El director de la FBI visitó ayer la
base naval estadunidense en Guantánamo
Aviones de EU bombardean por segundo día supuestas
posiciones de Al Qaeda y talibanes
Reportan resistencia tenaz de los atacados en una zona
montañosa de Afganistán
AFP Y REUTERS
Gardez, 3 de marzo. Aviones B-52 de Estados
Unidos bombardearon este domingo por segundo día consecutivo presuntas
posiciones de la red Al Qaeda y talibanes al este de Afganistán,
donde el ataque terrestre lanzado la víspera por tropas afganas
encontró fuerte resistencia.
Antrincheradas en las montañas de Arma, las fuerzas
de Al Qaeda resisten ferozmente, según testimonios de soldados antitalibanes
recabados por un periodista de Afp en Gardez, capital de la provincia de
Paktia, a unas decenas de kilómetros de la zona de combate.
Los soldados antitalibanes dijeron que fueron obligados
a replegarse el sábado debido a los disparos de obuses y de cohetes
de los hombres sitiados, y precisaron que sólo bombardeos aéreos
masivos podían cambiar la situación en el terreno.
"Las operaciones continúan y aún vemos luchas
muy cruentas", dijo a su vez el coronel Rick Thomas, portavoz del Comando
Central de Estados Unidos en Tampa, Florida, responsable de la guerra en
Afganistán.
Los efectivos de las fuerzas enemigas en el sur de Gardez
se estiman en "varios centenares y no entre 4 mil y 5 mil, como señalan
los medios", declaró este domingo el comandante Ralph Mills, otro
portavoz del Comando Central.
Seis naciones, además de los aliados afganos y
Estados Unidos, están implicados en los combates. "Entre los países
de la coalición que participan en la operación figuran Australia,
Canadá, Dinamarca, Francia, Alemana y Noruega", señaló
en un comunicado el Comando Central.
Aún desconocido, el paradero de Bin Laden y
del mullah Omar
Este domingo, la aviación estadunidense siguió
sobrevolando los montes de Arma, así como la provincia de Logar,
rumbo al noroeste, donde estallaron otros combates. La situación
sobre el terreno era difícil de evaluar. Las fuerzas antitalibanes
bloquearon el acceso al frente, pero soldados comentaron que la intensidad
de los combates se redujo.
El paradero de los principales blancos de la guerra,
Osama Bin Laden y el líder del depuesto régimen talibán,
mullah Mohammad Omar, continúa siendo un misterio, pero el
gobernador de la provincia de Patkia señaló a Reuters que
no cree que se encuentren en el área de la ofensiva.
Expertos y medios de prensa recordaron que tras los atentados
del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington, la detención
de ambos era el principal objetivo de la campaña bélica en
Afganistán.
Asimismo, fuerzas locales afganas se enfrentaban este
domingo con talibanes y combatientes de Al Qaeda en la provincia de Logar,
al sur de Kabul, declaró a Afp un responsable de la agencia oficial
Bakhtar.
Mientras tanto, los demócratas continuaron este
domingo presionando al presidente George W. Bush para que informe más
detalladamente al Congreso respecto a la guerra contra el terrorismo, rechazando
las críticas de que sus exigencias no son patrióticas.
Tom Daschle, líder demócrata del Senado,
reviviendo la controversia que se originó con la divulgación
de despliegues de tropas estadunidenses adicionales y la operación
de un respaldo gubernamental secreto, dijo que el Congreso tiene el deber
de formular preguntas difíciles sobre la ampliación de la
guerra antiterrorista fuera de Afganistán.
A todo esto, la revista Time señala en su
edición más reciente que un mes después de los ataques
terroristas del pasado 11 de septiembre, altos funcionarios gubernamentales
estadunidenses fueron informados de que otros terroristas tenían
en su poder una bomba nuclear de diez kilotones de potencia, que tratarían
de introducir en Nueva York.
Time agrega que una alerta sumamente secreta circuló
entre algunos funcionarios estadunidenses, y se ocultó para que
los neoyorquinos no fueran presa del pánico. El reporte estaba basado
en información obtenida por un agente estadunidense identificado
como Dragonfire, pero los funcionarios de inteligencia no pudieron
determinar su confiabilidad.
La alerta era tan secreta que el entonces alcalde de Nueva
York, Rudolph Giuliani, dijo que no le informaron, y tampoco a otros agentes
de la Oficina Federal de Investigación (FBI), indicó Time,
y añadió que una intensa pesquisa siguió al informe;
cuando los investigadores no pudieron corroborar el reporte, se determinó
que era falso.
Mientras tanto, el director de la FBI, Robert Mueller,
visitó este domingo la base naval estadunidense de Guantánamo,
Cuba, donde decenas de detenidos se mantienen en huelga de hambre.
Mueller se reunió con el general Michael Lehnert,
quien está a cargo del Campamento Rayos X, donde se encuentran
encarcelados los presuntos miembros de Al Qaeda y combatientes talibanes
detenidos en Afganistán, y con el director de la FBI para Latinoamérica,
Héctor Pesquera.
Un total de 91 de los 300 prisioneros en la base se negaron
a recibir su desayuno este domingo, en el quinto día de la huelga
de hambre, y nueve tuvieron que ser alimentados por vía intravenosa;
los detenidos exigen conocer su situación jurídica.