Armando Jiménez ofreció plática
y dio a conocer un curado en La Hija de los Apaches
En unos años, pulquerías sólo
de escenografía
ARTURO CRUZ BARCENAS
El Púas Rubén Olivares alzó
su vaso hasta el ribete de pulque y brindó por Armando Jiménez,
el creador del Gallito inglés, alburero y dicharachero,
a quien le han prologado sus libros cinco premios Nobel. Todo ocurrió
en La Hija de los Apaches, que tiene 60 años de historia, enclavada
en Cuauhtémoc, entre Puebla y Durango, colonia Roma.
Acababa
Jiménez de dictar cátedra en torno a las virtudes del pulque,
al cual se le atribuyen virtudes afrodisiacas, alimenticias. Hizo una defensa
de los expendios, "en franco proceso de desaparición", pero, sobre
todo, como lugares de convivencia donde por años se desarrollaron
cinco juegos, como la rayuela, la raya, el rebote de monedas en la pared...
También dio a conocer un curado de su invención,
producto de muchos años de experiencia y degustación: el
picardía mexicana, mezcla del de guayaba con chile habanero, cebolla,
limón y uno que otro secreto. El tema de la noche fue El deporte
blanco: neutle y boxeo. Llegaron a convivir y con-beber Ultiminio Ramos
("quien se vino abajo luego de que en una pelea mató a David Moore",
comentaron asistentes), El Lacandón Romeo Anaya y otros,
atendido por el anfitrión habitual, el ex boxeador Pifas
o, mejor dicho, Epifanio Leyva.
El periodista Ernesto Soto Páez acompañó
a Jiménez en una actividad de las muchas que organizó la
delegación Cuauhtémoc por el centenario de la colonia Roma.
Jiménez nació el 10 de septiembre de 1917 en Piedras Negras,
Coahuila; hoy es un cronista de la ciudad, quizá el que mejor la
haya vivido en sus entrañas, vía cantinas y pulquerías,
y con el contacto con el pueblo.
En entrevista, Jiménez definió a La Hija
de los Apaches como "la pulquería de los bofes; es decir, de los
achatadores de narices, activos y retirados. Festejamos, entre otras cosas,
la inauguración de un curado denominado Picardía mexicana
(título de su libro más famoso), cuyos ingredientes son dos
huevos tibios, chile mascabel y leche pura de Sacametepec.
"Yo soy padrino de esta pulquería y he venido con
presidentes de la República, con artistas de Hollywood, como Richard
Burton, Gregory Peck, Elizabeth Taylor. Aquí estuve con Gustavo
Díaz Ordaz, funcionarios, embajadores, campeones mundiales de boxeo.
Es un lugar para recorridos, de rompe y rasga. Conserva el carácter
que la mayoría de las pulquerías está perdiendo."
-¿Cuáles son las cualidades del pulque?
-Muchas, entre ellas las medicinales y alimenticias; hay
numerosos guisos, tamales, atole, salsas. Ha aumentado mucho la variedad
de los curados, antes había sólo seis o siete. Hay de ostión,
de cosas inesperadas.
-¿Es afrodisiaco, muchachero?
-Sí; se le atribuyen virtudes de esas.
-¿Es mejor el pulque que otras bebidas, como el
ron?
-Sí; es más natural, sin ingredientes químicos.
Desgraciadamente no se ha podido envasar para exportarlo. Es mucho mejor
que el viagra. Yo lo tomo desde niño. Desde hace 40 años,
en recorridos por lugares de rompe y rasga.
"Aquí estuve con Adolfo López Mateos, quien
aquí entre nos tenía todas las virtudes de Juan Charrasqueado,
y otras más. Me tenía mucha envidia porque le platicaba que
venía de La Hija de los Apaches, donde me había tomado varios
curados y que luego iría a la cantina El Nivel, la más antigua,
con la licencia número uno, expedida en 1872, por el presidente
Sebastián Lerdo de Tejada. Le decía que después me
iba a ir a bailar al Salón México y al California. Y más
adelante iba a ir al Bombay, un cabaretucho de mala muerte, donde si no
hay un muerto cada noche no tiene chiste.
"López Mateos me tenía envidia porque él
no podía ir por su investidura. Me prometió que me iba a
acompañar, y lo cumplió, una semana después de dejar
el poder; se dejó crecer la barba y el bigote, se puso lentes oscuros,
unos zapatos raspados y lo traje aquí, a La Hija de los Apaches.
Luego fuimos a El Nivel."
Lamentó que Luis Echeverría haya destruido
los llanos de Apan, donde se hacía buen pulque. "El regente Uruchurtu
fue otro que se ensañó no sólo con las pulquerías,
sino con los salones de baile. Puso unos reglamentos absurdos y muchos
negocios quebraron. He convivido con muchos presidentes de la República
y les he dicho que están cometiendo una gran pendejada al combatir
estos centros de convivencia."
-¿Se va a morir la industria del pulque?
-Sí. En unos años las pulquerías
sólo serán de escenografía.
Hace unas décadas había en la ciudad unas
mil 400 pulquerías; hoy quedan unas decenas. Sobreviven ésta;
La Elegante, de la calle Mesones; La Hermosa Hortensia, de la Plaza Garibaldi,
y otras.
Dijo que el gusto por ciertas bebidas cambia con las épocas.
"Si el Papa viniera aquí y tomara un pulque y le gustara, todos
los feligreses lo tomarían."
El pulque es conocido como caldo de oso, pulmex, pulmón,
bábaradary, elíxir de los dioses, melón, neutle. Pulque
y box, precisó, van unidos por ser de origen popular.