Torturadores, aliados de Washington en la "guerra contra el terrorismo", afirma
EU, cómplice en los abusos contra los derechos humanos, acusa Human Rights Watch
Da ayuda militar a regímenes represores de Tadjikistán, Uzbekistán, Filipinas y Omán, dice
DPA
Washington, 14 de febrero. Estados Unidos se está haciendo "cómplice" en los abusos contra los derechos humanos en otros países al "premiar" con asistencia militar desde el 11 de septiembre pasado a cualquier régimen que apoye su "guerra contra el terrorismo", de-nunció hoy Human Rights Watch.
En un informe de 15 páginas titulado Ne-gocios peligrosos, el organismo detalla có-mo Washington suministra asistencia militar a países como Tadjikistán, Uzbekistán, Filipinas, Omán o las fuerzas antitalibanes en Afganistán, sin importarle que se trata de violadores de los derechos humanos.
Destaca que el gobierno de George W. Bush y el Congreso de Estados Unidos han levantado las sanciones que limitaban la transferencia de armas a países donde se violan los derechos humanos, como los mencionados, que se han caracterizado por la tortura, asesinatos políticos, detenciones ilegales y persecución religiosa.
El director del organismo humanitario, Joos R. Hiltermann, dijo que "estas transferencias no harán que Estados Unidos gane seguridad en el largo plazo", pero sí "hacen que sea cómplice en los abusos a los civiles en otros países".
Citó que en estos tiempos de conflictos internacionales Washington debería controlar cuidadosamente sus programas de asistencia militar, y no hacer más laxos los controles sin tener en cuenta las consecuencias en el plano de los derechos humanos.
En el informe se subraya que Tadjikistán tiene un historial de torturas, supresión de la oposición política y de la prensa, además de arrestos basados en la religión que se profesa. En cambio, se le "premió" por su apoyo a la "guerra contra el terrorismo".
Los estadunidenses han "premiado con promesas de asistencia militar y política" a quienes avalaron su guerra en Afganistán, como Uzbekistán, país que recibirá 43 millones de dólares para seguridad, incluyendo 25 millones de dólares en asistencia militar y entrenamiento y 18 millones para seguridad fronteriza.
Tras hacer énfasis en que "Uzbekistán tiene una espantosa política de derechos humanos, que abarca tortura y persecución religiosa", Human Rights Watch apunta que en octubre del año pasado el gobierno estadunidense comenzó a entregar armas y municiones a fuerzas antitalibán.
"A pesar de que se le pidió respetar los derechos humanos, Estados Unidos casi no hizo esfuerzo alguno para mantener esos equipos fuera de las manos de los peores abusadores de los derechos humanos", dijo, y añadió que algunas de esas fuerzas "están ahora maniobrando para hacer fracasar los esfuerzos del nuevo gobierno afgano para restaurar el estado de derecho".
Otro caso es Filipinas, con una ayuda militar de 100 millones de dólares, que comprende aviones y cientos de armas y entrenamiento antiterrorista conjunto, pese a que el Departamento de Estado recién informó que fuerzas policiales y militares efectúan ejecuciones sumarias, desaparecen gente, torturan y arrestan en forma arbitraria.
En torno al Medio Oriente el organismo denuncia que se establecieron mecanismos para acelerar la aprobación en el Congreso de miles de millones de dólares en la venta de armas, bombas, aviones de combate y misiles, como en el caso de Omán, que hará adquisiciones de ese tipo por un total de mil 120 millones de dólares.