Se realizará también en Monterrey,
unos días antes, del 14 al 16 de marzo
Más de 700 ONG participarán en foro paralelo
a la reunión de la ONU sobre financiación del desarrollo
Buscarán alternativas para abordar los problemas
del avance social sustentable e igualitario
GEORGINA SALDIERNA
Con la participación de más de 700 organizaciones
no gubernamentales de todo el mundo, del 14 al 16 de marzo se llevará
a cabo en Monterrey el Foro Global Financiación para el Derecho
al Desarrollo Sustentable con Equidad, el cual reunirá a destacados
intelectuales y más de 3 mil personas interesadas en esa problemática.
La
reunión se realizará de manera paralela a la Conferencia
Internacional de Financiación para el Desarrollo que organiza Naciones
Unidas del 18 al 22 de marzo en la misma ciudad de Monterrey, en la que
hasta la fecha se ha confirmado la presencia de 40 jefes de Estado y de
gobierno, además de ministros de finanzas y economía.
Laura Frade y Alejandro Villamar, del comité organizador
mexicano del Foro Global, explicaron que su propósito al promover
este encuentro no sólo es oponerse a diversas políticas neoliberales,
sino hacer propuestas de solución a los problemas. De esta manera,
señalaron que harán llegar a los participantes de la reunión
oficial una serie de planteamientos en relación con los cinco temas
que abordarán: movilización de recursos nacionales y ajuste
estructural; inversión de recursos internacionales y comercio; deuda
externa; asistencia oficial para el desarrollo, y asuntos sistémicos.
En conferencia de prensa, dijeron que han girado invitaciones
a intelectuales y opositores a la globalización, como José
Bové, Noam Chomsky y Eduardo Ga-leano. Se espera que al foro asistan
unas 3 mil personas, pero en la movilización que se efectuará
durante la reunión oficial de la ONU se estima la presencia de unas
20 mil personas.
Las organizaciones no gubernamentales presentaron ayer
la agenda mínima que promoverán durante su foro y en la cumbre
de Naciones Unidas. En ella se plantea la regularización de los
flujos de capital internacional mediante el establecimiento de un impuesto
a las transacciones financieras extranjeras, subiendo el porcentaje en
tiempos de crisis, para evitar la fuga de capitales.
También se demanda el aumento de los recursos destinados
a la asistencia oficial para el desarrollo y la eliminación de la
condicionalidad que conlleva, con lo que busca dar cumplimiento al objetivo
de que los países industrializados destinen 0.7 por ciento del PIB
a ese rubro.
Otra de las propuestas es que se elimine la condicionalidad
del ajuste estructural en los programas que impulsan el Banco Mundial,
el Fondo Monetario Internacional y los bancos regionales, y que se revisen
los criterios actuales y se adopte un enfoque de desarrollo humano para
medir la sostenibilidad de la deuda externa. Esto implica que un país
pague no en función de los compromisos adquiridos con anterioridad,
sino de sus necesidades para alcanzar el desarrollo humano, sustentable
y con equidad.
Se plantea, además, la condonación del débito
en el caso de los países altamente endeudados; democratización
en las decisiones que toman el Banco Mundial y el FMI, de tal forma que
las determinaciones no se hagan de acuerdo con la fórmula un dólar
invertido igual a un voto, como ocurre en el primer organismo, en el que
Estados Unidos cuenta con 18 por ciento de los votos, mientras que México,
todos los países de Centroamérica, Venezuela y España
tienen sólo 4.01 por ciento de los votos.
Asimismo, se propone la desaparición de las barreras
al comercio y que Naciones Unidas asuma un papel preponderante en el desarrollo
económico y social, de tal forma que el Banco Mundial y el FMI le
rindan cuentas.
Por último, Frade y Villamar dijeron que las agrupaciones
sociales y civiles no están exigiendo nada más de lo que
hace muchos años los gobiernos y los organismos internacionales
se comprometieron a cumplir, pero no lo han hecho