Gallardo y familia, ejemplos de templanza
Señora directora: La liberación del
general José Francisco Gallardo Rodríguez y la entereza y
gallardía de su familia ante la adversidad son ejemplos de templanza
y unión familiar de la que debemos estar orgullosos los mexicanos.
Este primer acto de justicia es positivo, pero esperamos
que los siguientes dignifiquen la persona del militar, en el marco del
estado de derecho que exigen los vientos del cambio.
Atentamente:
Alicia Andrade Rodríguez, Guadalupe León
Prado, Máxima Castro, Catalina Alvarado Vera, Carmen Sosa García,
Julieta Ramírez, Carmelo de Jesús Hernández y varias
firmas más
Desacuerdo con artículo sobre Colombia
Señora directora: Le solicito incluir este
comentario al artículo "Colombia después del 11 de septiembre",
de Angel Cabrera, publicado en La Jornada el 17 de enero del año
en curso.
La legitimidad que en el artículo mencionado se
le quiere dar a los grupos armados en Colombia contrasta con el rechazo
manifiesto y generalizado en este país a la violencia de esos grupos.
El autor no tiene en cuenta la demanda reiterada por la
paz y, por supuesto, en contra de las acciones armadas contra la población
y la infraestructura material. A organizaciones de todo tipo se han sumado
personalidades nacionales y extranjeras, incluyendo Fidel Castro, para
expresar críticas al proceder de los grupos armados por la pérdida
de vigencia de sus métodos, el incremento de la criminalidad y el
atropello al desarrollo del país, cuyas víctimas más
directas son los campesinos y los indígenas.
Para la opinión pública colombiana este
actuar no es más que un modo de vida que, junto con la
industria del secuestro y la extorsión, alcanza sumas fabulosas
que ascienden a 400 millones de dólares anuales (La Jornada,
15/01/02).
La negociación actual del gobierno con las FARC
está ligitimada por el voto especial de 10 millones de ciudadanos,
de tal manera que obedece al mandato ciudadano por la paz y no, como dice
el articulista, para dar una imagen de tolerancia que permita implantar
el modelo neoliberal. El anhelo de paz y, por tanto, de cese al fuego no
sólo es requerido por la dinámica propia de la acumulación
de capital -como en cualquier parte donde haya economía-, sino por
el derecho a vivir como en cualquier parte donde haya seres humanos.
Los métodos violentos utilizados indistintamente
por los grupos armados no significan, como dice el articulista, una de
las más tenaces manifestaciones de lucha campesina y popular contra
la dominación.
Si así fuera, el repudio nacional e internacional
a estos hechos de barbarie y en pro de los derechos humanos y el derecho
internacional humanitario estarían equivocados, y las recientes
manifestaciones de resistencia civil de comunidades indígenas en
Cauca y campesinas en Antioquia y Santander, en contra de los grupos armados,
sería la expresión más genuina de los dominadores.
El autor no tiene en cuenta los cambios después
de la guerra fría y el papel asumido por el narcotráfico
en el conflicto armado, tampoco la modernización política,
sobre todo a partir de la reforma constitucional de 1991, en parte producto
de luchas ciudadanas y populares. Este marco, al que se llegó después
del Constituyente en que participaron ex guerrilleros, permite pensar que
los necesarios cambios sociales son posibles en Colombia con los recursos
del estado de derecho.
Atentamente:
Miguel Arnulfo Angel
Respuesta de Angel Guerra Cabrera
Señora directora: En mi artículo
afirmé que el presidente Andrés Pastrana ha incumplido la
promesa electoral que lo llevó a la presidencia: encaminar un auténtico
proceso negociador para alcanzar la paz, como es la aspiración de
los colombianos.
Su gobierno, pese a la retórica, no ha mostrado
voluntad para solucionar las evidentes causas sociopolíticas de
la guerra. Lejos de ello, las ha agravado al profundizar las políticas
neoliberales y favorecer la injerencia de Washington a través del
Plan Colombia.
Atribuí a esas realidades -eludidas en la carta
del lector- el origen y continuidad del conflicto armado.
Atentamente:
Angel Guerra Cabrera
Ignoran en Chalco focos de contaminación
Señora directora: En Chalco los ciudadanos
no somos atendidos por las autoridades municipales. Vea:
Hace dos meses que 30 vecinos del barrio La Conchita,
cabecera municipal, solicitamos mediante un escrito la limpieza de dos
lotes baldíos ubicados en la calle Niño Artillero, tomados
como basureros por gente que va de paso y por algunos vecinos inconcientes.
Quienes vivimos junto a esos predios solicitamos de limpieza
al delegado del barrio, Bernardino Alcántara, quien de manera enfática
prometió atender el llamado. Pero eso ocurrió hace casi dos
meses y hasta la fecha hemos sido ignorados, mientras nuestros hogares
sufren la invasión de roedores y otras plagas, con un adicional
riesgo sanitario para nuestras familias por la contaminación que
generan ambos basureros enclavados en plena zona urbana.
A nuestro parecer, están pasando dos cosas: el
delegado echó a la basura nuestra petición escrita o el jefe
de Servicios Públicos de la municipalidad (también notificado
del problema), Venus Rodríguez Martínez, no atendió
la petición. Pero qué tal cuando andan tras el voto ciudadano.
Entonces sí somos tomados en cuenta. No se vale.
Atentamente:
José Antonio Sánchez Flores
Denuncian retención de salarios en el STC
Señora directora: Los que suscribimos la
presente, enfermeras y enfermeros que prestamos nuestros servicios en las
policlínicas del Sistema de Transporte Colectivo (STC), deseamos
hacer de su conocimiento lo siguiente, a fin de que sea publicado en la
sección El Correo Ilustrado del diario que usted dirige:
Los 81 enfermeras y enfermeros, con antigüedad de
entre tres meses y 11 años, hemos venido prestando nuestros servicios
de manera regular a partir de una contratación de palabra, aun cuando
posteriormente y sin previo aviso la empresa nos dio la calidad de suplentes.
La forma en que se nos paga es por honorarios, por lo que no gozamos de
ningún derecho laboral ni seguridad en el empleo.
Ante ello, se mandató a una comisión de
enfermeras para solicitar una audiencia con las autoridades administrativas
del Metro, a efecto de plantearles nuestra situación laboral. En
las diversas pláticas que se han tenido con dichas autoridades,
pese a que han mostrado interés en ayudarnos, nos han manifestado
que no está en sus manos regularizar nuestra situación mediante
el otorgamiento de contratos de trabajo, ya que ésta es facultad
del Oficial Mayor.
De acuerdo con las normas de derecho vigentes, consideramos
que en la prestación de nuestros servicios al STC existe una relación
de trabajo, pues esta actividad la hemos venido desempeñando durante
varios meses -en otros casos, durante años-, con una jornada de
trabajo continua de lunes a sábado y bajo las órdenes de
un jefe determinado.
No obstante lo anterior, hasta ahora no se nos ha reconocido
como trabajadoras y trabajadores plenos y, por consiguiente, se nos han
negado los derechos y prestaciones que se desprenden de toda relación
de trabajo, como son los días de descanso, vacaciones, servicio
médico, etcétera.
A todo lo anterior debemos agregar el problema de la retención
del salario correspondiente al mes de diciembre del 2001 a más de
40 trabajadoras, bajo el pretexto de habernos negado a firmar el contrato
de prestación de servicios del segundo semestre de 2001.
Exigimos que se nos libere el pago correspondiente, toda
vez que ya se trabajó, que se nos reconozca como trabajadores del
STC y que se cumpla con todos los derechos que se desprenden de una relación
de trabajo, consagrados en las leyes laborales.
Atentamente:
Francisco Castillo Ibáñez
Invitación
Presentan libro sobre la prostitución en La
Merced
El Centro de Promoción Humana y Acogida a la Mujer
en contexto de prostitución de la zona de la Merced invita a la
presentación del libro La vida desde nuestros ojos: mujeres de la
Merced (realidad de la prostitución en La Merced), coordinado por
Ma. de Lourdes Aguayo Campos.
Asisten como comentaristas Ofelia Medina (actriz), Ma.
Carmen de Lara (cineasta) y la autora.
La cita es el día 13 de febrero a las 17 horas
en el Club de Periodistas, ubicado en Filomeno Mata 8, Col. Centro, cerca
de la estación Allende del Metro.