiento importante en contra del aumento, y no sería la primera vez. Además, no está claro cuándo se dejará de aplicar el 2.3 por ciento mensual de incremento al tramo intermedio en este caso. La confusión informativa puede hacer que el movimiento sea más intenso.

Un último problema, no por ello menos importante, y todavía más vago en la información: el subsidio al consumo se suprime, Ƒse le deja a las empresas del sector eléctrico, asumiendo que se subsidió con cargo a las mismas o, por variar, se lo quedará Hacienda para sus jueguitos macroeconómicos y para seguir sin cambios en el subsidio a algunos banqueros y otros privilegiados (Fobaproa-IPAB)?