De 84 a 99, la reserva perdió 40% de cobertura vegetal

Causa la deforestación mayor mortandad de la monarca

Se debe regenerar el bosque, sostiene director del WWF

ANGELICA ENCISO L.

De 1984 a 1999 se perdió 40 por ciento de la cobertura vegetal de la reserva de la biosfera de la mariposa monarca, lo cual, junto con los fenómenos climáticos, influyó en la mortandad de millones de ejemplares de esa especie en enero pasado, informó Juan Bezaury Creel, director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

Dijo que no existen cifras precisas de la cantidad de ejemplares muertos porque Lincoln Brower, creador del método de cuantificación de la mariposa, "echó por tierra sus teorías" al señalar que durante las heladas del 13 y 14 de enero perecieron 250 millones de mariposas. Aproximadamente 72 millones por hectárea en la colonia El Rosario y 26 millones por hectárea en Sierra Chincua. Antes, el mismo investigador había estimado la presencia de 10 millones de ejemplares por hectárea.

Sostuvo que la mortandad de las mariposas "fue (causada) por tres factores: el frío, el agua y los cielos claros, porque cuando se presentan heladas el calor de la tierra sube al espacio". Y precisamente esta irradiación nocturna "se puede evitar con una cobertura vegetal bien establecida".

En entrevista, explicó que desde hace 26 años se estudia el fenómeno migratorio de las mariposas monarca, que cada año viajan durante el invierno desde los bosques del sur de Canadá y el norte de Estados Unidos hacia los bosques de oyamel de Michoacán.

"Me parece valiente que (Brower) eche atrás todas sus teorías; quizá no sean 250 millones de mariposas, pero lo importante es que cuestionó todo el esquema." Agregó que en este método se basan las estimaciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la UNAM, que indican para este año una presencia récord de 110 millones de ejemplares y una mortandad de 40 millones.

Dijo que ahora se desarrollará una discusión técnico-científica para "afinar la cifra"; la cuestión es que la cantidad de mariposas que arriba a la reserva es mucho mayor que lo que calculábamos, y es una realidad que se observó la mayor mortandad en 26 años.

Programa de conservación

Detalló que en 2000 se amplió el decreto de la reserva de la biosfera, y la superficie total quedó en 56 mil hectáreas, de las cuales 14 mil están en la zona núcleo, por lo que ahí no se puede realizar ninguna actividad productiva.

Indicó que para apoyar a los ejidatarios cuyas tierras quedaron en esta área y que tenían permisos de la Semarnat para talar el bosque hasta por diez años, la WWF impulsó el esquema de "pago por conservación".

Este pago comenzó a aplicarse en 2000. En caso de que las comunidades tengan permiso, es de 8 dólares por hectárea, y de 12 dólares para quienes carecen de él. Como las autorizaciones para talar árboles quedaron suspendidas, se compensa a los ejidatarios económicamente, explicó.

Los recursos para efectuar esos pagos provienen de donaciones de la Fundación Packard, que aportó 5 millones de dólares; Semarnat, un millón de dólares; el estado de México estaría por entregar un millón de dólares y falta la aportación de Michoacán. Actualmente el fondo es de 6 millones de dólares, pero se requieren 21 millones para la protección total de la zona.

Con ese dinero se constituyó el Fondo de Conservación de la Mariposa Monarca y de ahí provienen los recursos que se pagarán a los ejidatarios a perpetuidad. Sin embargo, agregó, se deben buscar otros mecanismos de financiamiento porque "no se pueden esperar donativos para siempre".

Bezaury Creel dijo que los pagos no se hacen por el costo comercial de la madera, pero a la cantidad que entrega la WWF se suman los recursos a los que pueden acceder los campesinos mediante los programas de Desarrollo Forestal, de Plantaciones Forestales y de Empleo Temporal. "Se paga el hecho de que la gente cuide el bosque, porque la solución última es que sus residentes lo protejan".

"El bosque es de los dueños y se compensan los servicios que dan a la mariposa monarca", precisó. En la actualidad hay 30 ejidos, a los cuales se les entregan los pagos anuales por conservación. En 2000 los ejidatarios recibieron 159 mil pesos y el año pasado 866 mil pesos.

El ambientalista consideró que los resultados de este programa y de otras acciones gubernamentales ya se comenzaron a notar, a pesar de la gran mortandad de mariposas. "La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) le está entrando en serio. Ha realizado operativos grandes y sacado gente de ahí. La reserva está considerada entre las zonas de ingobernabilidad y hay sitios a los que el Ejército no entra", explicó.

El problema de la deforestación, agregó, se detuvo en la zona núcleo, pero para que la cobertura vuelva a ser la de un bosque casi virgen aún se llevarán 10 o 15 años y para una recuperación total se requerirán 50.

Explicó que para la zona de amortiguamiento se pretende hacer un bosque productivo y que la gente viva de él. "Ahí se debe establecer un esquema para transformar las milpas en árboles, desarrollar un sistema para pagar el valor del maíz, dejar crecer el bosque y cuando éste haya crecido, recuperar su productividad." También se debe desarrollar el turismo, que haya hoteles "decentes" que funcionen todo el año y no sólo en la temporada invernal, cuando arriba la mariposa, concluyó.