A la tumba, secretos de la matanza en los campos
palestinos de Sabra y Chatila en 82
La misteriosa muerte de Michael Nassar
Tercer libanés ex integrante de las milicias
falangistas que perece en poco más de 2 meses
ROBERT FISK /THE INDEPENDENT
Beirut, 10 de marzo. Los secretos de la matanza
en los campos palestinos de Sabra y Chatila en 1982 se han ido a la tumba
con otro ex integrante de las milicias falangistas, el tercer libanés
que muere de manera misteriosa en poco más de dos meses. El viernes
pasado, Michael Nassar, antiguo socio de Elie Hobeika ?el líder
falangista asesinado con un auto-bomba en Beirut, en enero pasado? fue
baleado de muerte en Brasil por un hombre que utilizó una pistola
con silenciador. Su joven esposa, Marie, fue abatida junto con él.
Un
tribunal belga recientemente postergó su decisión sobre si
tiene derecho a enjuiciar al primer ministro israelí, Ariel Sharon,
por la matanza en esos campos de refugiados -aunque fue señalado
como "personalmente responsable" por una comisión israelí
de investigación-, mientras los abogados que representan a los sobrevivientes
buscan más evidencias.
Pero la evidencia más relevante, la que puede encontrase
en la memoria de quienes estuvieron involucrados en los asesinatos ?aquellos
que eran aliados de Israel en la época? desaparece a medida que
la lista de muertos aumenta.
Nassar acumuló una inmensa fortuna con la guerra
civil libanesa, vendiendo las armas que habían utilizado los falangistas
a las milicias croatas durante el conflicto de los Balcanes.
Uno de sus barcos acabó en manos de la armada serbia,
que llegó a enviar a Nassar una cuenta por el costo del almacenaje
de las armas incautadas. En 1997 abandonó Beirut, luego que una
corte libanesa le pidiera explicaciones sobre sus bienes, que se dice alcanzaban
los cien millones de dólares.
Nassar
ya estaba preocupado cuando llegó en su automóvil a una gasolinera
en los suburbios de Sao Paulo, el viernes: había llamado por celular
a un amigo para decirle que lo seguía un vehículo. Hizo un
segundo llamado para decirle al mismo amigo que sus perseguidores se habían
desvanecido, justo un momento antes de que el pistolero le descargara cinco
balas, y otras siete a su esposa.
Israel ha negado que Hobeika ?que había aceptado
testificar contra Sharon menos de 24 horas antes de que lo mataran? fuera
asesinado por sus escuadrones de la muerte. Los libaneses sostienen
lo contrario. Nassar ?quien era sobrino del ex general Antoine Lahd, de
las "milicias del sur de Líbano", señaladas como pro israelíes?
puede haber sido víctima de la mafia brasileña. Pero, con
toda seguridad, el robo no fue el móvil del asesinato.
El primer ex miliciano cristiano derechista en ser abatido
fue uno de los antiguos compañeros de Hobeika, Jean Ghanem, quien
extrañamente estrelló su automóvil en un árbol
el día de Año Nuevo. Ghanem murió tras dos semanas
en estado de coma. Luego vino el asesinato de Hobeika con un auto-bomba,
y ahora el de Nassar.
Otros ex falangistas viven temiendo por su vida, ya sea
por Israel o por los palestinos que buscan venganza por los más
de mil 700 civiles asesinados en 1982. Uno de ellos se enteró hace
poco de que docenas de palestinos que sobrevivieron a la matanza en los
campos fueron ejecutados en un antiguo cuartel de las milicias, cerca de
Jounieh, en el norte de la capital, tras haber permanecido prisioneros
en contenedores durante dos semanas. Los prisioneros habían sido
entregados a los falangistas, dijo, por tropas israelíes en el derruido
estadio de Beirut. La ubicación de su tumba colectiva es conocida
por The Independent.
© Copyright: The Independent
Traducción: Alejandra Dupuy