MEXICO S.A.
Carlos Fernández-Vega
LA ORGANIZACION DE Naciones Unidas estima que el
nivel de pobreza que se observa en el mundo sólo podría abatirse
a la mitad si de aquí a 2015 el financiamiento para el desarrollo
pasa de los actuales 50 mil millones a 100 mil millones de dólares
anuales, es decir, alrededor de un billón 400 mil millones de dólares
en el periodo para atender las urgencias de un conjunto de naciones carentes
de recursos.
ESE ES EL REQUERIMIENTO financiero para un grupo
de naciones en las que subdesarrollo y deuda externa van de la mano. No
tienen recursos, dice la ONU, de ahí la urgencia de que los países
ricos canalicen 100 mil millones de dólares anuales para que los
indicadores de pobreza se reduzcan a la mitad. Sin embargo, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) confirma que sí tienen recursos, toda vez que
tan sólo en 2001 ese mismo conjunto de países depauperados
destinó poco más de 326 mil millones de dólares al
pago del servicio de su deuda externa (intereses y amortización
de capital), contra 50 mil millones que habrían recibido por "asistencia
oficial al desarrollo".
PARECE UN JUEGO de palabras, pero lamentablemente
no es así: en 2001 por cada dólar que los países ricos
destinaron al combate de la pobreza, las naciones pobres regresaron (a
los ricos y a sus organismos financieros) alrededor de 6.52 dólares,
vía pago del servicio de la deuda externa. Aún si se alcanzara
la meta establecida por la ONU (los famosos 100 mil millones de dólares
anuales de aquí a 2015), la transferencia financiera de los pobres
hacia los ricos se mantendría en un nivel no menor a tres dólares
por cada billete verde recibido por "asistencia".
ENTRE 1992 Y 2001, el mundo en desarrollo (léase
comunidad de naciones pobres) erogó 2 billones 690 mil millones
de dólares (más de cuatro tantos el producto interno bruto
(PIB) mexicano) por concepto del servicio de la deuda externa, monto casi
dos veces superior a las necesidades financieras establecidas por la ONU
de aquí a 2015 para combatir (a 50 por ciento) la pobreza en el
planeta.
EL SAQUEO HA SIDO impresionante. Aun así,
al cierre de 2001 la deuda externa de los llamados países en desarrollo
reportó un nivel de 2 billones 130 mil millones de dólares,
3.2 por ciento más que un año antes y alrededor de 60 por
ciento por arriba del saldo reportado en 1992. Todo ello a pesar de que
en el periodo se realizaron pagos por 2 billones 690 mil millones de dólares,
como se refiere líneas arriba.
EN DICIEMBRE DEL año pasado, la deuda externa
de América Latina reportó un nivel de 817 mil millones de
dólares, contra 478 mil millones en 1992, es decir, un aumento de
71 por ciento. En el periodo, el pago del servicio de dicho débito
sumó un billón 220 mil 500 millones de dólares, monto
que se aproxima a las necesidades financieras establecidas por la ONU de
aquí al año 2015 para todo el "mundo en desarrollo".
AFRICA, POR MEDIO del pago del servicio de su deuda
externa, transfirió a los grandes centros financieros casi 310 mil
millones de dólares entre 1992 y 2001. Actualmente el saldo de dicho
débito es de 320 mil millones de dólares, monto 22 por ciento
superior al registrado en 1992. Igual circunstancia prevalece en los países
asiáticos, mismos que en dicho lapso pagaron 790 mil millones de
dólares por intereses y amortización de capital y, a pesar
de ello, mantenían ?en 2001? una deuda de 682 mil millones de dólares.
A los pobres de Oriente Medio y Europa no les fue mejor: erogaron 371 mil
millones de dólares en el periodo por servicio y en 2001 el saldo
del débito superaba los 311 mil millones de dólares.
ESE ES EL PANORAMA. Por ello, ¿de qué
servirían 100 mil millones de dólares anuales de "asistencia
oficial al desarrollo", si el saqueo ?vía deuda externa? lejos de
erradicarse va en aumento? La ONU, sin embargo, es optimista porque está
convencida de que "la Conferencia Internacional sobre la Financiación
para el Desarrollo puede ayudar a establecer consensos sobre los mecanismos
para eliminar finalmente los obstáculos del débito y concebir
la política que permita lograr estos objetivos".
EN UN RAPIDO RECUENTO sobre el problema de la deuda
externa, información de la organizadora de la cumbre de Monterrey
revela que en 1976 sólo dos de 28 países "menos adelantados"
tenían un índice de más de 50 por ciento de deuda
externa en relación con su PIB, y un índice de deuda externa
contra el total de exportaciones por arriba de 200 por ciento. Para 1987,
dos tercios de esos mismos países habían superado esos indicadores.
A PRINCIPIOS DE LA década de los 90, el
Plan Brady redujo el pasivo bancario de muchos países con
ingresos medios en crisis, pero el problema de la deuda continúa
consumiéndolos e intensificándose en naciones de bajos ingresos.
En 1988, por ejemplo, el índice de deuda contra PIB de Mozambique
alcanzó 210.8 por ciento, el de Laos fue de 93.3 por ciento y el
de Sudán fue de 162.5 por ciento.
A FINALES DE ESA misma década, la de los
90, se hizo evidente que no solamente los países de bajos ingresos,
sino también los de ingresos medios altamente endeudados no escaparon
a los efectos de la deuda. "Primero fue México, después el
Este Asiático, la Federación Rusa, Ecuador, Ucrania, Pakistán,
y finalmente Turquía y Argentina; se consideran países que
aún se mantienen vulnerables a crisis relacionadas con pagos de
la deuda. Además, como obtienen menos financiación por medio
de la banca internacional e incrementan sus emisiones internacionales de
bonos, no existen mecanismos ampliamente acordados para convenir una restructuración
de sus obligaciones de servicio de la deuda externa cuando surge una crisis",
explica la ONU.
EN LA CUMBRE DE Monterrey se intentará fortalecer
la llamada Iniciativa de los países pobres muy endeudados,
la cual pretende disminuir a la mitad el saldo de la deuda externa de dichos
países y reducir los pagos por su servicio en aproximadamente un
tercio. Sin embargo, como revelan las cifras del FMI, dicho débito
ha sido más que pagado ?y no sólo con dinero? por las naciones
"menos favorecidas".
Las rebanadas del pastel:
EN ESTADOS UNIDOS los problemas también
se arreglan por decreto: el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan,
dijo ayer que el crecimiento económico de Estados Unidos está
"bastante avanzado" y declaró el fin de la recesión en el
país. Una semana atrás, el propio gurú había
afirmado que sí, que sí había tal crecimiento, pero
no con la intensidad esperada, de tal suerte que el ritmo de la recuperación
sería más lento que el deseado... EL EX PRESIDENTE López
Portillo aprovechó los "ajustes y correcciones" que Vicente Fox
hizo al esperpento fiscal y a partir de abril comercializará su
propia marca de tequila (Don José, 950 pesos la botella),
toda vez que su pensión vitalicia como ex mandatario ya no le alcanza...
EL PROXIMO LUNES, en Fortaleza, Brasil, arranca formalmente la reunión
anual de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo, que para
2002 proyecta un crecimiento cero para la economía de América
Latina y el Caribe... NOS ENCONTRAMOS el lunes.