CUIDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
El proceso tricolor
Los enredos de la casa
LUEGO DE las seis de la tarde del domingo, al emitirse el último voto de los priístas para elegir al nuevo presidente nacional de esa organización, empezaron las verdaderas elecciones. Aquí, como en Las Vegas, la casa también juega.
CADA MINUTO que pasa, cada día transcurrido, hace más y más sospechosa la limpieza del proceso. Cuando las cifras parecen suficientemente claras como para designar al triunfador, viene otra vez una ola de sufragios que voltean las tendencias.
ES, Y déjeme hacer el símil, algo parecido a una subasta, y cuando alguien afloja, el otro repunta, pero la pieza siempre está a disposición del mejor postor.
Y EN esta subasta o como usted quiera llamarle la casa juega y siempre gana. No, no se confunda usted, la casa no es el PRI. La casa juega sin riesgos, sin apuesta.
LAS REGLAS, nuevas por cierto, señalan cómo y qué hacer en cada paso del juego; la primera de ellas, como habíamos dicho, es no perder. Por eso la casa parece mantenerse al margen de la partida, pero sólo es apariencia.
LA SEGUNDA es mantener a las partes ilusionadas con el triunfo. Se trata de que quien se sienta perdedor suba la apuesta y durante un lapso considere el triunfo seguro.
EN LA aplicación de esta norma se acuerda con los jugadores la validez del uso de recursos extrajuego. Se vale, entonces, hacer creer al enemigo que se tiene un juego superior, sin llevar nada.
TAMBIEN SE considera legal que se acarreen fichas si por algún motivo los jugadores se quedan sin los recursos suficientes para el revire. Como quien dice, el que tenga más fichas podría convertirse en ganador, aunque cada ficha signifique un compromiso.
Y LA tercera pretende asegurar que el perdedor pueda ejercer el divino derecho al pataleo, sin acusar en ningún momento a la casa que propicia el juego.
PERO EN todo esto la casa siempre tendrá mano al cambiar de preferido y repartir las cartas como mejor le venga en gana. Para ello puede acordar con alguno de los jugadores, siempre en lo oscurito, algunas formas que beneficien a una de las partes.
TAMBIEN ES derecho de la casa romper el acuerdo unilateralmente, sin previo aviso, y realizar nuevos acuerdos con quien más le convenga. Esas parecen ser las reglas, pero hay veces que no surten efecto.
ESE SERIA el caso si Roberto Madrazo pierde la elección, porque se supone que la casa, Los Pinos, ya habría tomado partido por él; así que hasta ésta podría perder Fox si Madrazo es derrotado, porque la casa esta vez no cambió a tiempo de bando.
EN FIN, dentro de muy poco tiempo deberá terminar la farsa, este juego en el que nadie puede creer, pero que tiene entretenidos, divertidos, a muchos, mientras por debajo del puente sigue corriendo agua sucia.
La guerra puerca
Y YA que hablamos de porquerías, permítame platicarle otra.
EL DOMINGO en la noche, después de las 10 de la noche, la señora Abigail Loyola, vecina de una colonia del centro-oriente de la ciudad, se presentó a la agencia 66 del Ministerio Público para hacer una denuncia respecto del proceso electoral priísta.
SEGUN LA denunciante, un individuo se robó 12 urnas en la delegación Venustiano Carranza, que gobierna Acción Nacional, y algunos de sus miembros acompañaron a la denunciante a levantar el acta en la agencia que se halla en Norte 13 y bulevar Aeropuerto, colonia Moctezuma.
EL ACUSADO, para no variar, es diputado y es priísta. No se sabe a ciencia cierta a cuál de los bandos trató de beneficiar, pero lo cierto es que la denuncia se hizo en contra Ƒde quién cree usted? Bueno, pues del diputado Arturo Barajas, según explican las fuentes.
OTRA VEZ el Partido Revolucionario Institucional, otra vez el diputado Barajas. A ver cuándo entienden.
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