Saldrán seis de los 14 miembros del consejo
de la firma
Investigarán papel de Enron en la crisis energética
de California
Insisten en deslindar la desregulación del mercado
AGENCIAS
Washington, 13 de febrero. Seis de los 14 miembros
del consejo de administración de Enron deberán abandonar
sus puestos en los próximos 30 días, según lo decidió
la dirección del consorcio, el cual será investigado por
el gobierno estadunidense por su posible participación en la crisis
energética de California en 2001.
La Comisión Federal de Reglamentación Energética
de Estados Unidos (FERC, por sus siglas en inglés) anunció
este miércoles que abrirá una investigación preliminar
para determinar si Enron jugó un rol en la crisis energética
de California el año anterior, cuando empresas distribuidoras de
energía locales se declararon insolventes para continuar con el
servicio.
La FERC trabajará con la comisión que controla
los mercados de futuros de materias primas (CFTC), la Comisión de
Operaciones Bursátiles (SEC) y el Departamento de Justicia, informó
el presidente de la FERC, Pat Wood, quien habló ante una comisión
de la Cámara de Representantes.
Sin embargo, precisó que la indagación preliminar
buscará establecer si es necesario realizar una verdadera investigación,
y para ello tomaría "varios meses".
Para Wood, la quiebra de Enron no está vinculada
a la desreglamentación del mercado de energía, sino que se
explica por las inversiones y prácticas contables dudosas.
El gobierno de California, al igual que otros 25 estados,
impulsó la competencia eléctrica pero con resultados fallidos,
pues mientras las tarifas se incrementaron en niveles sin precedentes,
las empresas distribuidoras no lograron solventar el servicio.
Entre septiembre y octubre, la costa oeste sufrió
"apagones" y el gobierno estatal, en un intento por mantener el servicio,
propuso congelar los precios. Las firmas eléctricas consideraron
que ello ocasionaría mayores interrupciones.
Petición del gobierno estatal
Hace unas semanas, legisladores y el propio gobierno de
California pidieron a la administración federal una investigación
sobre los presuntos vínculos entre la caída de Enron, ocurrida
en diciembre, y la crisis energética en el estado, entre septiembre
y octubre.
La mayor bancarrota en la historia empresarial del país
obligó a que el Congreso investigara a los ejecutivos de Enron y
a su firma auditora Andersen, por supuestas irregularidades en la contabilidad
del consorcio.
Un comunicado de la firma, con sede en Houston, indica
que seis miembros del consejo de administración deberán abandonar
sus puestos en los próximos 30 días.
Cuatro de ellos desempeñaron funciones en el comité
de auditoría del grupo de corretaje de energía, cuyas prácticas
contables están en el seno del mayor escándalo financiero
en Estados Unidos.
El reverendo Jesse Jackson, uno de los activistas más
importantes del país, consideró la quiebra de "el mayor fraude"
de la historia. "Mientras los empleados eran impulsados a invertir dinero
en Enron y en tanto el barco se hundía, los dirigentes se guardaron
millones de dólares en los bolsillos, lo cual es un robo magistral",
señaló el prelado, quien advirtió que "todo el sistema
económico está en crisis" debido a Enron.
Jackson denunció las acrobacias contables que han
permitido al grupo inflar artificialmente los beneficios y disimular las
deudas, utilizando sus múltiples filiales y sus asociaciones con
oscuras empresas.
El grupo Enron tenía "más de 3 mil empresas
off-shore por las cuales no pagaba impuestos, reclamando para sí
mismo el pago de menos impuestos. Es el mayor montaje fraudulento de la
historia de la economía estadunidense", declaró.
Este miércoles, el reverendo se dirigió
a la sede de Enron para reclamar el pago de indemnizaciones a los cuatro
mil 500 empleados despedidos tras la quiebra.
"Lo más urgente es aliviar a los empleados que
no han recibido sus indemnizaciones de despido, de vacaciones y de enfermedad.
Algunos ya no pueden pagar sus préstamos inmobiliarios o sus gastos
de salud", dijo Jackson.
Estimó que el caso va a necesitar reformas de fondo.
"Estas cosas quizás sucedan en otras empresas. Debemos cambiar la
legislación para proteger a los asalariados de este tipo de explotación",
afirmó y criticó al presidente George W. Bush, al vicepresidente
Dick Cheney y al ministro de Justicia John Ashcroft por sus vínculos
financieros con Enron.