ASTILLERO

Julio Hernández López

EL LOOK ES LO IMPORTANTE. La apariencia, la imagen. Y no se habla aquí de presidentes de la República, sino de beatos en ruta exprés de santidad: quien fue el postulador de la causa de Juan Diego está solicitando al Episcopado Mexicano que retire de circulación el póster oficial del fotógrafo de Cuautitlán, pues en tal estampa aparece "como un indio de tres bigotes y una piocha", y de esa manera "los españoles" mostraban su "desprecio a los indígenas", según dijo monseñor Enrique Salazar a la reportera Eugenia Jiménez Cáliz, de Milenio.

EN CAMBIO, EL PROMOTOR de santidades desea que la nueva imagen juandieguina sea la de "un soldado coatlatoa, noble, fornido, moreno claro y alto". No dijo su excelencia si en ese remozamiento el lampiño deberá aparecer barbado, con bigote tupido y no tres hebras, calzado tal vez con botas y dueño de algún ranchito exportador. En sus afanes de cirujano plástico de pacientes históricamente inexistentes, monseñor Salazar también desea que el humilde campirano sea declarado patrono de México.

EN PATRONALES ENREDOS dañinos para el look también anda el hombre noble, fornido, claramente blanco y alto que preside el país. El corresponsal de La Jornada en Guanajuato, Martín Diego, ha dado cuenta del plantón que a las puertas de la congeladora San José, propiedad de la familia Fox, mantienen unos 50 ejidatarios oriundos de San Cristóbal, el primer rancho del país. Piden que la citada familia les devuelva 300 hectáreas de tierras cultivables, y que haya verdadera justicia en el campo, y no puro rollo para consumo de escultores de bronces históricos.

OTRO BUSCADOR de buenas respuestas en el espejito-espejito de la historia patria es el hombre de gris, Miguel de la Madrid Hurtado, de quien se dice que gobernó México de 1982 a 1988 -los más férreos defensores de esa versión se apoyan en documentos relacionados con presuntos negocios y abusos de poder hechos por algunos de sus hijos-. Con alguna rola de Los Enanitos Verdes como música de fondo, De la Madrid ha confesado que él también quiso esclarecer los asuntos de la guerra sucia y del 68. Quiso pero no pudo, pues ciertos factores políticos innombrados opusieron tal resistencia que al entonces ocupante de Los Pinos no le quedó sino voltear para otro lado y darse por satisfecho con la respuesta oficial -tal vez transmitida mediante clarín- de que en los archivos (mil y tantos habrían sido hurgados) no había nada de lo que el solicitante demandaba. Esta columna se imagina la escena como de taquería o tortería: "Trabajas expedientes de asesinados, desaparecidos y perseguidos políticos", habría pedido la voz del funcionario al que el "alto mando" (manténganse las comillas en esta denominación, por favor: no es un asunto gramatical, sino político) había pedido la información, para luego devolver al mini presidente la contestación desalentadora: "Que no hay".

LA MISMA RESPUESTA, hecha famosa por Héctor Suárez con uno de sus personajes cómicos, es la que escuchan desde diversas partes del mundo quienes hablan a hoteles de Monterrey en busca de hospedaje para la Conferencia Internacional sobre el Financiamiento para el Desarrollo, que ha convocado Naciones Unidas para realizarse del 18 al 22 de marzo, y a la que asistirá el presidente de los Estados Unidos del Mundo, George Bush: "No hay". Fea imagen de agandalle, porque una empresa ha sido designada en exclusiva para encargarse de las habitaciones de hoteles de buen nivel de la capital del cabrito. Profesionales en Convenciones Monterrey se llama la monopolizadora. Pero eso no es todo: las tarifas se han incrementado especialmente para tan notable ocasión.

FALTA DE RECURSOS o falta de memoria, pero lo cierto es que otros distinguidos personajes de la política mexicana también andan dañando su imagen con el "no hay" en la boca. Entre otros mil 337 militantes que no han pagado sus cuotas voluntarias, mensuales o trimestrales, el comité municipal del PAN de León (que preside Arturo Torres del Valle, el primer cuñado del país), ha apuntado al mismísimo presidente Fox, al aspirante a presidir nacionalmente a ese partido, Carlos Medina Plascencia, y al subsecretario federal de Gobernación, y ex gobernador interino de Guanajuato, Ramón Martín Huerta. La lista de los morosos fue pegada en una de las paredes principales de la sede blanquiazul de la ciudad zapatera.

OTROS QUE NO SALIERON bien parados ayer fueron Ernesto Martens y Francisco Gil. Los dos se esforzaron en convencer a legisladores federales de sus buenas intenciones energéticas y fiscales, pero varios rejegos levantadedos nomás no les creían nada. En cambio, el jefe de ambos tuvo a bien demostrar en pleno estadio Azul -sede de los partidos futbolísticos de los cementeros, también conocidos como La Máquina- que es rey tuerto tirador en tierra de falladores de penales. Acompañaba al canciller Gerhard Schroeder a presenciar un partido entre jóvenes pertenecientes al Cruz Azul y al Colegio Alemán Alexander von Humboldt. Cuando terminó el juego, el presidente de México decidió encaminarse hacia el manchón de los tiros de castigo, acompañado del distinguido visitante. Fox fue el primero en disparar, de derecha y a la derecha (doblemente obvio), para marcar el primer gol. Schroeder hizo gala de la potencia alemana y de un šzambombazo! emparejó los cartones (de anotar resultados, no de cerveza). Luego, por una extraña decisión, que podría ser analizada con cuidado por José Ramón Fernández y compañía, volvió a tirar el visitante, cuando la secuencia natural habría correspondido al mexicano. Falló el alemán y entonces, caballeroso, el Presidente permitió la inversión extranjera en materia de energét... No, perdón, entonces, caballeroso, el Presidente declinó hacer el segundo disparo, para dejar el resultado en empate, y no correr así el riesgo de también equivocarse, cual jugador de selección mexicana o de club de primera división en torneo internacional o, en caso peor, de anotar y ganar el duelo, con lo que podrían provocarse reacciones peligrosas, como la escasez artificial de refacciones para Volkswagen o el desembarco de negociantes de petróleo y electricidad en Veracruz o en algún otro puerto heroico.

Y HASTA AQUI LLEGAN, por hoy, los teclazos de esta columna de buen look, que no necesita liposucciones históricas ni cambio de piochas por barbas de presunto mejor ver.

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