Se deben desahogar cabal y completamente los recursos de impugnación, plantean

Piden 10 gobernadores priístas contar voto por voto para dar legalidad a la elección

Los problemas podrían crecer peligrosamente, advierten en carta al CEN y a Roque

RENATO DAVALOS

Frente al escenario de ruptura que se cierne sobre el Partido Revolucionario Institucional (PRI), 10 gobernadores priístas -incluidos los madracistas José Antonio González Curi y Manuel Andrade- enviaron una misiva al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y a Humberto Roque Villanueva para que se desahoguen "cabal y completamente" los recursos de impugnación interpuestos contra el proceso del domingo pasado y se revise "voto por voto" la elección para darle "legalidad".

En el encuentro de más de dos horas realizado en Toluca la noche del martes pasado, se llegó a un acuerdo en el que prácticamente todos los gobernadores decidieron emprender una etapa "de reconciliación interna", informaron los equipos de los mandatarios Fernando Silva Nieto y Arturo Montiel Rojas.

Si no hay un desahogo pertinente de los cuestionamientos, los problemas del PRI "crecerán peligrosamente", alertó el gobernador Manuel Angel Núñez Soto, quien también estuvo en la reunión.

Sería un suicidio, informaron las fuentes, que el próximo presidente priísta no considerara que tiene un consejo político de más de mil integrantes, con quienes debe consensuar sus decisiones.

Desde luego que la ruptura es un escenario que hoy se contempla en el PRI, advirtió Núñez Soto, quien confirmó la misiva que remitieron a Roque Villanueva y al CEN que preside Dulce María Sauri Riancho.

En la carta, los gobernadores hicieron patente su respaldo a Roque Villanueva, árbitro de la contienda interna, pero le pidieron que haga válidos sus compromisos con la legalidad en este proceso, hoy impugnado.

Lo importante es que se dé cauce a todas las quejas electorales que se han planteado. Ese fue el espíritu del encuentro de Toluca y del documento ahí elaborado, comentó el gobernador de Hidalgo.

Las principales impugnaciones están centradas en Oaxaca y Tabasco, y así fueron analizadas en la reunión de Toluca. Se trata, informaron, de un asunto que está plenamente "focalizado" y que la Comisión para el Desarrollo del Proceso Interno (CDPI) deberá resolver antes de tomar una decisión definitiva el próximo domingo.

Núñez Soto también certificó que un grupo de gobernadores priístas, de los 17 que tiene ese partido, mantienen contactos permanentes para el inicio de la recomposición del PRI tras el cúmulo de irregularidades y cuestionamientos de la elección del domingo anterior.

Si no hay un deslinde claro acerca de las acusaciones que se han hecho, particularmente en el caso de Oaxaca, el problema en el PRI se agravará peligrosamente, advirtió.

La recuperación de la credibilidad, tras las descalificaciones vertidas en este proceso, será un tema en el que el PRI deberá trabajar "por mucho tiempo", previó.

La cicatrización priísta tendrá que ser una tarea inmediata en la que se involucre a los principales interlocutores de la gobernabilidad en el priísmo, agregó Núñez Soto.

A este respecto, el grupo que se sumaría al esfuerzo de los gobernadores incluye a senadores, diputados y algunos ex presidentes del tricolor.

Quienes dieron cuenta del encuentro informaron que el tema de la unidad será el que absorba los trabajos y las preocupaciones de los priístas en los próximos meses. Del resultado de esas negociaciones dependerán el destino del PRI en los comicios intermedios de 2003 y los intentos priístas por recuperar la Presidencia.

Quedó de manifiesto el liderazgo que los gobernadores ejercen en sus estados y la debilidad o fortaleza que tendrá el próximo CEN sin el consenso de éstos, independientemente de quién resulte triunfador.

En la reunión de Toluca se planteó con insistencia que todas las irregularidades de un proceso como el que encaró el priísmo deben ventilarse por los mecanismos institucionales, "antes de llevar el escándalo a los medios de comunicación".

Núñez Soto comentó que no hay una previsión entre los mandatarios estatales sobre una escisión definitiva de alguno de los contendientes, pero no puede decirse lo mismo de los miembros de las estructuras de cada fórmula.

Sin embargo, agregó, la convicción de los gobernadores es que el PRI tendrá que continuar su proceso de recomposición.