Un agente de la corporación estadunidense solicitó muestras de sangre del cadáver
La DEA ya sabía de la muerte de Ramón Arellano
Davidow asegura que existe "alta probabilidad" de que se trate del narcotraficante
GUSTAVO CASTILLO, JAVIER VALDEZ, ALBERTO CORNEJO E IRENE SANCHEZ
La agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) supo tres días antes que la Procuraduría General de la República (PGR) que Ramón Arellano habría muerto en un enfrentamiento con policías ministeriales de Sinaloa, en el puerto de Mazatlán.
El 19 de febrero, nueve días después de la balacera, Miguel Franni, agente de la DEA que opera en ese puerto, obtuvo información de sus "contactos" en San Isidro, California, en el sentido de que Ramón Arellano sería uno de los tres muertos en esos hechos, y de inmediato solicitó de manera "extraoficial" a la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa la entrega de muestras de sangre y tejidos del supuesto cadáver de Jorge Pérez López.
Las autoridades mexicanas y estadunidenses han mencionado que trabajan de manera coordinada; sin embargo, informaciones obtenidas indican que la PGR y la DEA se están disputando a quién corresponderá dar a conocer la confirmación o negativa de identidad, aunque para ambas dependencias "existe hasta hoy 85 por ciento de certeza de que se trate de Ramón Arellano", indicaron fuentes oficiales.
Lo anterior, a partir de que la PGR, que encabeza Rafael Macedo de la Concha, encontró entre las pertenencias del supuesto Jorge Pérez López un retrato de Francisco Arellano Sánchez, el ya fallecido padre de los líderes del cártel de Tijuana, así como las fotografías de las hijas de Ramón Arellano.
De acuerdo con información obtenida en el reverso de los retratos de las menores, están escritos mensajes de cariño que rematan con un "te quiero papito".
En tanto, en Tijuana, Baja California, el embajador de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, aseguró que "con la información que se dispone existe una alta probabilidad de que de veras sea Ramón Arellano Félix, pero hay que esperar hasta que lo determine el gobierno de México".
La historia
Entre el 6 y el 9 de febrero arribaron a Mazatlán, procedentes de distintos lugares, entre ellos el condado de Chula Vista, California, y Guadalajara, Jalisco, varios de los involucrados en el enfrentamiento, incluidos dos agentes de la Policía Federal de Caminos, que fueron detenidos poco después de los hechos.
Aparentemente ninguno se conocía. Todos ellos se comunicaban a través de celulares. El último en llegar fue Jorge Pérez López (Ramón Arellano), de quien no se ha conocido en qué hotel estaba hospedado.
El 10 de febrero, alrededor de las 10:30 horas, sobre la avenida Rodolfo T. Loaiza una patrulla en la que viajaban policías municipales, estatales y ministeriales ordenaron al Volkswagen de color blanco, con placas VFY6068, que se detuviera.
Las informaciones recabadas señalan que el conductor del automóvil compacto hizo caso omiso a la orden. Redujo su marcha y de manera lenta avanzó hasta ingresar al hotel Plaza Gaviotas; los policías lo siguieron.
De pronto, indicaron los informantes, del Volkswagen salieron los tres ocupantes, cada uno corrió hacia distintos puntos. Uno de ellos se metió a una habitación del hotel, en donde fue golpeado por un hombre y lanzado fuera del cuarto.
Los otros corrieron hacia la calle. Ahí Jorge Pérez López abrió fuego contra Angel Antonio Arias, un elemento de la Policía Ministerial de Sinaloa. Este repelió la agresión y logró herir a Pérez López.
En otro punto, Bernardo Rochín Romero, implicado en el asesinato de 14 personas en el lugar conocido como El Limoncito, Sinaloa, también caía abatido por las balas de los policías.
Después de la balacera, Manuel López López, quien fue detenido en una habitación del hotel Plaza Gaviotas, recibió una llamada al celular que portaba; era Marcos Asunción Hernández, el contacto entre los agentes de la Policía Federal de Caminos, que posteriormente fueron aprehendidos y hoy están sujetos a proceso penal por el delito de portación ilegal de arma de fuego de uso reservado para el Ejército.
De acuerdo con los datos obtenidos, los agentes de la Federal de Caminos "serían los encargados de sacar a Ramón Arellano y sus cómplices de Mazatlán"
En Sinaloa, las autoridades locales tienen la hipótesis de que Jorge Pérez López (Ramón Arellano) y sus cómplices hayan viajado a Mazatlán "para dar un importante golpe. Se ha mencionado que podría tratarse del asesinato de Ismael El Mayo Zambada García o de Felipe Gurrola Gutiérrez, quien se dice es el enlace de narcotraficantes colombianos y mexicanos en esa zona".
Gurrola Gutiérrez es un ex líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, que entre 1998 y 2000 fue objeto de dos atentados en Mazatlán por parte de sicarios del cártel de Tijuana, en uno de los cuales quedó paralítico.
Gurrola Gutiérrez, de acuerdo con información periodística de 2000, fue detenido en varias ocasiones acusado de transportar cargamentos de cocaína en pipas de Pemex, y estuvo bajo proceso penal luego de que en Tepic, Nayarit, fue asegurada una avioneta de su propiedad cargada con el mismo enervante.
El otro objetivo habría sido El Mayo Zambada, quien controla para el cártel de Juárez el tráfico de cocaína en esa zona del Pacífico mexicano.
Según la información recabada, en 1999, por las fechas en que se celebraba el carnaval de Mazatlán y en la misma zona en que murió Jorge Pérez López (Ramón Arellano), fueron asesinados por sicarios del cártel de Tijuana los suegros de El Mayo Zambada, de nombres Amalia Hernández y José Ortiz del Río.
Las hipótesis
Las autoridades sinaloenses no descartan que las personas con las que viajó Jorge Pérez López se trate de un grupo de elite que "llevaba una encomienda fuerte", y en la que el propio Ramón Arellano pasaba "desapercibido", ya que nadie sabía que era él.
El grupo "pudo haber sido identificado por sus rivales y seguido después por los agentes policiacos", integrados en células mixtas, destacando el hecho de que el único que no laboraba normalmente en Mazatlán era Angel Antonio Arias, quien había sido comisionado para trabajar durante el carnaval en ese lugar, ya que su residencia estaba en Guamúchil.
Las autoridades mencionaron que existe la posibilidad de que los agentes estatales estén "conectados" con opositores a los Arellano Félix, ya que pese a que existe la versión de que el Volkswagen blanco recibió la orden de detenerse por circular en sentido contrario, se informó que la avenida Rodolfo T. Loaiza es de doble sentido.
Además, las autoridades locales se han formulado la siguiente pregunta: "Ƒpara qué entonces traían las identificaciones? Bastaba que charolearan para que se les hubiera dejado ir, diciendo que estaban haciendo una investigación y los estaban quemando".
La entrega de cuerpos
La Procuraduría General de Justicia de Sinaloa concedió la entrega de los cadáveres de Pérez López y Rochín Romero hasta un día después a Marisela Ladrón de Guevara y José Celestino López López, quienes radican en Guadalajara y Chula Vista, California, respectivamente, de acuerdo con los documentos oficiales con que se acreditaron y de los cuales hay una fotocopia en la averiguación previa.
Ambos ordenaron la cremación del cadáver del supuesto Pérez López, y pagaron 10 mil pesos por ello.
Sin embargo, durante la autopsia, las autoridades locales obtuvieron material genético, huellas dactilares y fotografías, que posteriormente fueron entregadas a la DEA y a la PGR, para que determinen la identidad real de Jorge Pérez López.
En el caso de Rochín Romero, éste llevaba consigo un reloj marca Rolex de oro con 246 brillantes incrustados, mismo que ya está en poder de la PGR, al igual que las ropas que vestían tanto él como el supuesto Jorge Pérez López.
En Mazatlán, los agentes que se enfrentaron al supuesto Jorge Pérez López y sus acompañantes continuaban declarando ante el Ministerio Público Federal.