El arquitecto tapatío permaneció fiel a sus raíces

Luis Barragán reposa por fin en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres

CAYETANO FRIAS FRIAS CORRESPONSAL

Guadalajara, Jal., 12 de marzo. Tres días después del centenario de su nacimiento, los restos de Luis Barragán Morfín fueron depositados en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, procedentes del Panteón de Mezquitán. La urna llegó al centro de la ciudad a bordo de una elegante carroza modelo 1928. Una banda de guerra y un centenar de admiradores formaron el cortejo que acompañó los restos del arquitecto tapatío.

A un costado de la catedral y el palacio municipal, Eduardo Morales Valencia, de la Academia Nacional de Arquitectura, recordó que a pesar de que Barragán fue un viajero incansable del mundo, ''permaneció fiel a su identidad y fidelidad por sus raíces, con la arquitectura popular de Jalisco; de su infancia, pueblo de Mazamitla, de Zapotlán, de Sayula, de Zacoalco, Atotonilco, Cocula y Chapala, lugares de calles empinadas, enjarres blancos y tejas rojas; ruido de agua corriendo y sol que quema, lugares y aconteceres donde aprendió la virtud de lo sencillo, que después reflejaría en su obra".

Figura mítica, solitaria y enigmática

Morales Valencia definió a Barragán como una ''figura mítica, solitaria y enigmática, ajeno de lo que se nutren los arquitectos de éste y todos los tiempos, de las candilejas y de los reconocimientos, considerando su actividad que abarca 50 años".

Explicó que el arquitecto tapatío fue un ''adelantado de su tiempo; su arquitectura pudiera ser actual dentro del minimalismo contemporáneo, sus referencias principales no se encuentran en el fachadismo arquitectónico tan común hoy día, sino en el silencio, en el recogimiento, en el misticismo bañado de luz y verde, de sus bien logrados espacios interiores".

Declararán patrimonio otras obras

Sara Topelson, directora de Arquitectura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), comentó al finalizar la ceremonia, que ya se trabaja la declaratoria de patrimonio artístico para otras obras de Luis Barragán, como la Casa ITESO-Clavijero, el Convento de las Capuchinas y la Casa Gilardhi, pues sólo la Casa-Estudio Barragán y el Faro del Comercio de Monterrey ostentan esa categoría.

La funcionaria precisó que el riesgo para la Casa Barragán en el Distrito Federal fue superado, pues no se construirá el edificio en la parte posterior, que amenazaba con impedir el paso de la luz, uno de los elementos principales en la obra del tapatío.

Topelson rechazó que la obra de Luis Barragán se encuentre en condiciones precarias y explicó que ''sí requiere mantenimiento, pero no es una obra que esté en peor estado, en comparación con las obras de grandes arquitectos en el mundo''.