Laboran 8 horas más a la semana que los varones, dicen

Reclaman mujeres igualdad en salarios y condiciones de trabajo

ANDREA BECERRIL

Legisladoras, académicas e investigadoras coincidieron ayer en la urgencia de reformar la legislación laboral para lograr la plena igualdad de las mujeres frente a los varones en cuanto a salarios, condiciones de trabajo, ascenso y capacitación y responsabilidades familiares compartidas.

Durante el seminario Mujeres trabajadoras frente al nuevo milenio, organizado por las comisiones de Desarrollo Social y de Equidad y Género del Senado de la República, se discutió ampliamente sobre las deficiencias de la Ley Federal del Trabajo.

La presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Patricia Espinosa Torres, advirtió que las integrantes del sector femenino trabajan en promedio ocho horas más a la semana que los hombres, si se toman en cuenta las labores en el hogar y en el empleo.

Es decir, explicó, la distribución de las obligaciones familiares recae principalmente en las mujeres, ya que dedican 32.3 horas semanales al trabajo doméstico, y los varones sólo 11.4 horas. Si a ellos se le suma que los hombres trabajan fuera de la casa 43 horas y las mujeres 30, de ahí surge la diferencia de casi ocho horas más de labores.

Espinosa Torres precisó que en términos de participación económica en el mercado de trabajo, las mujeres han tenido un incremento constante desde 1970, año en que era de 17.6 por ciento, mientras que en 1999 ascendió a 36 por ciento. "Sin embargo, tales diferencias no se reflejan en el ingreso, las condiciones laborales o las prestaciones que sociales que perciben las integrantes del sector femenil por el trabajo desarrollado".

En ese sentido, el subsecretario de Previsión Social de la Secretaría del Trabajo, Francisco Salazar Sáenz, detalló que aunque en la actualidad las mujeres constituyen más de 40 por ciento de la fuerza laboral mundial, ello no ha sido suficiente para garantizar la igualdad laboral y desterrar la discriminación. La mujer, dijo, enfrenta mayores dificultades que el hombre en el mercado laboral, entre ellas segregación y menor remuneración.

La investigadora Edith Pacheco Gómez, de El Colegio de México, destacó la urgencia de introducir en la Ley Federal del Trabajo la perspectiva de reproducción social y su importancia en el entorno general, ya que, señaló, 60 por ciento de las mujeres percibe ingresos menores a dos salarios mínimos.

Un dato adicional, expuso en su turno Brígida García Guzmán -también de El Colegio de México-, es que en la legislación laboral sólo está reflejado el trabajo asalariado y, de acuerdo con las últimas encuestas de ocupación, hay un millón 800 mil mujeres que trabajan con familiares y no reciben remuneración.

A su vez, Angeles Garduño, de la Universidad Autónoma Metropolitana, hizo notar que los daños a la salud producidos en el trabajo han sido reconocidos profesionalmente como riesgos específicos directos, que se solucionan con medidas inmediatas, visión que deja fuera el problema que se relaciona con las condiciones sociales, como la desigualdad entre los géneros.

En otra intervención, Mary Goldsmith, de la Universidad Autónoma Metropolitana, resaltó la disminución de la importancia del servicio doméstico como actividad profesional frente a otros tipos de trabajo. De acuerdo con el censo de 2000, precisó, había en México alrededor de un millón 300 mil empleadas del hogar, lo que representa 12 por ciento de la población femenina económicamente activa.

En su turno, la diputada Rosario Gómez Godínez resaltó que de acuerdo con las estadísticas oficiales, la mayor parte de mujeres desempleadas son mayores de 35 años. Ello es consecuencia de que las empresas ofrecen empleos a quienes tengan de 18 a 25 años de edad.

Las senadoras Leticia Burgos, del PRD, y Micaela Aguilar, del PAN, señalaron a su vez que seguirán laborando en el ámbito legislativo para avanzar en la erradicación definitiva de la discriminación femenil en el trabajo.