ASTILLERO
Julio Hernández López
NO HAY RECIPROCIDAD: por más fructosos (de fructosa) esfuerzos que el gobierno mexicano hace por quedar bien con su vecino norteño, a éste parece que nada le agrada. Allí está, para no ir tan lejos, el asunto de la defensa mexica de los derechos humanos que, a juicio del Departamento de Estado de la administración Bush, apenas ha tenido "éxito limitado". Las cosas son tan similares a lo que pasaba durante los gobiernos priístas, a entender de esa instancia imperial, que los redactores de la renovada condena ni siquiera se preocuparon por cambiar la redacción de algunas de las cláusulas reprobatorias, y las copiaron tal cual de informes correspondientes a años anteriores. Es una lástima que los señores del mencionado Departamento de Estado no hubieran escuchado los discursos del presidente Fox en sus múltiples viajes al extranjero y ante auditorios compuestos por visitantes internacionales, sobre todo empresariales. Lo bueno es que el ombudsman oficial, José Luis Soberanes, ya se indignó por tales osadías estadunidenses y, en justa reacción, ha pronunciado enérgicas declaraciones que la prensa (la mexicana, desde luego) difundirá con especial despliegue.
NAVEGANTE ARRIESGADO en el mar de las reciprocidades, Roberto Madrazo Pintado lanza fuegos pirotécnicos al cielo (como la sepultura del nacionalismo revolucionario para dar paso a la socialdemocracia, o la onda esa del centro progresista) tratando de que, escudriñando las alturas, pocos se den cuenta del rápido pago de cuentas políticas que está haciendo a sus socios, aliados o cómplices. El principal de ellos, verdadero tutor político, ha vuelto a asomar la calva luego de los coscorrones en forma de filtraciones que Ernesto Zedillo le dio un par de años atrás, cuando blandió un voluminoso libro como presunta lanza de Quijote neoliberal. El termómetro político de Carlos Salinas de Gortari le hace pensar que la temperatura ambiente le es altamente propicia para declarar terminado su largo autoexilio y estar atento a los "cálidos mensajes" que le envíen el ahijado Madrazo e incluso la amable Beatriz.
LA INSTALACION DEL CINISMO BANANERO extremo en la cúpula del principal partido de oposición no sólo significará la vuelta al escenario del salinismo sino, en reciprocidad adversa, la continuación de la guerra contra el labastidismo y el zedillismo. El nuevo dirigente priísta está pintando desde ahora una raya muy clara ante los concertados nuevos amagos judiciales del Pemexgate: las culpas de los individuos (sobre todo si son chaparros, mandilones y sinaloenses) son de ellos y no de las instituciones, de tal manera que el PRI no solapará impunidades (como las derivadas de las cajas contenedoras de las pruebas de los despilfarros tabasqueños de 1994, por ejemplo) y se sumará a los reclamos de que haya justicia (justicia Cabal, y si es Peniche, mejor). No debe perderse de vista la otra instancia en que el madracismo-gordillismo está siendo excelente pagador de deudas: los nuevos jefes del tricolor quieren trabar de inmediato acuerdos políticos para impulsar reformas deseadas por el presidente Fox. La directiva formal del PRI está plenamente dispuesta a apoyar lo que al interés del amigo circunstancial con botas convenga, y desde ahora prepara el terreno propagandístico, mediante declaraciones adecuadas, y el operativo o logístico, mediante el asalto que se prepara para arrebatar posiciones legislativas al paredismo e instalar allí a madracistas obedientes a las nuevas directrices trazadas por el consorcio formado por el hankismo, el salinismo, el madracismo y el foxismo.
EL TAMAÑO DEL AGRAVIO que a la moral pública, a la política mexicana y al PRI en particular inflige el cártel de Insurgentes Norte ha provocado ya la primera baja. Ayer mismo, a unas horas de que Roberto Madrazo había tomado el mando del partido tricolor, renunció a su condición de priísta Jaime Martínez Veloz, un cuadro político coahuilense al que Luis Donaldo Colosio invitó a sumarse a su malogrado proyecto de cambiar al PRI desde dentro. Educado en la lucha social de la izquierda, el actual diputado federal transitó en el PRI, durante el zedillismo, a contrapelo de la animadversión que el entonces presidente de la República desarrolló en su contra a causa de la negativa de cumplir en la Cocopa las consignas de Los Pinos contra el movimiento zapatista. De hecho, en esta segunda llegada a una curul federal, Martínez Veloz se ganó el puesto a pesar de las maniobras del zedillismo y el hankismo que en Tijuana, adonde fue a radicar el coahuilense, trataron de cerrarle el paso. Ahora, Jaime retorna a la matriz de la que proviene, la de la izquierda, en una decisión que no necesariamente será seguida por muchos, sabido como es que la mayoría de los priístas prefiere guardar silencio y obedecer la línea superior antes que disentir en público o presentar renuncias. La postura de Martínez Veloz, por ejemplo, contrasta con los caracoleos declarativos de la obediente Beatriz Paredes y de su compañero de planilla, el también coahuilense Javier Guerrero, o las quejas de María de los Angeles Moreno, que prefiere seguir teniendo como compañeros a miembros de la "delincuencia organizada".
Y PARA ALEGRAR UN POCO esta tertulia política patrocinada por el Big Brother Salinas, léanse las declaraciones hechas ayer por Xóchitl Gálvez, quien dice que sigue siendo directiva de una presunta Oficina de Asuntos Indígenas de la Presidencia de México, a tal grado que adelantó ayer algo así como un informe de labores: "Ya no queremos sólo ver gente bonita en la televisión. Bonita occidentalmente, Ƒno? Cuando la mayor parte de los mexicanos correspondemos a otra fisonomía. Somos llenitos. En fin. No tenemos la cara de perfil largo". Y luego, en una interpretación que debió llamarse No me defiendas, comadre: "Hoy, cuando alguien quiere ridiculizar a alguien en el medio de comunicación, pone a un indígena como tonto, como sucio, como borracho, Ƒno? Entonces de repente dicen, no, es que los indios son flojos, tontos y borrachos. Pues no es cierto, los pueblos indígenas somos mucho más que eso".
ASTILLERO, PARA VARIAR, no entiende: "Ƒmucho más que eso?" Es decir, Ƒmucho más que flojos, tontos y borrachos, por ejemplo: flojísimos, tontísimos y borrachísimos? Mejor se retira esta columna a sus aposentos, para felicitarse de la manera como el Presidente de México ha respondido a los justos reclamos de ciudadanos, legisladores y autoridades que demandaban tumbar el cobro del impuesto al consumo de fructosa. Es bueno que haya tanta sensibilidad para la presión de aquel importante segmento de las empresas y la sociedad... de Estados Unidos... Ya habiendo entregado la columna a hora temprana, el tecleador se ha puesto a escuchar Radio Rebelde por Internet (www.media.islagrande.cu), donde Fi-del Castro encabeza una mesa de análisis sobre el asalto a la embajada mexicana en Cuba. Los apellidos Castañeda y Pascoe han asomado varias veces en el curso de la detallada plática. Este escribiente está ansioso por saber si el embajador útil enviará cartas de aclaración a la Universidad de Ohio para quejarse de lo que ayer se dijo en la capital isleña...
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