CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
La sombra de Guadarrama
DENTRO DE una semana, si se cumple lo ofrecido, los partidistas
y quienes no profesamos religión política sabremos si el
PRD pudo superar con limpieza y justicia la elección que hoy es
causa de sus preocupaciones y modela el futuro inmediato de ese partido.
SORTEAR LOS peligros que acechan la elección no
parece fácil, por más que los candidatos supongan civilidad
en la contienda. Pasadas las turbulencias de la elección priísta
y la santidad burocrática con que se efectuó la panista,
ahora es en el PRD donde se trata de moldear la parte faltante del rompecabezas,
para insertarlo en ese proyecto de país que requiere de partidos
mansos pero bien comidos.
LA ELECCION que viene no se halla al margen de los arquitectos
de la promesa neoliberal, que cuenta seguramente con el auspicio de los
canallas para evitar el desborde de las aguas de la disidencia.
EL RETO perredista consiste, por tanto, en impedir que
la mano mezca la cuna o, para decirlo mejor, que las manos mezcan la cuna,
porque no nada más intervendrán los intereses perredistas,
por más que se declare lo contrario.
CADA PARTIDO tiene su Oaxaca, mientras se quiera hacer
participar a la militancia, y el PRD no podía quedarse atrás.
Jesús Guadarrama, ex priísta, cacique bien conocido en la
Huasteca hidalguense, acusado de todo e impune por todo, quiere llevarse
el gato al agua.
EL EQUIPO de campaña de Rosario Robles detectó
una operación clon en aquella entidad, la cual consiste en
hacer réplicas de las boletas electorales para embarazar
urnas a favor de Jesús Ortega. Al mando de la operación está,
según informaciones, Guadarrama.
ESTE PERSONAJE, que perdiera hace algunos años
la candidatura del PRI a la gubernatura del estado frente al actual mandatario,
Manuel Angel Núñez Soto, rompió con el partido que
lo había protegido y buscó refugio con Jesús Ortega,
quien le proporcionó la posibilidad de crearse "otro" futuro político
que la garantice lo mismo que antes: impunidad.
PARA UNA buena cantidad de perredistas la inclusión
de Guadarrama en su partido es una muy grave ofensa, ya que en 1991 fue
acusado por el propio PRD ante el Ministerio Público y la Comisión
Nacional de Derechos Humanos de estar involucrado en una banda paramilitar
que encabezaban algunos parientes suyos en el municipio de Jacala, Hidalgo,
y que habría sido responsable de la muerte de tres indígenas.
LA DENUNCIA en la CNDH fue presentada por el Consejo Estatal
del PRD y el coordinador general del Movimiento Campesino y Popular Sierra
Unida de Jacala, pero en lugar de hallar en todo el PRD el repudio generalizado,
Guadarrama se convirtió en un apoyo para el candidato Ortega, que
promueve la "transición".
Y POR si fuera poco, se dice que también el gobernador
de Oaxaca, José Murat, quien hizo de la elección de presidente
nacional del PRI una elección federal, por el número de votos
emitidos, tiene en Jesús Ortega a su favorito para encabezar el
PRD, y con sus antecedentes bien podría hacer otra jugarreta. Total,
¿quién dice que no se puede?