Piden presentar queja ante instancia perredista
Rechazan Guerrero y Saucedo campaña de calumnias en su contra
RAUL LLANOS SAMANIEGO
Luego de ratificar que será el 2 de marzo cuando se efectúe el debate entre los ocho candidatos a la dirigencia del PRD capitalino, Agustín Guerrero y Francisco Saucedo criticaron la estrategia de difamación y calumnia que utilizan otras planillas para ganar la simpatía de los perredistas.
En conferencia de prensa, los aspirantes a la dirigencia estatal del partido del sol azteca consideraron que existen los canales adecuados para denunciar alguna anomalía; no obstante, destacaron que hasta el momento ninguno de sus contrincantes ha presentado una queja formal ante la Comisión Estatal de Garantías y Vigilancia.
La postura de los integrantes de la planilla dos responde a los cuestionamientos que públicamente han realizado Víctor Hugo Círigo y Lorena Villavencio, quienes aseguran que desde algunas instancias del gobierno capitalino se está apoyando la postulación de Guerrero y Saucedo, incluso han buscado una entrevista con el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, para exponerle esa situción.
Ayer, Agustín Guerrero precisó que la conducta de todos los miembros del partido debe apegarse a la institucionalidad del partido, y en ese sentido destacó que "las acciones deben ajustarse a las obligaciones y derechos que tenemos, por lo que si hubiese alguna irregularidad, debe ser presentada ante la Comisión de Garantías y Vigilancia".
De hecho, informó que habló con los integrantes de dicha instancia de control interno y se le notificó que hasta el momento nadie ha presentado querella alguna, lo que indica, por una parte, que esto "va por buen camino", y por otra, que las declaraciones respecto de supuestas irregularidades "no se ajustan a la realidad, por lo que queda en un infundio, en una calumnia". Entonces, "aquel que quiera hacer con estos elementos su campaña, lo está haciendo de manera irrespetuosa, incorrecta y contraria a los principios del PRD".
Mientras, Saucedo indicó que este proceso interno de elección de dirigentes tiene la finalidad de regresarle al partido la confianza en sí mismo, en términos de sus militantes, y ser ante "el aparador público un evento que fortalezca al PRD".