Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 6 de marzo de 2002
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Economía

En los pasados 15 años se amplió la brecha de desarrollo entre países ricos y pobres

Reconoce el director del Foro Económico Mundial la legalidad de los planteamientos antiglobalización

La reunión de Porto Alegre evidenció que esos grupos conforman una fuerza real

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

La globalización de la economía vigente durante los pasados 15 años provocó "en la mayoría de los casos" que se ampliara la brecha de desarrollo y bienestar que existe entre los países industrializados y aquellos en vías de desarrollo, así como al interior de cada sociedad nacional, admitió este martes Claude Smadja, director general del Foro Económico Mundial, agrupación con sede en Davos, Suiza, uno de los grupos privados que más ha promovido la apertura económica en el mundo.

"La globalización debe dar más resultados para más gente", apuntó Smadja, al ofrecer una conferencia patrocinada por la Afore Profuturo GNP. El director general del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) planteó la necesidad de que los gobiernos fortalezcan sus mecanismos políticos para contener el poder de las grandes corpoclaude_smadja_m05eraciones privadas y, al mismo tiempo, reconoció la legitimidad de las interrogantes que han planteado grupos antiglobalización sobre las consecuencias de este proceso entre los habitantes más pobres del planeta. En especial, admitió la validez de las propuestas que ha hecho el Foro Social Mundial de Porto Alegre, Brasil, creado expresamente como un "Anti Davos".

"Los efectos secundarios e inesperadas consecuencias de la globalización se han hecho evidentes y ahora existe un consenso cada vez mayor en que deben resolverse", señaló el directivo, quien sostuvo que después de 15 años de apertura, el mundo asiste a una segunda fase de este proceso en el que se cuestionan las premisas que lo sustentaron en el pasado.

Al mismo tiempo que se vuelve evidente la necesidad de contrarrestar las consecuencias negativas de la apertura, dijo, "el movimiento antiglobalizador ha comenzado a surgir con más fuerza. Tal y como parece indicar la reunión de Porto Alegre -realizada por segunda ocasión en enero de este año- se va alejando de la retórica estéril de sólo ser un movimiento antiglobalización para convertirse en una fuerza para proponer otro tipo de globalización: en otras palabras, de gestionarla mejor y de manera más responsable para con la sociedad".

En este punto, Claude Smadja sostuvo que algunas hipótesis que caracterizaron la primera fase de la globalización "eran infundadas". Citó, por ejemplo, que se creía que la globalización tendría un impacto positivo casi automático en la vida de todo el mundo, algo que ha demostrado ser falso con la creciente pobreza, que según el Banco Mundial, afecta a 2 mil millones de personas, un tercio de la población del planeta.

"Hoy nos damos cuenta de que tal impacto automático no existe", señaló. Por sí misma, la globalización en la mayoría de los casos amplía la brecha entre países industrializados y los no desarrollados y también al interior de las propias naciones.

Trató también el tema del creciente poder que han adquirido las corporaciones multinacionales en detrimento de la capacidad de decisión de los gobiernos nacionales, uno de los puntos que más han cuestionado los grupos antiglobalización.

Estableció que si los países en realidad quieren beneficiarse totalmente de la globalización necesitarán tener un sistema político de pleno ejercicio del poder, que permita y legitime a esos gobiernos para la creación de un marco institucional "apropiado".

"Hoy nos damos cuenta de que, contrario a lo que dijo tantas veces en la década de los noventa, globalización no significa la marginación de los gobiernos nacionales. De hecho, la globalización requiere de gobiernos muy fuertes para trabajar de manera eficiente y contar con la capacidad de generar un mayor crecimiento económico", apuntó. "Si los gobiernos no participan en la regulación, si no son fuertes, estaremos en un camino de regreso a la ley de la selva".

México ganó con la globalización

Claude Smadja sostuvo que la entrada de México al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) permitió al país ser uno de los ganadores del proceso de globalización. Desde que en enero de 1994 entró en vigor ese acuerdo, en el que también participan Canadá y Estados Unidos, ha habido algunos problemas y situaciones inesperadas, pero México ha sido "un gran ganador" con este tratado, aseguró.

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