Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 4 de marzo de 2002
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Espectáculos
La Orquesta Sinfónica de Xalapa rompe protocolos

De la Mora y Olivia Gorra hacen bailar a miles en el Concierto de primavera

ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO

Veracruz, Ver., 3 de marzo. El tenor Fernando de la Mora y la soprano Olivia Gorra pusieron a bailar a cientos de los miles de asistentes al Concierto de primavera realizado la noche del sábado primero de marzo, en el Paseo del Malecón, en un concierto en el que la música se extendió, literalmente, a los cuatro vientos, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Eran las nueve de la noche y el clima se puso más que emotivo cuando de las campanas del reloj del faro Venustiano Carranza se escuchó la melodía himno que Agustín Lara le compuso a su tierra: Veracruz.

El programa estuvo integrado por algo de lo mejor y más pegajoso de la historia musical mexicana, como A la orilla del mar, de Esperón y Cortázar; Alejandra, de Mora, en la voz de Gorra, originaria de estas tierras, soprano ganadora del concurso internacional Traviata 2000, quien suma a sus cualidades vocales la alegría y el ánimo de quedar bien con sus paisanos, quienes le aplaudieron sobre todo la interpretación de Júrame, de María Greever.

La Orquesta Sinfónica de Xalapa, bajo la batuta del director huésped Enrique Patrón de Rueda, rompió los aburridos protocolos y seguía el despapaye que su director le ordenaba, como silbarle a la soprano y a su belleza. Los músicos tocaron varios popurrís, entre ellos uno de temas de Lara, otro de danzones y uno más de mambos.

De la Mora mostró una vez más sus dotes y estilo, desarrollado desde 1987. Emocionó cuando de su voz salió la letra de Torna a Sorrento y Granada. Ya en plena alegría complació a las cabecitas blancas con la inmortal Amor eterno, de Juan Gabriel, y una que otra enjundiosa ranchera. Los juegos pirotécnicos fueron el típico fin de este tipo actuaciones.

El Popochas

Así, cientos de parejas se dieron a lo que el cronista de la ciudad, José Pérez de León, de 75 años, definió como el principal vicio de los naturales de estas tierras: bailar. Al maestro le llaman desde sus tiempos de escuela El Popochas; "cosas de chamacos", dijo. Si alguien conoce los barrios, las otras historias que no aparecen en los libros, es don José. Señala a la gente de aquí como franca y sincera y, generalmente, demasiado confiada, "carente de maldad y malicia".

No obstante, aclaró que ya no se puede dejar afuera la bicicleta, "porque ya somos muchos y no nos conocemos". Ha visto cambiar la fisonomía de la ciudad, de las viejas construcciones de madera a las de mármol y cantera. Conoce infinidad de cantinas y bares, pero asegura que hay muchos que están disfrazados de fondas y restaurantes. De las mujeres señala que son guapas y, en general, muy alegres.

En torno a la discusión sobre la negativa a que se instalara en el muelle de la T la estatua de Porfirio Díaz, expuso que cada quien tiene su criterio, "pero debió haberse hecho un plebiscito para que la gente decidiera. Veracruz, se quiera o no, está en deuda con Porfirio".

El cronista fue amigo y compadre de Agustín Lara. "El trataba a la gente según el tipo de relación". Para probar esto muestra una foto donde aparecen él, Luis El Pirata Fuente, Beto Avila y Agustín Lara. Pérez de León fue rey del carnaval en 1953 (estudió hasta el cuarto de Leyes).

La charla se desarrolla el domingo en la cocina económica Mary, donde todo está sabroso. Los recuerdos pasan uno a uno. Enseña las casas, los patios con los lavaderos colectivos. "Cuando Agustín se dirigía al piano y comenzaba a tocar se hacía un silencio sepulcral." El narrador de microhistorias fue futbolista, aunque ahora le cueste trabajo caminar. "Todo por servir se acaba..."

-¿Qué tal salió usted para el trago?

-¿Con qué mano?

Reconoce en el veracruzano una agilidad mental única para los albures, los dichos y el cruce de palabras. "Aquí me gusta vivir. Como Veracruz ni Nueva York ni París".

-¿De dónde salió la lana para que usted viajara tanto?

-Me saqué la lotería.

Veracruz viene de "cruz verdadera, así le puso Hernán Cortés". Un cronista debe conocer sus orígenes, primero que cualquier otra cosa, finalizó.

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