MEXICO S.A.
Carlos Fernández-Vega
EL GOBIERNO DE Estados Unidos envía insistentes y cotidianos mensajes sobre la eventual recuperación de su economía, señales que han motivado el alicaído ánimo de los principales centros financieros mundiales, en el suelo desde aquel 11 de septiembre de 2001.
DE HECHO, EL secretario estadunidense del Tesoro, Paul O'Neill, ha comentado que "hay suficientes evidencias de que estamos en las primeras etapas de un periodo de recuperación económica... Es importante no permitir que se esfume la recuperación de la mayor economía del mundo".
DE IGUAL MANERA, la comunidad financiera internacional espera, ansiosa pero positiva, el informe semestral al Congreso de Estados Unidos que presentará hoy el presidente de la Reserva Federal, el gurú Alan Greenspan, quien a lo largo del último año no perdió oportunidad para advertir, a tirios y troyanos, sobre los riesgos de debilidad en la dinámica económica de su país y, por ende, los drásticos efectos en las globalizadas economías del planeta.
ASI PUES, CON LOS mensajes enviados, todos contentos... o casi todos, porque a todas luces las alentadoras perspectivas de recuperación económica promovidas por el gobierno estadunidense parecen no incluir a buen número de países y, mucho menos, a la creciente población marginada del planeta.
UNA DE LAS REGIONES que no ha sido convocada para compartir ese renovado ánimo del gobierno estadunidense y de los principales centros financieros internacionales es, lamentablemente, América Latina y sus cerca de 250 millones de habitantes que sobreviven en condiciones de pobreza y miseria.
LA CIRCUNSTANCIA anterior fue ratificada ayer por el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, quien dio a conocer una perspectiva muy diferente, y desde luego nada grata, a la divulgada por los voceros oficiales y oficiosos del gobierno estadunidense: en 2002, "el crecimiento económico promedio de América Latina será cercano a cero por ciento y no habrá un repunte sólido antes de 2003... En el mejor de los casos, las proyecciones para este año son las mismas que en 2001, con un crecimiento bordeando el cero por ciento", aunque en el caso de Argentina, que vive la peor crisis económica de su historia, la situación resultó mucho más drástica, ya que el propio gobierno del presidente Duhalde ha estimado que el desplome económico en 2001 no será menor a entre 5 y 6 por ciento del producto interno bruto.
PREVIO A LA REUNION anual de la Asamblea de Gobernadores del BID, que se realizará del 11 al 13 de marzo próximos en la ciudad de Fortaleza, Brasil, Iglesias presentó en Washington un balance de los resultados económicos latinoamericanos en 2001: las crisis bursátiles, el efecto recesivo provocado por los atentados del 11 de septiembre y el estallido de la crisis argentina, contribuyeron, dijo el funcionario, a que la región creciera mucho menos de lo originalmente estimado: 0.5 por ciento contra 4.5 por ciento.
PARADOJICAMENTE, EL presidente del BID se subió al carro de los receptores de los mensajes optimistas lanzados desde Washington, toda vez que consideró que las estadísticas "permiten ser optimistas con respecto a la recuperación estadunidense, lo cual impulsaría a América Latina... Va a depender mucho del ritmo de recuperación de Estados Unidos y de los precios de las materias primas".
DE CUMPLIRSE ESE pronóstico, tanto de la economía estadunidense como de los precios internacionales de las materias primas, no cabe duda que la recuperación tendría que ser gigantesca, histórica para que, en los hechos, las naciones latinoamericanas pudieran, eventualmente, salir del hoyo en el que se encuentran desde tiempos inmemoriales.
MIENTRAS AMÉRICA Latina prende sus veladoras y reza por que se concrete el citado pronóstico -algo por demás improbable-, el propio Iglesias anunció la posibilidad de que el organismo que preside otorgue "créditos de emergencia" al gobierno argentino para que éste aligere los efectos de la crisis financiera. "Argentina es el candidato más claro para usar la línea de crédito de emergencia", dijo el uruguayo.
ESA ERA LA BUENA noticia. Sin embargo, antes de concluir la frase, el presidente del BID puso la primera condicionante: el organismo bancario canalizaría esos recursos crediticios, siempre y cuando Argentina y el Fondo Monetario Internacional aprueben un acuerdo previo sobre un programa económico que "pueda ser apoyado" por la comunidad internacional.
EL PAQUETE TODAVIA no está, pero la disposición del gobierno argentino parece que sí: "Si no hay un acuerdo -con el FMI-, si no nos dan una mano, va a ser muy difícil salir, es cierto... pero todos los países igualmente salen de crisis profundas, aunque si nos ayudan, (será) mucho mejor", de acuerdo con el propio presidente Duhalde.
Las rebanadas del pastel:
UN GENEROSO LECTOR que nos sigue desde Guadalajara obsequió la cereza para el pastel en el tema de las instituciones crediticias que ayer abordamos en este espacio: "Usted habla de los bajos rendimientos que los bancos mexicanos pagan al cliente en las tasas pasivas. ƑY qué me dice de los cargos -'comisiones'- que los mismos bancos le hacen a éste por 'tener el privilegio'de guardar su dinero? Ejemplo: Bancomer-BBV. Cuenta: El Libretón, la más humilde y barata; emisión de más de tres cheques mensuales: 10 pesos; retiros en ventanilla: 20 pesos; más de 10 retiros en cajero automático: 5 pesos; cargo anual por manejo de cuenta: 150 pesos, y muchos otros cargos a los que hay que agregar el IVA. Así, promediando una serie de operaciones mensuales de un cliente común y corriente que utilice esa cuenta para hacer sus pagos de servicios más esenciales (como los que hace un servidor), resulta que tener una cuenta de ahorros de ese tipo le cuesta al usuario entre 450 y 500 pesos anuales. Para ganar ese interés con el banco (pagan el 1.5 por ciento anual), se necesita tener más de 30 mil pesos en dicha cuenta. Si no es así, pierde uno. Cabe agregar que en Inglaterra le platiqué al gerente de un banco (Natwest) esta situación, y entre admirado e incrédulo me preguntó si no había en México un organismo regulador gubernamental que frenara tal usura, ya que ellos no podrían imponer cargos así en detrimento de sus clientes, aunque quisieran"... El Grupo Financiero Banorte y el Infonavit ampliaron ayer un convenio de colaboración que facilitará el acceso de la población derechohabiente a la adquisición de vivienda en condiciones más favorables, por medio de un programa de apoyo de la institución pública. El crédito podrá ser destinado a la compra de casa habitación, nueva o usada, con un valor máximo de 390 veces el salario mínimo mensual del Distrito Federal, alrededor de 495 mil pesos.
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