¿LA FIESTA EN PAZ?
Leonardo Páez
Al sonar el clarín
TELEFONAZO A LAS nueve de la madrugada del domingo
y en la otra bocina la voz jubilosa de Rafael Sánchez de Icaza:
"Páez, me otorgaron el primer premio en el Concurso de Pintura Taurina
Toresma II, de Madrid". Tan extraordinaria noticia para quienes hemos valorado
y seguido la trayectoria artística del también ilustrador
taurino de La Jornada, acabó de desamodorrarme y acordamos
el lugar y la hora para que abundara sobre tan relevante éxito en
su carrera.
"ESTE CONCURSO ANUAL, sexto que organiza la empresa de
la plaza monumental de Las Ventas ?comenzó Rafael?, es en su género
el más prestigiado del mundo. El jurado está compuesto por
pintores y críticos de reconocido prestigio, así como por
un representante de la Comunidad de Madrid y otro de la empresa Toresma
II de los hermanos Lozano. Se recibe obra de todo el mundo y luego de una
rigurosa preselección quedan los trabajos que habrán de concursar."
¿CON QUÉ CUADRO GANASTE? "Lo titulé
Al sonar el clarín y es un acrílico sobre tela de
100 x 81 centímetros que representa a tres toreros empezando a partir
plaza. Está realizado a base de insinuaciones y manchas policromadas.
La arena y el tendido en tonos cálidos que contrastan con los tonos
fríos como acento en los ternos".
¿EN QUÉ CONSISTE el premio? "En un millón
de pesetas, así como en la reproducción de la obra en el
cartel oficial y en todos los gráficos de la Feria de San Isidro
2002. Pero igualmente lo considero un premio a la porfía y a la
fe en mí mismo, ya que había participado en los concursos
del 98, 99 y 2000, cuando logré montar una exposición individual
en el Aula Cultural de la Comunidad de Madrid, en la plaza de Las Ventas,
que por cierto me hizo favor de inaugurar El Zotoluco. Al cuarto
intento obtuve por fin el primer lugar".
¿EL SÍNDROME DEL Zotoluco detrás
de este nuevo logro? "Pues sí, guardando toda proporción,
ya que él se juega la vida y yo... la cartera". Ah, ¿diste
mordida? "No, hombre, sino que debes invertir en material, en tiempo, en
permisos oficiales para poder sacar la obra, en el flete de la misma, en
teléfono y faxes, en viaje, estancia, en el trabajo creativo y en
una búsqueda agotadora por tratar de ser diferente sin dejar de
ser uno mismo ni estancarse".
"NO ES CIENCIA participar en estos concursos, pero sí
exige un cúmulo de requerimientos, empezando por el nivel plástico
para quedar seleccionado. La competencia es muy fuerte, ya que España
es primer mundo en materia pictórica y ni se diga en pintura taurina.
Soy el primer mexicano y el primer latinoamericano que gana el concurso,
sin más recomendación que mi expresión sostenida y
evolucionada de los intentos anteriores, con base en manchas y de economía
de rasgos.
"Y ES IGUALMENTE ?remató? la presencia y vigencia
de la cultura taurina mexicana con nivel internacional. Voy a Madrid por
el premio y me regreso a seguir trabajando, ahora en una exposición
para la Cámara de Diputados, pues como dice una frase: El que cree
que ya llegó, es el que está por irse." Y se quedó
feliz Rafael, con este nuevo resultado de sus vínculos méxico-goyesco-picassianos.