"Recomponer" las relaciones en el grupo parlamentario, misión del diputado duranguense
Desconfían paredistas de Samuel Aguilar como operador de la cicatrización priísta en San Lázaro
Temor entre simpatizantes de Paredes a que madracistas "tomen por asalto" la Cámara
Apenas una tercera parte de la bancada del tricolor apoya al ex gobernador de Tabasco
CIRO PEREZ SILVA
Más que ruptura, en la Cámara de Diputados se busca la "reconfiguración de alianzas", afirmó el diputado por Durango Samuel Aguilar Solís, quien es el encargado por parte de la nueva dirigencia del PRI de la nada fácil tarea de "recomponer" las relaciones en el grupo parlamentario luego del proceso interno que culminó el pasado domingo.
Esta designación no ha convencido a todos los diputados que en su momento apoyaron la candidatura de Beatriz Paredes Rangel, quienes temen que los madracistas "tomen por asalto" la Cámara. "Samuel Aguilar no es un hombre que sume, hay otros interlocutores más idóneos para esa labor", advierten.
El trabajo que le fue encomendado desde el pasado miércoles por Roberto Madrazo tiene particular significado si se toma en cuenta que a diferencia del Senado, donde los grupos que apoyaron a las dos fórmulas que contendieron por la presidencia del tricolor son equivalentes, en San Lázaro quienes apoyaron al ex gobernador de Tabasco son apenas 70, es decir, una tercera parte del total de la bancada.
Aguilar Solís comentó que el proceso de "cicatrización" comenzó el mismo miércoles en la reunión con el actual coordinador de los diputados del PRI, Rafael Rodríguez Barrera, a quien le solicitó convocar a la unidad a ambos grupos, para evitar rupturas que los debilitaran como bancada frente a PAN y PRD, especialmente a poco más de un mes de que se inicie el periodo ordinario de sesiones.
También se ha reunido con los propios legisladores madracistas, que demandan posiciones dentro de la bancada que actualmente ocupan elementos afines a la ex gobernadora de Tlaxcala.
Necesario, darle "vuelta a la hoja"
Algunos de los diputados federales que se pronunciaron por Beatriz Paredes Rangel, asegura, "han admitido que es necesario cohesionarnos y darle vuelta a la hoja. La elección ya pasó y tenemos que ver hacia adelante, no podemos seguir mirando hacia atrás", pero otros no confían en las ofertas de paz del madracismo.
Reconoce que en ambos bandos hay resentimiento. "En uno porque no consiguió el triunfo; en el otro se sienten agraviados por las acusaciones y señalamientos que se cruzaron en los últimos días, como el de María de los Angeles Moreno, que declaró que en el triunfo de Madrazo había operado la 'delincuencia organizada', o el de Oscar Levín, quien dijo que las elecciones habían sido un 'cochinero'. Eso lastimó al proceso y al PRI", sostuvo el legislador duranguense.
Sin embargo, no todos los que integran el grupo que apoyó la candidatura de Beatriz Paredes le reconocen a Samuel Aguilar la capacidad de construir acuerdos. "Un mejor interlocutor es Gustavo Carvajal Moreno, quien ha estado hablando ya con otros diputados. Me parece que Samuel Aguilar no ha demostrado ser el más prudente de los madracistas", sentenció Florentino Castro López.
Entrevistado por separado, el guerrerense Manuel Añorve puntualizó que "sin demeritar" el quehacer de Samuel Aguilar debe tomarse en cuenta que el primero que "tendió puentes como gente de palabra" con el grupo paredista fue el veracruzano Gustavo Carvajal, "y eso hay que reconocerlo", aunque advirtió que "la primera interlocutora sigue siendo Beatriz Paredes, con quien me une una amistad sólida".
La tarea de la nueva dirigencia priísta por mantener unida a la bancada parece difícil. Algunos le apuestan a continuar negociando con los gobernadores que manifestaron su apoyo a la ex gobernadora de Tlaxcala, y a partir de la conciliación de intereses a ese nivel mantener cohesionado al grupo parlamentario.
Una muestra de la dificultad que representa "cicatrizar las heridas" que provocó el proceso interno es la reunión que ayer, sin mediar la intervención del coordinador de la bancada ni de coordinadores estatales, sostuvieron 40 diputados priístas, todos ellos identificados con Paredes Rangel. En este encuentro se valoró la presencia de Beatriz Paredes en la toma de posesión de Madrazo Pintado.
Para el diputado por Baja California Jaime Martínez Veloz, este hecho puede ser leído como la validación de "un proceso electoral plagado de irregularidades, como fue la elección de la nueva dirigencia del PRI. El mensaje que estamos dando a la sociedad es que si no pudimos respetar nuestra propia legalidad interna, Ƒcómo vamos a defender las instituciones? Hay en el priísmo heridas muy profundas, la gente identifica al PRI como un partido de tramposos", aseveró el legislador.
Comentó que entre los diputados que asistieron a esta reunión hubo reacciones de todo tipo, desde quienes sostenían que había que claudicar en las demandas, hasta quienes -como el propio Martínez Veloz o José Antonio Hernández Fraguas- demandaron "definiciones claras" respecto de la defensa o no de la legalidad del proceso para renovar la dirigencia del PRI.
"Si no hay esas definiciones, estaremos en libertad de definir el futuro de nuestras acciones políticas dentro de la Cámara", sostuvieron Martínez Veloz y Hernández Fraguas.
Castro López, a su vez, aclaró que el encuentro de ayer entre legisladores del PRI en las instalaciones del Palacio Legislativo "no se trata de un complot contra Roberto Madrazo, sino de impulsar un proyecto, una corriente al interior del partido". Este proyecto empieza con la construcción de tres líneas de acción que sin haber sido acordadas en el encuentro fueron consensuadas por los asistentes.
"En los estados donde nos ganaron, evitar que nos avasallen; donde empatamos, consolidarnos, y en los que ganamos, mantener una actitud incluyente", establecieron. La reunión, insisten, se concretó con invitaciones "de boca en boca", sin que la propia Paredes Rangel fuera consultada, "y el hecho de que hayamos acudido este número de diputados es significativo", destacan.
La diputada por Tabasco Lorena Beauregard de los Santos propuso la construcción de "un ala de izquierda progresista" en su partido, "que cuenta con simpatía entre un grupo de diputados y militantes del PRI", afirma.
Además de las tres líneas de acción planteadas en la reunión, se incluye la estrategia de "cohesionarnos al interior del grupo parlamentario, para evitar que nos ataquen; es una actitud defensiva", admiten.
El regreso de Beatriz
Uno de los primeros hechos con los que se podrá medir el nivel de acuerdos alcanzados entre uno y otro grupos es el regreso de Beatriz Paredes a la Cámara de Diputados. Hasta ahora parece resuelto su retorno a la presidencia de la mesa directiva, cargo que mantuvo hasta que pidió licencia para separarse del mismo, a efecto de contender por la presidencia nacional de su partido.
Su lugar fue cubierto por la panista María Elena Alvarz Bernal, vicepresidenta de la mesa directiva hasta la semana pasada, cuando se informó que Paredes Rangel solicitó una ampliación de esta licencia, misma que tenía vigencia de 45 días. Como encargado se designó al también vicepresidente de la mesa, el priísta Eloy Cantú Segovia, hasta el 15 de marzo, fecha en que dará inicio el periodo ordinario de sesiones.
Con el regreso de Paredes Rangel a San Lázaro se podrá medir el grado de "cicatrización" entre el grupo parlamentario y entre éste y la nueva dirigencia del PRI, ya que desde el domingo, luego de concluir el proceso de revisión de las impugnaciones al proceso interno, los diputados manifestaron su preocupación por eventuales "revanchas" de los madracistas, como el relevo de presidencias o secretarías en las comisiones que encabezan paredistas.