Casi al concluir su gestión, edil priísta basificó a personal y heredó el conflicto al PAN

El viacrucis económico del municipio de Ensenada enfrenta al alcalde con burócratas

La alcaldía se declaró dos veces en bancarrota; su presupuesto es de $438 millones y adeuda 270

JORGE ALBERTO CORNEJO CORRESPONSAL

Tijuana, BC, 25 de febrero. Políticamente enfrentados, los burócratas del ex ayuntamiento priísta de Ensenada están decididos a hacerle la vida imposible al alcalde panista Jorge Catalán Sosa por su decisión de despedir a más de 200 trabajadores, quienes fueron sindicalizados en los últimos días de la pasada administración local.

A partir de este lunes, los trabajadores del municipio realizaron paros de labores y desde el domingo efectúan plantones en todos los actos públicos donde se presenta el edil Catalán Sosa, quien ha advertido que la basificación de última hora de los burócratas es sólo una más de las múltiples irregularidades que le fueron heredadas por su antecesor, el ex candidato priísta a la gubernatura de Baja California, Daniel Quintero Peña.

Además el panista recibió el ayuntamiento el pasado 31 de octubre con un adeudo de 210 millones de pesos, más el compromiso de pagar aguinaldos y algunas quincenas pendientes a los trabajadores de la ciudad, lo que obligó a la nueva administración endeudarse por otros 60 millones con el gobierno del estado, elevando así el saldo de su deuda en 270 millones de pesos.

El presupuesto para este año en el municipio -el más grande del país con una extensión de 52 mil 646 kilómetros cuadrados- es de apenas 438 millones de pesos.

El alcalde panista asegura que los recursos son insuficientes y no soportan una nómina tan elevada.

Con más de medio millón de habitantes, Ensenada sólo cuenta con 50 patrullas para 23 delegaciones rurales y la zona urbana.

Catalán Sosa afirma que las malas administraciones anteriores efectuaron un dispendio irresponsable de los recursos del ayuntamiento, "y hoy es tiempo de hacer algunos ajustes, incluyendo el despido de trabajadores que resultan innecesarios para el buen funcionamiento de la administración", indicó el edil panista Catalán Sosa.

Por su parte, el director de Desarrollo Social Municipal, Refugio Valenzuela Coronado, informó que como efecto de la revisión y análisis que se llevan a cabo en estos momentos sobre las obras de la pasada administración priísta, se han detectado anomalías en 80 por ciento de 130 expedientes de las acciones realizadas en las zonas urbana y rural, así como inversiones mal aplicadas y prioridades mal establecidas, indicó.

El funcionario informó que de acuerdo con la normatividad, se levantan las actas respectivas a fin de informar de lo anterior a la sindicatura municipal, que deberá emitir el dictamen final.

Según explicó, en algunos casos los recursos destinados a determinada obra fueron aplicados a otra sin el trámite correspondiente, lo que también es una irregularidad, comentó.

La mayor deuda del municipio es con el Instituto de Servicios de Seguridad Social para los Trabajadores del Estado de Baja California (Issstecali), instancia a la que durante años se dejó de pagar las cuotas correspondientes por la atención médica de los burócratas, y que hoy asciende a casi 90 millones de pesos.

También se mantiene una deuda de 33 millones de pesos con diversas instituciones bancarias a las que se recurrió para el pago de salarios y adquisición de las pocas patrullas con las que cuenta la ciudad.

A la Comisión Federal de Electricidad se le adeudan 4.5 millones de pesos y 5.7 más al Instituto Mexicano del Seguro Social, donde están inscritos los policías municipales. Adicionalmente, a la Secretaría de Hacienda se le adeudan 2.5 millones de pesos y 5.5 al Consejo Municipal de Urbanización de Ensenada.

El ayuntamiento de Ensenada ha tenido que declararse en banca rota. Según Catalán Sosa, a ello han contribuido también las administraciones panistas que iniciaron en 1986 con Ernesto Ruffo Appel, y antes de ese año gobernaron la ciudad el PST y el PRI.

Luego de Ruffo siguieron las administraciones de Jesús Del Palacio y Oscar Sánchez, ambos panistas.

En 1995, el priísta Manuel Montenegro gobernó la ciudad y le siguió en el trienio 1998-2001 su compañero de partido Daniel Quintero Peña.

Apenas en noviembre, el panista Catalán Sosa tomó posesión de su cargo como alcalde, y denunció que las finanzas de la ciudad están severamente deterioradas por dispendios que se registraron en las pasadas administraciones.

Decidido a poner fin a los malos manejos de los recursos de la ciudad ordenó una auditoría general, que ha detectado la aplicación discrecional, sin proyección alguna, en 70 por ciento de los recursos que para obra pública del municipio se tenían.

Las irregularidades, advirtió el alcalde panista, serán sancionadas administrativamente, "y en aquellos casos que se comprueben actos de corrupción se procederá penalmente".

Como respuesta a la actitud tomada por el presidente municipal, el sindicato de burócratas inició este día un paro indefinido de labores.

Recientemente hubo un encuentro entre los burócratas y el alcalde Catalán Sosa, en una sesión de cabildo, el cual que arrojó resultados negativos ante la presencia de los regidores del ayuntamiento.

El líder sindical Francisco Cruz Zepeda informó que como resultado, por unanimidad, más de mil 400 sindicalizados decidieron tomar medidas más drásticas.

"Por lo pronto, vamos a suspenderle todos los apoyos que se están dando los fines de semana en cuanto a recolección de basura, la utilización de maquinaria pesada en diferentes colonias y, sobre todo, mantenerse en el paro general", afirmó.

el dirigente sindicalista Cruz Zepeda.