CUIDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
PARA QUE nadie se diga sorprendido voy a relatar un episodio de la vida del PRI en esta ciudad y después podrá el lector sacar sus propias conjeturas.
RESULTA QUE en julio de 2001, mientras se cocinaba la sucesión del presidente de ese instituto político en el DF, la fracción del tricolor en la Asamblea Legislativa se dividió por las diferencias de los diputados priístas en torno al proceso, que terminó siendo aplazado por el Comité Ejecutivo Nacional y aún no se lleva a cabo.
ASI LAS cosas, el 12 del mes y año referidos, la diputada María de los Angeles Moreno recibió en su despacho una atenta misiva que, como todas las de él, iniciaba con un: "Estimada Diputada", firmada por su correligionario Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre. Sí, el mismo que en una carta dirigida a este espacio juraba por Dios santito su lealtad y fidelidad a la coordinadora de su fracción en la ALDF.
Y BIEN, después de los cumplidos viene el primer golpe: "Deseo -le dice a María de los Angeles Moreno- manifestarle mi decisión de retirar mi apoyo y trabajo legislativo a la coordinación que usted encabeza a nombre del PRI en la ALDF."
PERO EL asunto no quedó allí, el legislador razonó su decisión, como también es su costumbre, en cinco puntos. Desde el primero advierte un escenario que hoy se ha consolidado entre los miembros de ese partido, tanto en el DF como en otras partes del país. Dice el diputado:
"SI BIEN es cierto que usted y YO (en mayúsculas, como en el original) compartimos los mismos principios ideológicos de un partido, es claro que el proyecto de renovación, refundación y la estrategia de corto, mediano y largo plazo de nuestro instituto político NO (como en el original) es coincidente, a pesar de que, se quiera o no admitir, los tiempos han cambiado y las decisiones no pueden seguirse tomando de manera unilateral o inducidas, como hasta la fecha usted lo ha venido haciendo desde el seno de la fracción."
EN EL tercer punto de la carta dice: "Su conducta demuestra un interés de controlar a como dé lugar al partido. Primero nos conminó (sic) a alejarnos de proyectos personales, pero después nos comentó que el que más méritos tiene para conducir al partido (en el DF) es Arnoldo Ochoa, y que va a votar por él. Qué bueno que lo haga; está en su derecho de apoyar a quien usted decida. Ese sí es un proyecto personal, pero también es una actitud incoherente y antidemocrática".
EL CUARTO punto pretende dar la puntilla: "En lo que se refiere a la fracción, usted ha tratado de convertirla en el anexo del gobierno de la ciudad y su partido, defendiendo siempre y apoyando todo lo que le marquen éstos, sin entender que somos un partido en la oposición y no colaboracionista".
EN FIN, los problemas entre priístas siguen siendo los mismos desde hace buen rato, porque al parecer ya no todos caben en el mismo chiquihuite y las desavenencias y los empujones están a la orden del día.
EL PROBLEMA es que ya no hay para dónde hacerse, porque la credibilidad de unos y otros sigue en franca picada. Ya hablaremos de eso mañana.
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