El municipio se considera capital histórica
de las FARC
El ejército colombiano asegura que retomó
el control de La Uribe
AFP, DPA Y REUTERS
Santafe
de Bogota, 1o. de marzo. El ejército afirmó hoy haber
retomado el control de La Uribe, la "capital histórica" de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al tiempo que aumentó
a cinco el número de militares que dimitieron debido a sus fallas
cometidas en los enfrentamientos con la insurgencia.
Luego de fuertes combates en las inmediaciones de La Uribe,
con el apoyo de los bombardeos aéreos, tres batallones antiguerrilla
ingresaron a las 5 horas locales en lo que fuera antaño el campamento
de la Casa Verde, donde se situaba la comandancia general de la mayor insurgencia
del país.
Así, el ejército tiene ya el control completo
de los cinco municipios que estuvieron en poder de las FARC y que se llamó
en los tres años pasados zona de distensión. Pero el comandante
de las fuerzas militares, general Fernando Tapias, hizo énfasis
en que La Uribe "fue para la guerrilla lo que el sur de Afganistán
para los talibanes".
La Uribe, Mesetas, Vista Hermosa y La Macarena se hallan
en el departamento de Meta, mientras que San Vicente del Caguán,
epicentro de los frustrados diálogos de paz, se ubica en Caquetá.
Tales municipios formaban parte de los 42 mil kilómetros del antiguo
enclave de despeje, donde hay unos 100 mil habitantes.
Este viernes se conocieron las renuncias del teniente
coronel Rómulo Vásquez, el mayor Gerardo Cano y el capitán
Alvaro Pérez, todos de la XII brigada, con jurisdicción en
el conflictivo Caquetá, y del coronel Antonio Moya, comandante de
la policía en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.
La víspera habían comenzado las dimisiones
el general Gustavo Porras, de la XII brigada en Caquetá. Porras
declaró que solicitó su retiro del servicio activo acorde
con un código de honor militar, ya que "lamentablemente perdimos
un puente, y me retiro por eso". La acción ocurrió el jueves
y dejó aislado a San Vicente del Caguán.
En el teatro de guerra, el general Tapias afirmó
que 40 guerrilleros y un militar murieron, además de que otros 84
insurgentes fueron aprehendidos durante las operaciones del ejército
lanzadas en las pasadas 48 horas. Asimismo, se informó de otros
13 rebeldes detenidos en Bucaramanga.
En Medellín se reportó que 40 personas resultaron
heridas, entre ellas 16 militares, al explotar una granada de fragmentación
lanazada por un desconocido contra un cuartel policial. Tres sospechosos
fueron detenidos en el acto y se mantenían acciones en la zona para
neutralizar los atentados.
En tanto que comandantes del ejército afirmaban
que seguían "debilitando la estructura de las FARC", autoridades
de la Fiscalía integraron una comisión especial para contrarrestar
las finanzas de la guerrilla y demás grupos alzados en armas.
El fiscal general de la nación, Luis Camilo Osorio,
sostuvo que las guerrillas han blanqueado en los meses recientes
unos 400 millones de dólares por medio del sector financiero y los
mercados bursátiles, por lo que convocó a los organismos
del Estado a aunar esfuerzos, y a los países europeos, Estados Unidos,
Japón, Suiza y Panamá los instó a contribuir en esta
lucha.
Mientras, las FARC llamaron a los colombianos a abstenerse
de votar en las elecciones legislativas del 10 de marzo y en las presidenciales
del 26 de mayo, alegando que ninguno de los candidatos tiene voluntad para
resolver la problemática social del país.
En tanto, Estados Unidos emitió un informe en el
que acusó a las FARC de participación directa en el narcotráfico,
y dijo que existe una participación creciente de paramilitares de
derecha en el cultivo de coca en zonas que estuvieron bajo control rebelde.
Sin embargo, no dio cifras sobre extensiones de cultivos.