Altos mandos del ejército desmienten rumores sobre un golpe cívico-militar

Continúa el conflicto social en Argentina

El presidente Duhalde asegura que en 60 días "se podrá ver la luz al fondo del túnel"

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 14 de febrero. La tragedia social que vive Argentina quedó reflejada este día en la ciudad de Córdoba, capital de la provincia central del mismo nombre, cuando una mujer desempleada se prendió fuego a la vista de su pequeño hijo, frente a la sede del gobierno, al no lograr una respuesta ante su desesperado pedido de vivienda para ambos.

En este contexto de creciente conflicto social continuaron los saqueos. También en Córdoba, en la localidad de Villa Dolores, la policía reprimió con balas de goma y gas lacrimógeno a un grupo de indigentes que había comenzado a saquear un supermercado. Los pobladores se defendieron lanzando piedras; el enfrentamiento dejó varios heridos y lesionados.

Asimismo, la represión policial contra una protesta de empleados municipales que reclamaban sueldos atrasados dejó cinco heridos en la norteña provincia de Salta.

También hubo protestas de empleados, jubilados y comerciantes, cuyos negocios están despareciendo, en la ciudad de Rosario, en la balnearia Mar del Plata y en las provincias de San Juan y Chaco, entre otras, mientras que en la periferia de la capital, miles de piqueteros (desocupados) bloquearon puentes de acceso para exigir "pan y trabajo".

Y en todo el país continuaron los escraches (manifestaciones) contra los bancos, cuando sigue sin solución el corralito bancario impuesto el 3 de diciembre pasado por el ex ministro de Economía Domingo Cavallo, y que ahora se está convirtiendo en un corralón que encierra los ahorros de todos hasta quién sabe cuándo, como dicen los vecinos en las asambleas barriales.

Estos son sólo pantallazos que revelan la ascendente demanda social. En este escenario regresaron los rumores sobre un golpe cívico-militar, alentado según algunos analistas por el entorno del ex presidente Carlos Menem, vocero de la dolarización e impulsor de las privatizaciones salvajes y la política de paridad peso-dólar que culminaron en la más grave crisis argentina.

Los altos mandos del ejército salieron a negar hoy estas versiones, ya que algunos medios incluso han llegado a hablar de "un baño de sangre".

La sensación de conspiración está en el aire, especialmente después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Washington despacharon con una palmada en la espalda y las manos vacías al ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, quien fue a exponer el plan económico que cumple con algunas de las exigencias de los organismos financieros y el Departamento del Tesoro estadunidense.

Para dichos organismos, se necesitan cambios en la cuestión tributaria y fiscal, en la relación con las provincias, la negociación de la deuda externa y restructuración de los bancos, así como dar más detalles de su presupuesto de 2002, según admitió Remes Lenicov.

Bush reitera apoyo al presidente

Y aunque el presidente estadunidense, George W. Bush, reiteró este jueves su apoyo a Eduardo Duhalde porque quiere que "Argentina tenga éxito", y afirmando que cooperará para que este país salga de la recesión y pueda "reforzar el sistema financiero", nadie cree en estas ofertas.

Y pocos creen que la vaquita de peluche bautizada Valentina, que el nuevo embajador argentino en Washington regaló hoy a Bush al presentar credenciales, cambie algo. Diego Guelar, quien ya había sido embajador en los últimos años del menemismo, djio que Valentina representaba la campaña "para recuperar el mercado de la carne" argentina, excluida de Estados Unidos por un brote de aftosa.

Por su parte, Duhalde acusó este día a dirigentes políticos -que no identificó- de sembrar "semillas de odio" y de comportarse como si estuvieran en campaña electoral, al salir al paso de las informaciones negativas que se lanzan desde medios controlados por Menem, su enconando enemigo dentro del Partido Justicialista (peronista).

Durante su mensaje habitual a la población por Radio Nacional, el mandatario aseguró que en estos próximos 60 días "se podrá ver la luz al fondo del túnel" y que al final de este mes anunciará el prometido plan de obras públicas.

Sin embargo, la sensación de parálisis lo invade todo, el ambiente es sumamente tenso y la presión social aumenta peligrosamente.

El gobierno también se enfrenta a una "conspiración" empresarial, después que decretó la aplicación de derechos de exportación de 20 por ciento para los hidrocarburos y vetó parcialmente la Ley de Quiebras.

Habían trascendido ya virtuales amenazas de la empresa española Repsol-YPF -que se quedó con los yacimientos de gas y petróleo tras la privatización de ese rubro en Argentina- de promover despidos. En estos momentos, en distintas plantas y refinerías del país existen piquetes de trabajadores que están en vigilia permanente para evitar despidos y pidiendo la renacionalización del sector.

Asimismo, las empresas de servicios como las de electricidad -también privatizadas durante el menemismo- advirtieron sobre "posibles apagones" al llegar el invierno. Las telefónicas -de acuerdo con una denuncia de consumidores- habrían disminuido los pulsos para de esta manera hacer la diferencia con sus cobros, que hasta la reciente devaluación estaban sujetos al dólar y a la inflación estadunidense, de acuerdo con los compromisos establecidos con el gobierno de Menem.

Así, todo se ha convertido en una maraña de presiones. Si el gobierno no autoriza un incremento de 7 por ciento, aproximadamente, para las tarifas de electricidad, habría que enfrentar apagones. Los voceros de la compañía sostuvieron que la devaluación del peso llevará al sector a reducir la producción entre 4 y 25 por ciento en "horas pico".

También el gobierno está preocupado por el incremento en los precios de medicamentos por parte de los laboratorios extranjeros, e incluso se dispuso que el ministerio de Salud y el ejército trabajen en conjunto para proveer de algunas medicinas a los hospitales públicos, literalmente vacíos por la crisis.

Los jubilados demandaron ayer acciones rápidas y drásticas, en su renovada y conmovedora marcha de los miércoles ante el Congreso, y expusieron las dramáticas consecuencias que está causando el abandono de miles de ancianos en el país.

Si algo faltaba en este dramático tablero, varias provincias no comenzarían el ciclo lectivo en marzo próximo por la deudas salariales con los docentes, en momentos en que un fallo judicial avaló el derecho de los educadores a realizar huelgas, al prosperar una acción de amparo interpuesta por la Unión de Docentes Argentinos.