Amagan autoridades de la institución
a trabajadoras
Ola de despidos en la Ibero; "el rector quiere
un sindicato sometido a la CTM"
JOSE GALAN
Trabajadoras
despedidas de la Universidad Iberoamericana (Uia), por su militancia sindical,
realizaron ayer un mitin y una jornada de información a las puertas
de esa institución, vigiladas de cerca por elementos de seguridad
y policías auxiliares.
Ante la situación laboral por la que atraviesa
esa casa de estudios, "hoy más que nunca debemos recordar con orgullo
la Ibero del padre Meneses, del padre Escandón y del padre
Vigil", señalaron en un comunicado, y consideraron que después
de cinco años "han quedado demostrados los fracasos del padre González
Torres".
Con pancartas y equipo de sonido como apoyo, repartieron
volantes a miembros de la comunidad universitaria, entre éstos trabajadores,
académicos y estudiantes, en los que aseguraron que una vez que
el padre jesuita Enrique González Torres llegó a la rectoría,
"se dio a la tarea de destruir cualquier forma de organización que
a su juicio competía con su autoridad", en lo que llamaron "un desprecio
total a la comunidad".
Cuando la doctora Florinda Riquer quiso entrar a las instalaciones
de la universidad, se le informó que estaba despedida, debido a
la denuncia que de su caso hizo a La Jornada, y le fue negado el
acceso por los guardias de seguridad universitaria, encabezados por el
encargado Luis Sandi, quien, radio en mano, giraba instrucciones a los
policías auxiliares para que retiraran a los manifestantes de la
puerta nueve de la institución.
González Torres "pretendió dividir a los
trabajadores financiando campañas y alentado más de 50 juicios
contra el sindicato", añadieron las más de 11 despedidas,
quienes celebraron así el Día Internacional de la Mujer.
"En las semanas recientes ha efectuado una ola de despidos en contra de
todos aquellos que han ocupado un cargo sindical o se han distinguido en
las asambleas generales, para imponer un sindicato sometido a la CTM.
"La rudeza utilizada para presionarnos no tiene límites:
amenazas de despido de familiares, ofrecimiento de liquidaciones millonarias
y presiones colectivas en el área de personal. Nuestra universidad
se había distinguido por la fraternidad y la colaboración
entre autoridades y trabajadores, entre estudiantes y profesores. Hoy,
se ha vuelto una institución totalmente diferente, en la que se
ha promovido el terror laboral."