MEXICO, SA

Carlos Fernández-Vega

AÑO TRAS AÑO, durante varias décadas, los gobiernos de América Latina no han hecho otra cosa que seguir al pie de la letra las recetas fondomonetaristas para que, según esto, sus respectivos países salieran del hoyo: reformas "estructurales" por aquí, programas de "ajuste" por allá, apertura unilateral e incondicional de mercados en todas partes, privatizaciones al por mayor, crecientes beneficios a la inversión extranjera.... y las condiciones de la región son cada vez peores.

VISTA POR SUS gobernantes, América Latina se convirtió en la catedral de la "más creativa y avanzada" política económica de la historia, aunque para los ojos de sus gobernados se transformó en el laboratorio, en el gran campo de experimentación neoliberal que los tiene con la soga en el cuello. Los resultados de esa democrática lealtad son más que obvios, a grado tal que la región ocupa el nada privilegiado primer lugar en lo que a desequilibrios sociales y concentración de la riqueza se refiere, con un futuro no precisamente venturoso.

PERO, A FINAL DE cuentas, los gobernados pueden decir misa, toda vez que las "recomendaciones" de los organismos financieros multilaterales se mantienen en la línea marcada y los democráticos gobiernos latinoamericanos no harán nada que desvirtúe o ponga en duda la validez y efectividad del camino andado, aunque los resultados sociales comprueben exactamente lo contrario. Para 2002 y años venideros, más de lo mismo, hasta que la olla de presión reviente.

MAS DE LO MISMO para un cúmulo de exigencias y reclamos de los gobernados en América Latina, que normalmente no trascienden el simple registro estadístico. Tal es el caso de un "sondeo de opinión" divulgado en la reunión de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo, que hoy inicia formalmente sus trabajos en Fortaleza, Brasil: El barómetro latinoamericano, como la llama el BID, reveló que 85 por ciento de los encuestados considera que la situación regional se ha agravado por la mala distribución de la riqueza, 64 por ciento opina que la democracia no funciona bien, un porcentaje similar reclama que las privatizaciones no han sido buenas y 61 por ciento asevera que la situación económica ha empeorado (La Jornada, Antonio Castellanos).

ESO DICEN LOS QUE han padecido, como guiso principal, los efectos de las mencionadas recetas, porque una opinión muy distinta tienen los cocineros. Las reformas en América Latina, considera el BID, deben continuar, no obstante la "creciente insatisfacción" generada por los "ajustes" en los pasados años, especialmente entre la clase media. Para el organismo financiero, "la inconformidad mayor fue con la ola de privatizaciones de las empresas estatales en la década de los 90... A pesar del creciente grado de desilusión durante esa década, y la actual recesión, la región necesita continuar el proceso de reforma con mayor cuidado: la liberalización del comercio y las reformas financieras avanzaron bien; la impositiva y las privatizaciones fueron disparejas, mientras que la laboral fue escasa".

UNO DE LOS EJEMPLOS más cercanos del "triunfo" de las recetas fondomonetaristas es Argentina, cuya economía, hundida en la peor crisis de su historia, caería 8 por ciento en el primer trimestre del presente año, en comparación con igual periodo de 2001, como lo reveló en Fortaleza, Brasil, el viceministro de Economía de ese país, Jorge Todesca. Eso sí, el optimismo está de moda, toda vez que el funcionario aseguró que "en febrero tocamos el piso de la crisis", a pesar de que él mismo calculó que para el segundo trimestre del año el desplome sólo sería de 7 por ciento, con ánimo de crecer uno por ciento en el tercer trimestre y 4 por ciento en el cuarto. Habría que recordar que la economía argentina no crece desde 1998.

Y COMO EL GOBIERNO mexicano ha sido uno de los cocineros más aplicados de las recetas fondomonetaristas, en este nuevo siglo no podía darse el lujo de perder terreno y credibilidad ante los organismos multilaterales. Por ello, Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda, participante en la reunión de gobernadores del BID, afirmó ayer que la apertura económica es un factor central para superar las crisis que en forma recurrente amenazan a Latinoamérica. Dicha circunstancia explica, a juicio del funcionario, por qué México tardó varios años en superar la recesión de 1983 y sólo unos cuantos meses la de 1995. "La diferencia fue, precisamente, la apertura económica", apertura que lejos de corregir ha profundizado la desigualdad social y la concentración de la riqueza y que no ha generado crecimiento destacado ni sostenido.

LA DEFENSA DE Gil Díaz no se limitó a los excelsos beneficios de la apertura de mercados, sino que la extendió a la crisis bancaria y las fórmulas aplicadas para salir de ella. A su auditorio explicó que en 1995 -cuando todo México estaba abierto- el gobierno decidió crear el Fondo Bancario de Protección al Ahorro, es decir, abrir las arcas nacionales -que a la fecha no ha cerrado-, para "proteger a los ahorradores, no a los banqueros, de los cuales la mayor parte perdieron sus bancos y su capital... En su momento, el Fobaproa fue interpretado por varios sectores como un salvavidas para los banqueros... Dicho fondo, con una deuda de 60 mil millones de dólares -en realidad de 80 mil-, sirvió para proteger a los ahorradores y por ende para salir de la crisis de 1995".

LA CREATIVIDAD DEL gabinete mexicano es inagotable, porque Gil Díaz no es el único que defiende lo indefendible. Para estas artes, qué mejor muestra que la ofrecida por el ex funcionario del Banco Mundial y actual secretario de Economía del cambio, Luis Ernesto Derbez, para quien en este momento del país la seguridad jurídica a las inversiones extranjeras y nacionales "es más importante que todo lo demás".

LA CÉLEBRE FRASE de Derbez -el secretario, no el cómico- es copia fiel de las directrices marcadas por sus amigos de Washington, quienes exigen a las naciones "menos favorecidas", como ahora gustan en llamar a los países históricamente subdesarrollados, "crear las condiciones internas e internacionales necesarias... crear condiciones transparentes, estables y previsibles para proteger la inversión extranjera, con disposiciones para hacer cumplir los contratos y hacer valer los derechos de propiedad". Aquellos las marcan, estos las siguen al pie de la letra.

QUÉ BUENO QUE sea así, porque, felizmente, lo anterior forma parte del cambio.

Las rebanadas del pastel:

LA MEJOR DEFINICION conceptual sobre lo complicado que resulta combatir la marginación y la desigualdad la ofreció el presidente Vicente Fox: "Abatir la pobreza requiere de un trabajal"... El ex secretario de Hacienda del zedillato, José Angel Gurría, se mueve como pez en el agua en la reunión de gobernadores del BID. A su regreso se incorporará de lleno como académico en el Tecnológico de Monterrey, el Tec, campus estado de México.

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