ECONOMIA MORAL
Julio Boltvinik
Estratificación educativa 1970-2000
La economía moral es convocada a
existir como resistencia a la economía del "libre
mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar
la oferta y la demanda de pan,
pero no resuelve el hambre de la gente
Indigencia educativa 1940-2000
ENTRE 1940 Y 2000 la población adulta (15
años y más) del país, según los datos censales,
se multiplicó por 5.5, pasando de 11.5 a 62.8 millones de personas.
En ese mismo periodo, el número de mexicanos analfabetos permaneció
prácticamente constante, entre 6.0 y 6.7 millones, lo que ha significado
una disminución rápida y continua del porcentaje de adultos
iletrados, desde más de la mitad (51.7 por ciento) en 1940 a menos
de la décima parte (9.5 por ciento) en 2000. En el cuadro puede
verse el decrecimiento del porcentaje de analfabetos y del de la población
sin instrucción desde 1970, que constituyen dos maneras de definir
la población en situación de indigencia educativa1.
Entre 70 y 80 el porcentaje de población sin instrucción
se reduce prácticamente a la mitad (de 31.6 por ciento a 16.1 por
ciento), mientras que entre 80 y 90 se reduce solamente en 15 por ciento
(de 16.2 por ciento a 13.7 por ciento), mostrando claramente una desaceleración
que se mantiene en los años 90, cuando baja a 10.2 por ciento.
Pobreza extrema educativa 1940-2000
SUMANDO LA POBLACION sin instrucción y la
población con primaria incompleta se obtiene el total de pobres
extremos educativos o población sin primaria. Esta población
crece
en números absolutos de 1940 a 1970 a una tasa media anual de 2
por ciento, pasando de 10.3 millones en 1940 a 18.3 millones en 1970, y
a partir de entonces se mantiene prácticamente constante. En
términos relativos la población sin primaria en 1940 era
de casi 90 por ciento y 60 años después constituye un poco
más de una cuarta parte (28.2 por ciento). En los 20 años
de 1940 a 1960 sólo se logra reducir la pobreza extrema educativa
en 9 puntos porcentuales, mientras en los 10 años de los 60 la reducción
es de 10 puntos. Este aceleramiento culmina entre 1970 y 1980, cuando la
población sin primaria cae dramáticamente, de 70.5 a 48.3
por ciento, disminución mayor en puntos porcentuales absolutos (22.2)
que la de las tres décadas anteriores juntas (18.4). A partir de
1980 este ritmo se desacelera de manera similar a la mostrada en la reducción
de la indigencia educativa.
COMO CONTRAPARTIDA, la proporción de la
población adulta con al menos la primaria completa pasó de
sólo 11 por ciento en 1940 a 71 por ciento en 2000. Sin embargo,
el avance no ha sido igual en todos los decenios. En términos de
tasas anuales medias de crecimiento de dicha proporción, las
tasas más bajas de todas las décadas, muy por abajo del desempeño
de los 70, son las de 80-90 y, sobre todo, 1990-2000.
Pobreza educativa 1970-2000
LA "LINEA" DE POBREZA educativa divide la población
adulta en dos segmentos: los que tienen secundaria completa y los que no
la tienen. Entre 1970 y 1980, el número de adultos con secundaria
completa o más ?los no pobres en materia educativa? aumentan de
2.3 a 9 millones, esto es que se multiplican por casi cuatro. (véase
cuadro). O lo que no es más que otra manera de ver esta modificación,
de cada cien "nuevos" adultos el sistema fue capaz de dotar de secundaria
a 56, esto es, a más de la mitad, cuando en 1970 sólo tenían
secundaria nueve de cada cien. El cambio porcentual fue también
muy rápido: los no pobres en materia educativa ganaron 14.9 puntos
porcentuales, pasando de 8.9 por ciento a 23.8 por ciento, multiplicando
por 2.7 su participación en el total de adultos. En 1980 había
más adultos con secundaria completa (9 millones) que los que en
1970 tenían la primaria completa (7.6 millones). Estos son cambios
muy impresionantes.
VEAMOS LOS DE 80-90 y de 90-2000. En estas
décadas el sistema más que triplicó la población
con secundaria o más, que pasó de 9 a 28.6 millones.
La proporción de población adulta con secundaria pasó
de 23.8 por ciento a 45.4 por ciento. Los incrementos absolutos son de
9 millones y 10 millones, respectivamente, en los dos decenios, un poco
mayores que en el de 70-80, pero los incrementos relativos son mucho menores
-la participación en el total de adultos "sólo" se multiplica
por 1.6 entre 80 y 90 y por 1.2 entre 90 y 2000, en contraste con 2.7 de
1970-1980.
Cobertura educativa de los jóvenes
PUESTO QUE LA multiplicación por cuatro
del número absoluto, o por 2.7 del relativo, no puede sostenerse
por mucho tiempo, es necesario dilucidar en qué medida las cifras
reflejan una desaceleración real o la naturaleza del fenómeno.
Una manera de ver este fenómeno es mediante la población
marginal (o incremental) con cada uno de los niveles: consiste en dividir
el incremento de la población con el nivel educativo entre el incremento
en la población total del grupo de edad, lo que nos aproxima a la
cobertura a la nueva población. En cuanto a primaria, esta tasa
marginal de población no pobre extrema es prácticamente 100
en las tres décadas. ¿Significa ello que se ha llegado al
límite puesto que se está "otorgando primaria a todos los
nuevos adultos" y que, por tanto, no es posible técnicamente ir
más allá? Ello no es así, puesto que el incremento
en el número de adultos es el resultado de una población
inicial en el año base a la que se suman los que cumplen 15 años
durante la década, pero se restan todos los mayores de 15 que fallecen
o emigran del país. Por tanto, si todos los que cumplen 15 años
tienen la primaria o la secundaria completa, mientras una parte de los
que fallecen o emigran no la tenían, la cobertura marginal puede
ser mayor que ciento por ciento.
EN CUANTO A SECUNDARIA o más, la tasa marginal
de 70-80 es 56 por ciento, mientras que las de 80-90 y 90-2000 son de 80
por ciento y 77 por ciento, respectivamente. Aunque éstas son mucho
mayores que la primera, deben verse en relación con las tasas o
proporciones medias. La de 70-80 debe compararse con el 9 por ciento alcanzado
en 1970 (más de seis veces mayor), mientras la de 80-90 debe verse
en relación con el 23.8 por ciento de 1980 (3.4 veces más)
y la de 90-2000 con referencia al 37.1 por ciento de 1990 (2.1 veces mayor).
Esto mostraría una clara desaceleración a niveles de coberturas
marginales muy altos. La ligera baja en la cobertura marginal en los
90 respecto a los años 80 podría estar mostrando un estancamiento
en las coberturas de la educación secundaria a las nuevas generaciones.
La riqueza educativa
VIMOS QUE LA EVOLUCION de la población no
pobre (rica) en términos educativos es más rápida
en la década de los 70 que en las dos siguientes. Ahora veamos si
hay diferencias en la estructura de dicha evolución. Las estructuras
relativas (las proporciones de los tres grupos en los que hemos dividido
la población no pobre educativamente: con secundaria solamente,
hasta educación media superior y profesional incompleta o más)
se mantienen casi sin cambios entre 70 y 80 (31 por ciento, 42 por ciento
y 27 por ciento, respectivamente), reflejo de ritmos de crecimiento similares
en los tres segmentos. En cambio, en las décadas del neoliberalismo
crecen más despacio los dos segmentos superiores que, en consecuencia,
pierden participación en el total: hasta subprofesional pierde 5.8
puntos porcentuales y profesional incompleta o más pierde 4.1 puntos
porcentuales, todo ello a cambio de las ganancias de "con secundaria solamente"
(+9.9).
DE LA ULTIMA PÉRDIDA, la mayor parte (3.2
puntos porcentuales) ocurre en profesional completa o más, que desciende
de 11.2 por ciento a 8 por ciento. Ello se explica por la desaceleración
en el crecimiento de la población con profesional completa y posgrado,
que aumenta de 282 mil a un millón en la primera década,
llega a 1.4 millones en 1990 y a 2.3 millones en 2000. Un porcentaje de
la población de 15 y más años que apenas cambia en
los años 80 y 90, de 2.7 por ciento a 3.6 por ciento, lo que contrasta
agudamente con el decenio de los setenta en el que la proporción
se había multiplicado por 2.4 (de 1.1 por ciento a 2.7 por ciento).
HAY UNA SEVERA desaceleración en la educación
universitaria entre 80 y 90 que no puede atribuirse a la naturaleza de
la variable. Esta desaceleración puede
asociarse a la crisis, y aunque restaría averiguar las proporciones
en que ésta se manifestó vía la demanda o vía
la oferta de educación superior, las restricciones al acceso a ésta
y a la educación media superior son evidentes desde el gobierno
de Miguel de la Madrid.
EN SINTESIS, HAY una transformación negativa
de la estructura de los no pobres educacionalmente, lo que viene a añadirse
a la desaceleración en su crecimiento.
La estructura educativa
UNA MIRADA DE conjunto a las estructuras educativas
de la población adulta puede ayudar a apreciar el cambio espectacular
ocurrido en los años 70 y su desaceleración en la segunda
y la tercera. En 1970 la población en indigencia educativa (sin
instrucción) era 3.6 veces mayor que la población no pobre
(con secundaria o más). En 1980 las proporciones eran totalmente
diferentes. La población no pobre era 1.5 veces mayor que la situada
en la indigencia. Para alcanzar 91 por ciento de pobres (sin secundaria)
que había en 1970, en 1980 habría que añadir a la
población sin secundaria (76 por ciento), la que tenía preparatoria
incompleta, la que tenía preparatoria completa solamente y la mitad
de la que tenía estudios subprofesionales. Es decir, en 1980 tendríamos
el mismo nivel de pobreza que en 1970 si hubiésemos subido el límite
de pobreza de secundaria a la mitad de educación media superior.
En 1990 habría que subir el nivel a profesional incompleta para
obtener el mismo porcentaje de pobreza. Sin embargo, por el deterioro señalado
previamente en la composición interna de la población educativamente
no pobre, en 2000 habría que bajar de nuevo el umbral, ya que si
incluimos la profesional incompleta llegaríamos a 94 por ciento
de pobreza.
1La indigencia resulta cuando los adultos son
analfabetos o carecen de instrucción; la pobreza extrema cuando
no concluyeron la primaria completa y pobreza no extrema cuando no terminaron
la secundaria.