Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 4 de marzo de 2002
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Capital
Se desconocen las causas del siniestro

Destruye incendio unas 80 viviendas en Ermita Zaragoza

SUSANA GONZALEZ G.

Unas 80 viviendas precarias, ubicadas en un predio abandonado en lo que fue una bodega de Impecsa (Impulsora del Pequeño Comercio), en Iztapalapa, quedaron destruidas ayer al mediodía al suscitarse un incendio, cuyo origen se desconoce hasta el momento.
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Debido a la conflagración, un par de niños de dos y siete años de edad sufrieron quemaduras de tercer grado, ya que al parecer se encontraban encerrados en una de las viviendas y los vecinos tuvieron dificultades para rescatarlos.

Mientras los menores fueron trasladados a los hospitales de Tacubaya y José María Morelos, varias personas más presentaron síntomas de intoxicación, pero fueron atendidas en el lugar por socorristas y paramédicos de la Cruz Roja y del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes junto con los bomberos se presentaron de inmediato en la zona.

Las llamas se extendieron en un área de casi 3 mil metros cuadrados, de acuerdo con reportes de la policía capitalina, y arrasaron con cuartos construidos con láminas, cartón y plásticos. Decenas de familias fueron desalojadas del predio irregular, el cual se encuentra en las calles Chilpancingo Sur y Norte, a un costado de la tercera sección de la Unidad Habitacional Ermita Zaragoza, donde los colonos temían que el incendio pudiera alcanzar los tanques estacionarios que ahí se encuentran.

Decenas de pipas de agua tuvieron que ser enviadas a la antigua bodega para reforzar la labor de los bomberos del Distrito Federal por controlar las llamas. Los uniformados fueron incluso apoyados por sus homólogos de municipios cercanos del estado de México para lograr, casi a las dos y media de la tarde, la total extinción del fuego.

Al cabo de dos horas el incendio fue controlado, mientras los habitantes del predio irregular rechazaron el ofrecimiento de las autoridades de trasladarse a un albergue temporal, pues prefirieron quedarse y verificar qué pertenencias podían rescatar durante la remoción de escombros.

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