FUSILERIAS
Alfredo C. Villeda
Debrayando sobre Dios
LA PROVOCACION ES uno de sus fuertes, si bien ha decidido retirarse de la política y la polémica. Para no quedar mal con sus detractores, el escritor Régis Debray (París, 1940) acaba de publicar en ediciones Odile Jacob el ensayo Dios, un itinerario, ''Material para la historia de lo eterno en Occidente'', en el que plantea: ''Dios antefechó su acta de nacimiento, si consideramos que nació mucho tiempo después que el homo sapiens. El cristiano puede compararse a un espectador de cine que ya pagó su boleto y espera siempre el inicio de la película. Desde hace 20 siglos, la Historia le pasa adelantos y comerciales y él no protesta. Se suele olvidar que, en la época de Jesús, el juicio final era para pasado mañana. El hombre es un ser que espera''.
DEBRAY QUIERE MOSTRAR con este libro que la idea de Dios ha evolucionado, y que sobre el mismo nombre de Dios único, dioses diferentes se han sucedido. El de la cólera hebrea, por ejemplo, no es el de la consolación y la ternura cristiana, ni el de la justicia islámica. También resalta la figura de Cristo sobre la de Dios: ''Nuestras iglesias son cada vez menos teológicas y cada vez más cristológicas. Incluso en el cine, Dios es un mal personaje de filme. Lo que no tiene imagen no existe. Pero su hijo salió mejor librado gracias a la Encarnación. Jesús es incluso un personaje maravilloso para el teatro''.
EL EX COMPAÑERO del Che Guevara y ex funcionario con Mitterrand considera que no hay vida colectiva sin fe, sin que el grupo se refiera a un mito fundacional, a un evento legendario, a un Dios único, y concluye que la secularización produce sociedades supersticiosas, creando cultos a la personalidad delirantes, como en el comunismo, o en un imaginario colectivo digno de una sociedad del siglo X aC, como la de EU. Ese país, dice, tiene la sociedad más desarrollada tecnológicamente, pero en su fantasmagoría Bin Laden es el Anticristo.
Y LA ALUSION lleva sin remedio al mundo bélico: ''Estar en la teología es estar en la milicia. Cuando hay Dios, hay guerra. Dios no es un ser pacífico. Sin duda fue inventado para ganar la guerra. Por eso los periodos de conflicto son propicios para implantar lo divino en los corazones. Es lo que pasa en Estados Unidos, hay un imaginario de redención por medio de la sangre, propio del monoteísmo''.
ASI, EN ESTA nueva faceta en la que el guerrero guarda sus armas sin renunciar a la provocación, plantea a la revista Lire: ''No soy creyente, pero soy un increíble convencido de que es necesario creer. No creo en Dios, pero lo respeto. Ha sostenido sociedades por siglos, ha destruido, pero también construido mucho. Por eso propongo un proceso equitativo''.
[email protected]