José Antonio Rojas Nieto
La nueva factura eléctrica
Una primera lectura del Acuerdo que autoriza el ajuste,
modificación y restructuración de las tarifas para suministro
y venta de energía eléctrica, y que reduce el subsidio a
las tarifas domésticas publicado en el Diario Oficial de la Federación
el jueves 7 de febrero, nos conducirá inmediatamente a reconocer
varios cambios.
En primer lugar, el establecimiento de una nueva tarifa
denominada Doméstica de Alto Consumo (DAC) para todos los usuarios
cuyo promedio mensual durante 12 meses sea superior a un mínimo.
Este mínimo se establece regionalmente; comienza en 250 kilovatios
hora (kwh) en casos como, por ejemplo Aguascalientes o el Distrito Federal;
y termina en 2 mil kwh en casos como los del estado de Baja California
o de la mayoría de usuarios (77 por ciento) de Sonora.
Pues bien a quienes consuman por encima de esos límites
se les suprime todo subsidio. ¿Qué implica esto? Pues que
la nueva factura para usuarios de Aguascalientes o del Distrito Federal
podría ser mayor desde 90 por ciento (los más cercanos al
límite de 250 kwh) hasta prácticamente cero (los más
alejados de ese límite). Así, por ejemplo, un usuario de
Aguascalientes o del Distrito Federal ?donde el consumo promedio mensual
es cercano a 140 y a 130 kwh respectivamente?, con una factura mensual
de 251 kwh, pagará casi 90 por ciento más; uno de 300 kwh,
55 por ciento; uno de 400 kwh, 29 por ciento; uno de 500 kwh, 17 por ciento
más; uno de mil kwh, 7 por ciento; y los usuarios de más
de 2 mil kwh mensuales prácticamente no resentirán incremento
alguno. Comportamientos similares se registrarán en todo el país
aunque, efectivamente, con diferentes límites de consumo y diferentes
niveles de pago.
Lo segundo a reflexionar es lo que sucede con los consumos
inferiores a ese límite. Estos se dividen en dos categorías
que, una vez más, para el caso de Aguascalientes o del Distrito
Federal son las siguientes. Un primer bloque que pudiéramos denominar
de consumidores bajos integraría a los usuarios de menos de 140
kwh mensuales.
Bueno pues éstos, que según datos oficiales
representan 75 por ciento del total (poco más de 16 millones de
familias), no registrarán ningún incremento en su factura.
Y en un segundo bloque estarían los que pudiéramos llamar
consumidores intermedios, en el que se agruparán los promedios inferiores
a 250 kwh pero mayores a 140 kwh. A éstos sólo se les van
a subsidiar los primeros 125 kwh de su consumo y pagarán a costo
(el determinado oficialmente) los siguientes kwh. Los de 145 kwh, por ejemplo,
recibirán 125 subsidiados y pagarán 20 a costo; y los de
249 kwh también recibirán 125 subsidiados y pagarán
124 a costo. El efecto en la facturación de este bloque es muy curioso.
Los primeros pagarán casi 30 por ciento más que antes; y
lo segundos cerca de 45 por ciento. Pero en medio de ese bloque, es decir,
en los consumos mensuales de alrededor de 200 kwh se pagará casi
90 por ciento más.
Algo curioso que bien convendría explicar es por
qué en los hechos los usuarios que relativamente registrarán
mayor incremento en su factura ?independientemente de cuánto dinero
represente ese incremento? serán los que consuman alrededor de 200
kwh mensuales y los de consumos mayores pero más cercanos a 250
kwh.
Curiosamente la gráfica de los incrementos en la
factura de los usuarios se parece mucho al Cerro de la Silla. Son nulos
entre 50 y 280 kwh bimestrales. Se elevan como acantilado hasta 30 por
ciento al superar los 280 kwh bimestrales y llegan a poco más de
80 por ciento en 400 kwh también bimestrales, luego de lo cual descienden
hasta casi 45 por ciento en consumos de 499 kwh, para elevarse nuevamente
como acantilado en los 500 kwh y descender paulatinamente hasta registrarse
un impacto prácticamente nulo en los altos consumos.