Visita México para recibir homenaje en
la FFL
Apel: mis relaciones con el posmodernismo, nada fáciles
Adelanta que en la instancia universitaria dictará
una retrospectiva filosófica sobre el conflicto en Kosovo
CESAR GÜEMES
Sencillamente el maestro de Jürgen Habermas y, como
lo define el filósofo argentino naturalizado mexicano Enrique Dussel,
"el primer pensador que hace el puente entre la filosofía generada
en Estados Unidos y la de Europa continental, además de ser el único
filósofo europeo que tiene contacto recurrente y formal con sus
pares de América Latina". Se trata del alemán Karl-Otto Apel,
quien visita México para recibir el homenaje que, con motivo de
su aniversario 80, se llevará a cabo a partir de hoy en la Facultad
de Filosofía y Letras de la UNAM, organizado por esa casa de estudios
y la UAM-Iztapalapa, el Instituto Goethe y los grupos Alteridad y Missio.
En cuanto al trabajo, Apel participará en el noveno Seminario Internacional
Norte Sur en la sede de la asociación Aculmex.
Es
un clásico en activo. Apel, sonriente, dice en alemán que
traduce al vuelo Dussel: "No estoy seguro de serlo. Pero ya que tengo ochenta
años, si miro en retrospectiva observo que el inicio de la Segunda
Guerra Mundial fue determinante. Fui soldado durante cinco años,
caí prisionero de las fuerzas estadunidenses, resulté liberado
y sólo entonces, luego del otoño de 1945, me dediqué
con firmeza a estudiar historia. Poco a poco fui de ella a la filosofía,
ya que mis intereses fueron hacia la historia del pensamiento. Desde entonces
me dedico a esto".
A propósito de los derroteros que lo llevaron a
su actual postura, narra: "Cuando leí a Hans-Georg Gadamer consideré
que ese no era mi camino. Lo cual me llevó a distanciarme de Martin
Heidegger y regresar a Kant. Lo que me interesó finalmente fue lo
que en el área conocemos como filosofía trascendental, que
se explica a partir de las condiciones de validez, el problema de lo que
se denomina el consenso intersubjetivo, que quiere decir cómo nos
ponemos de acuerdo. Me di cuenta de que esos temas no habían sido
tratados por Gadamer ni Heidegger y los elegí como mi camino. De
hecho esa parte de mi reflexión puede encontrarse traducida al castellano
en el volumen de título Transformación de la filosofía.
Al final del segundo tomo llego a la posición siguiente: la postura
de Ludwig Wittgenstein y de la filosofía del lenguaje presupone
una comunidad de hablantes. Entonces, hago una síntesis del pensamiento
que llamamos continental, el que viene de Europa, con el anglosajón".
-¿Qué es lo que le interesa del pensamiento
latinoamericano?
-Conocí la filosofía realizada en Latinoamérica
hace apenas diez años a través de los estudios sobre la filosofía
de la liberación realizados por Enrique Dussel. Antes, mantuve un
firme diálogo casi tan sólo con el pensamiento anglosajón,
de 1973 al 89. Hablamos de Charles Pierce, el más grande pensador
norteamericano al lado de John Austin y John Searle. Latinoamérica
no entró en mi horizonte sino hasta 1989. Además de México,
he encontrado buen diálogo con estudiosos de Argentina, Perú
y Brasil.
-Ha sido muy notoria la distancia que puso entre Derrida
y Lyotard, los líderes de la teoría posmoderna, y usted.
¿Continúa con su postura?
-Conocí a Lyotard en París, lo invité
a Francfort y tratamos de armar una buena discusión, pero no hubo
éxito. Lyotard se centró en el tema de la crítica
del juicio de Kant, pero no conseguí entender su defensa y lo lamento.
Incluso hubo un buen filósofo brasileño, Amos Nascimento,
quien quiso hacer un estudio sobre la posible relación entre mi
pensamiento, el de Habermas y el de Lyotard, pero fue imposible. En cuando
a Derrida lo entiendo mediante Pierce y su conocimiento de la semiótica.
Pero en mi opinión mientras que Pierce hace semiótica, Derrida
lo que hace es sólo "semioticismo", mientras yo quiero hacer semiótica
trascendental. Es por eso que las relaciones entre nosotros no son nada
fáciles.
La tarea de Apel es que los conceptos filosóficos
toquen tierra, y es por ello que su discurso de hoy en la UNAM versará
sobre la situación en Kosovo. Explica: "Será una retrospectiva
filosófica sobre lo que ha ocurrido entre el conflicto entre Serbia
y las fuerzas de la OTAN. Es un caso en el cual el derecho de gente no
tuvo efecto. Durante la guerra de Kosovo no intervino el consejo de seguridad
de la ONU, lo cual la convirtió en ilegal y quiero responderme entonces
a la pregunta de qué tipo de normatividad rige en un caso como ése".
Los encuentros, entonces, serán como sigue: Homenaje
a Karl-Otto Apel en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y
Letras: hoy a las 18 horas Ambrosio Velasco Gómez dictará
la ponencia Apel y la transformación de la filosofía, Apel
le seguirá con su estudio sobre Kosovo; el martes 12 a las 19 horas
corresponde el turno a Franz Hinkelammert con el tema Democracia y globalización;
el miércoles 13 a la misma hora Georges Labica hablará sobre
Globalización, democracia y socialismo; y finalmente Raúl
Fornet, el jueves 14 también a las 19 horas presentará la
tesis Democracia y marxismo en América Latina. Por su parte, los
trabajos del noveno Seminario Internacional Norte Sur, se llevarán
a cabo del 12 al 14 de marzo de 9:30 a 17 horas en la sede de Aculmex,
ubicada en Cerrada de Pirul 5, Jardines de San Mateo, y en él participarán
con el tema de la democracia los ya mencionados más el propio Enrique
Dussel, Carlos Cullen, Carmen L. Bohórquez, Luis Villoro, Hans Schelkshorn,
Juan Antonio Senet, Mthokozisi Maseko, Edward Demenchonok y Sang-Bong Kim.