No tiene competencia, insiste Sheinbaum; reta a Lichtinger a presentar controversia
En 30 días decidirá la Semarnat si interviene en proyecto vial del DF
La reunión entre los secretrarios devino foro El funcionario pasó de parte a moderador
ELIA BALTAZAR Y ANGELICA ENCISO
El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Lichtinger, ofreció un plazo de 30 días para decidir si el gobierno federal intervendrá en el proyecto de construcción de los segundos pisos en el Periférico y el Viaducto, con la advertencia de las autoridades capitalinas de que no puede hacerlo a menos que presente una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Luego que la titular de Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal, Claudia Sheinbaum, retó a Lichtinger a recurrir a la SCJN si así lo considera pertinente, el funcionario federal respondió: "Lo voy a pensar".
Aunque Lichtinger invitó en principio a las autoridades capitalinas, con el argumento de intercambiar información sobre el proyecto, al final sólo participó como moderador de un encuentro que devino foro, al cual sólo fueron invitados representantes de algunos sectores que han manifestado su oposición a la obra que proyecta el gobierno capitalino.
Entre ellos estaban Gabriel Quadri, del Centro de Estudios para el Desarrollo Sustentable; la secretaria de Ecología del estado de México, Martha Hilda González; el diputado federal panista Jorge Alberto Lara; Gustavo Alanís, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, y representantes de grupos ambientalistas de Hidalgo, Guerrero y Puebla.
Al concluir el encuentro, en el que predominaron los cuestionamientos en torno a la legalidad y la transparencia del proceso de elaboración del estudio de impacto ambiental de los segundos pisos, Sheinbaum criticó el carácter de la reunión y el papel que Lichtinger desempeñó.
Dijo: "el secretario llamó al jefe de Gobierno a una reunión para discutir los problemas ambientales asociados al segundo nivel en Viaducto y Periférico, y aquí no oí hablar a Lichtinger". En todo caso, agregó, no lo necesitamos para hacer foros.
"Es una lástima", dijo Sheinbaum, que Lichtinger no manifestara una opinión durante el foro, cuando públicamente se ha opuesto al proyecto y de antemano conocía las posiciones de quienes participaron en el encuentro que se llevó a cabo en la sede de la Semarnat, y que se prolongó por cuatro horas.
Otra, sin embargo, fue la opinión del titular de la Semarnat, quien aseguró que durante esta reunión se conocieron nuevos elementos sobre la obra "que nunca se habían esgrimido". Por eso, consideró, no había llegado el tiempo para emitir la decisión de la dependencia a su cargo.
Sheinbaum no sólo rechazó las pretensiones de competencia del gobierno federal en la obra vial, de acuerdo con la Ley Federal de Protección Ambiental, sino que comparó su interés y preocupación en este proyecto con el que ha mostrado sobre el aeropuerto alterno en Texcoco y el impacto ambiental que significará su construcción.
Agregó: "me gustaría que hiciera actos de este tipo para discutir acerca del aeropuerto de Texcoco, pues cuántas veces ha recibido a los ejidatarios de Atenco o realizado este tipo de foros para analizar el proyecto. Es más, quisiéramos saber dónde está el estudio de impacto ambiental de la próxima terminal aérea".
Recomendó al titular de la Semarnat que "estuviera más preocupado por el reciente aumento en las emisiones de bióxido de azufre, producto de las industrias de competencia federal".
Evidenció la diferencia de criterios aplicados por la Semarnat en otras obras que se construyen en el Distrito Federal, como ocurrió en el distribuidor vial de Zaragoza, que tendrá el mismo número de kilómetros que el segundo piso. Pero en este caso, informó, el director general de Impacto Ambiental de la Semarnat envió una carta al GDF, en la que manifiesta que esta obra es un asunto de competencia local.
Lichtinger también fue interrogado respecto del aeropuerto en Texcoco, y de manera escueta respondió: "esto no tiene nada que ver con otros proyectos y siempre habrá obras en donde haya discrepancia de opiniones".
Ante las facultades que otorga la ley a las autoridades ambientales, tanto federales como capitalinas, para dictaminar ellas mismas las obras que emprenden los gobiernos respectivos, Sheinbaum explicó que se trata de un problema de la misma legislación, pero descartó que por parte de las autoridades federales hubiera un conflicto de intereses. Y "si la Federación considera que hay un conflicto de intereses, que lo resuelva ante la SCJN".