La conferencia de la ONU, un encuentro de gran
trascendencia e impacto favorable para México
Rechaza Fox haber recibido presiones para buscar que
Castro no acudiera a la cumbre de Monterrey
Después del 11 de septiembre se da un sentido
de responsabilidad de las economías líderes, dice
ELENA GALLEGOS
JUAN MANUEL VENEGAS
El presidente Vicente Fox Quesada sostiene que la cumbre de Monterrey puede ser muy exitosa porque, a diferencia del pasado, ya no hay confrontación ni "posiciones contestatarias" entre las naciones que "siguen en la retaguardia y las que van en la vanguardia". Asegura que, en el concierto internacional, el papel de México es estratégico, porque ya está "inmediatamente atrás de las economías líderes".
Afirma: ''De hecho, somos las dos cosas, pobres y ricos... Por eso México puede ser el puente de encuentro entre los dos mundos''. Pero lamenta, de todos modos, que "no seamos la nación con la relevancia y la fuerza que se requieren" para colaborar en la solución del conflicto de Medio Oriente.
Sobre los recientes, terribles sucesos en esa región, hace explícita su preocupación por la violencia. Comenta: "Desde el Consejo de Seguridad (de la Organización de Naciones Unidas) nuestra postura con Israel, con Palestina, es la de buscar todos los caminos que haya hacia la paz".
ELENA GALLEGOS Y JUAN MANUEL VENEGAS
En entrevista con La Jornada, el presidente Vicente
Fox Quesada rechaza tajante que su gobierno haya recibido algún
tipo de presión para lograr que el presidente de Cuba, Fidel Castro,
no acuda a la Conferencia Internacional sobre la Financiación para
el Desarrollo, del 20 al 22 de este mes en Monterrey. ''Nosotros no hemos
tenido ninguna presión de nadie, ni en ese tema ni en cualquier
otro'', asegura.
-Estamos a una semana del inicio de la cumbre de Monterrey
¿Cómo la mira a esta distancia?
-Yo te diría que con mucho entusiasmo. De una reunión
que había planteado la ONU, que no parecía de mayor impacto
y trascendencia... cuando le metimos mano y nos pusimos a trabajar se logra
un gran resultado, una enorme convocatoria: 52 jefes de Estado y de gobierno,
180 países van a estar presentes, así como una enorme cantidad
de empresarios, ministros de finanzas, cancilleres, y por tanto es ya un
evento de gran trascendencia e impacto no sólo por la capacidad
de convocatoria, sino porque va a dar el escenario en el cual discutir
temas de fondo.
-Hace 20 años en la cumbre Norte-Sur, de la que
México también fue anfitrión, el debate, los planteamientos
fueron en esencia los mismos que gravitan en torno al foro de Monterrey.
¿No estaremos dentro de otros 20 años discutiendo lo mismo?
-Creo que hay una gran diferencia. Entonces había
una polarización, un juego político de gran impacto... del
Sur luchando contra el Norte en plan de confrontación, contestatario.
Ahora es muy diferente, ¡muy diferente! Esta es una reunión
a la que viene la retaguardia, los pequeños, con un mensaje doble:
por un lado, un reconocimiento de que para que haya crecimiento y desarrollo
se requieren políticas económicas sensatas, formalidad en
el manejo de las finanzas públicas, disciplina y buena administración.
''Más y más países reconocen esto
y de hecho todos los que vienen a Monterrey lo han adelantado, porque ya
hay un borrador de lo que puede ser el consenso; y en segundo lugar, esos
países ?se sigue refiriendo a lo que llama la retaguardia? vienen
sí a presentar su problemática, a hacer sus solicitudes muy
concretas, pero no en términos de exigencia sino de... de una real
descripción de sus necesidades en materia de financiamiento, apertura
del comercio, de respaldo a situaciones que se vuelven críticas.
''Con la vanguardia, después del 11 de septiembre,
hoy se presenta una ventana de oportunidades muy interesante. Hay un sentido
de responsabilidad de las economías líderes del mundo, en
el sentido de que se requiere un verdadero esfuerzo solidario, de cooperación
y colaboración para empezar a reducir la pobreza y los rezagos del
planeta. Hay pues compromisos muy sólidos en temas muy concretos
como la reducción de pobreza, la creación de oportunidades,
la lucha contra la ignorancia y el analfabetismo. Por tanto, hay también
un compromiso moral que se hace en muy buenos términos para iniciar
el milenio.
''En Monterrey ?sintetiza? se van a juntar estos tres
elementos, se encontrará una resolución aprobada por todo
mundo y se marcarán nuevos derroteros en materia de crecimiento
con rostro humano, financiamiento para el crecimiento y compromisos con
el desarrollo social y de capital humano''.
-¿Entonces usted sí cree que el Norte rico
tiene una obligación con el Sur pobre?
-Yo creo que sí, puesto en términos de solidaridad,
en términos de reconocimiento a que en el mundo, para que la globalización
prospere, tenemos que avanzar todos parejos. No se puede seguir ampliando
esta brecha ya existente.
-¿Cuál será la opción para
los países en desarrollo y concretamente para México: la
búsqueda del financiamiento o el acceso a los mercados? ?se le pregunta
sobre lo que parece ser uno de los puntos centrales del debate que se dará
en Monterrey.
-No, no son solamente esas dos opciones, son varias: una,
responder a sus problemas más críticos mediante apoyos directos
para reducir sus montos de deuda; dos, mayor acceso al financiamiento en
mejores términos; tres, un comercio amplio, abierto, donde tengan
pleno acceso a los mercados de los países desarrollados y que a
la vez éstos reduzcan y eliminen los subsidios que vienen utilizando,
sobre todo a los productos agropecuarios y, finalmente, el acceso a tecnología,
a la educación, a las palancas que realmente producen el desarrollo
para un país.
-En este punto, México, los mexicanos, ¿qué
somos: ricos o pobres?
-Somos un país denominado emergente. Sin embargo,
hoy somos la economía número nueve en tamaño en el
mundo... estamos justo atrás de las economías líderes,
de las grandes economías del mundo. Ocupamos el siguiente espacio.
Esto nos da una posición estratégica y de alta responsabilidad.
''De hecho, somos las dos cosas ?pobres y ricos?, venimos
de un proceso de impulso de desarrollo y a la vez tenemos una aspiración
de participar en las decisiones globales. Por esto podemos hablar de que
Monterrey es un puente de encuentro y que México es el lugar, es
el puente de encuentro entre la vanguardia y la retaguardia.''
-Bisagra, ha dicho la cancillería...
-Así también le pudiéramos denominar...
nosotros le llamamos puente de encuentro. Entonces, creo que tenemos que
jugar un papel muy especial y muy estratégico en esta ocasión.
Si bien el consenso de Monterrey se dio ya en la sede de las Naciones Unidas,
con la participación de todos los países, México y
el gobierno de México hace la propuesta de un retiro de presidentes
y de líderes.
''Ahí precisamente queremos buscar el sustento
y el apoyo político a las decisiones que han tomado los técnicos.
Ahí queremos buscar un acuerdo de solidaridad y de compromiso para
alcanzar las metas del milenio y para impulsar procesos de desarrollo.
Entonces México la estará jugando en ser este puente de encuentro
entre las naciones...''
-Bueno, a ver. ¿México necesita o no financiamiento
para el desarrollo? Y la deuda para México, ¿sigue siendo
un problema, una prioridad?
-No, el problema de la deuda en México ya no es
un asunto relevante o prioritario ?desdramatiza para calificar:
''Es manejable, está muy bien financiada, año
con año vamos buscando extender plazos y reducir costos. Entonces
no es nuestra intención principal. Por el otro lado, nosotros querríamos
dos o tres cosas. La primera, que se nos acepte que nuestras cuentas públicas
se manejen igual que en el caso de países europeos o de países
desarrollados. Eso tiene importancia, porque cuando hay proyectos de inversión
e infraestructura que generan un ingreso y un impacto de crecimiento para
el país, no se lleva esa inversión a deuda pública.
''Queremos también que existan mecanismos de solución
rápida, eficiente, si es que llegan a presentarse problemas contingentes.
Normalmente ha sido muy tortuoso el camino de salida para el país
que se encuentra repentinamente en un problema. Puedo citar el caso argentino.
Ha tardado mucho la resolución y por tanto se deterioran las cosas,
las relaciones.
''Y finalmente lo que queremos es acceso pleno a los mercados,
sobre todo en el ramo de los productos agropecuarios. Nuevamente, como
señalé, para los países pequeños lo importante
es que se eliminen los subsidios, ¡los fuertísimos subsidios
que existen en los países desarrollados!''
-¿No suena un poco contradictorio que en México
se le esté dando tanta importancia al acceso a los mercados? Porque
si bien dice usted que somos la novena economía del mundo, lo cierto
es que tenemos 40 millones de pobres...
-No, mira, este acceso pleno a los mercados tiene que
ver con productos agropecuarios y más... mmm, en el caso nuestro,
como hay acuerdos de libre comercio con 32 países, ya tenemos el
acceso pleno. Lo que existe es una desventaja clara en cuanto a los subsidios
que dan muchos de estos países a sus productores.
''El punto concreto de México sería que
no sólo haya acceso pleno, sino que se eliminen esos otros subsidios
que existen en esos otros países. Con eso nosotros, México,
tendría resuelto el problema... el asunto del libre comercio.''
-¿Qué condiciones reales existen para que
los países industrializados, concretamente Estados Unidos, acepten
?con los ritmos y tiempos a debate? que se llegue a la meta de destinar
0.7 por ciento de su producto interno bruto (PIB) al desarrollo social?
Se lo digo porque Estados Unidos ha priorizado su gasto militar. El contexto,
pues, no parece tan propicio.
-Originalmente los países desarrollados aceptaron
hacer aportaciones de esa magnitud. En la práctica esto no ha sucedido
y tampoco hay una aceptación actualizada de eso... Simple y sencillamente
se vuelve a registrar como un compromiso que se hizo en el pasado.
''En lo que sí seguramente vamos a avanzar es en
cuánto están dispuestos estos países a comprometerse
con fondos directos de apoyo a las naciones más pobres. En apoyo
a esa retaguardia. No es la pretensión llegar a que se acepte ese
compromiso de 0.7 por ciento, no es ni siquiera lo que vamos a intentar
sino a discutir cómo los países desarrollados se comprometen
con los países pequeños.
''A nosotros nos interesa que se abran canales de financiamiento
para mujeres trabajadoras, a las mujeres indígenas, y a la micro,
pequeña y mediana industria.''
-A propósito de los indígenas, la premio
Nobel Rigoberta Menchú dijo esta misma mañana que no sentía
que los pueblos indígenas estuvieran representados en el foro de
Monterrey. ¿Por qué no se invitó a interlocutores
representativos?
-Yo entiendo que la convocatoria está abierta por
la ONU para la participación de las ONG.
-¿A México le preocupó este tema
en especial?
-A nosotros nos preocupó el tema de ONG y solicitamos
que se fuera más allá del paquete que ya tenía la
ONU y efectivamente se abrió. Hemos ofrecido a organismos mexicanos
su participación ahí, en el día dedicado precisamente
a ellos.
''Por otro lado, la representación que se hace
en estos foros es de los países, la mayor parte somos democráticos
y por tanto sus gobiernos son representativos.
''Desde luego que en nuestra mente están representados
los 10 millones de indígenas mexicanos y buena parte de las propuestas
y de lo que estaremos impulsando ahí tiene que ver con beneficios
precisamente para comunidades indígenas".
--En los documentos que se han dado a conocer del foro
internacional de negocios, se advierte que la asistencia oficial a las
políticas sociales ha ido decreciendo y la alternativa que propone
es el flujo de capitales privados y la asistencia multilateral, ¿va
México por esa opción?
-Yo lo que veo es que las instituciones financieras como
el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, en fin, más
y más, van dedicando sus recursos de financiamiento al apoyo a programas
de desarrollo humano y social. En ese sentido va creciendo el flujo del
financiamiento social comparado con el flujo de financiamiento a la economía,
a la industria.
-Y los mexicanos más pobres ¿qué
podemos esperar de la reunión de Monterrey, en concreto?
-Que el financiamiento sea un instrumento eficaz para
el crecimiento económico y que este crecimiento sea, a su vez, un
instrumento eficaz para generar empleos y oportunidades para las familias...
¿Qué espera México entonces? Contribuir al esfuerzo
global de mejorar los sistemas de financiamiento para el desarrollo. Poner,
además y como lo estamos haciendo, el escenario ideal de estabilidad
y tranquilidad para la reflexión para que esto se dé.
''No vamos, pues, a este foro para ver qué sacamos
exclusivamente para México. Por supuesto, defenderemos nuestros
intereses, pero por igual queremos ver por Centro y Sudamérica,
Africa, y por la voz de esos países que tienen mayores dificultades.''
-Y considerando que a Estados Unidos lo que le interesa
es dedicar la mayor parte de su gasto en la industria armamentista, ¿cree
en realidad que Centro y Sudamérica o Africa estemos en la agenda?
-Después del 11 de septiembre se fortaleció
un espíritu de lucha para superar las condiciones de pobreza. La
entrada a este tercer milenio también generó este nuevo espíritu
y, bueno, creo que aquí lo destacable es que decidimos responder
a la convocatoria de la ONU con entusiasmo y dedicar nuestro esfuerzo a
buscar nuevos caminos y soluciones a los problemas que aquejan a la globalización.
''Es muy acreditable esta voluntad con la que vamos todos
de mejorar. Por supuesto no se van a resolver todos los problemas del mundo
ni los de cada país, pero con el entusiasmo con el que concurrimos
estoy seguro que vamos a lograr algunas soluciones.''
-Presidente, a usted como anfitrión y dadas las
condiciones existentes entre Estados Unidos y Cuba, ¿le preocupa
que se encuentren en el foro los presidentes Castro y Bush?
-Nuestra tarea es hacer que el escenario donde se realiza
esta cumbre y esta reunión de las Naciones Unidas sea plenamente
estable, plural. Que sea un lugar donde se puedan debatir las ideas con
sensatez, profesionalismo y madurez. Esa es otra de las grandes aportaciones
que está haciendo México.
''Por esto, hacemos el llamado a todo el que quiera hacer
ponencias, presentar posturas, ideas, que lo haga por el camino que ya
está abierto de participación de ONG y nosotros nos comprometemos
a hacer llegar las ideas ahí. No hay que manifestarse, no hay que
violentar, no hay que hacer nada... ¡que las ideas fluyan y se consensen
las mejores! No toda idea o sugerencia debe ser tomada como buena. ¿No?''
-Entonces, para usted como anfitrión, ¿sería
mejor que viniera Castro?
-Bueno, que yo sepa no está viniendo el comandante
Castro. Entiendo que viene el señor (Carlos) Lage; pero, pero...
la decisión es de la ONU. Es decir, países que pertenecen
a las Naciones Unidas... pues estarían con el derecho de estar aquí.
-Se ha especulado con insistencia sobre posibles presiones
a México para que no venga el presidente cubano. En la reunión
de Cancún, de la que hablábamos, acuérdese, ya sucedió...
-Yo no tomo decisiones con base en especulaciones ?corta
en seco?, pero si se llega a presentar una situación, bueno, se
evalúa y se procede. Por el momento, todo va viento en popa. Están
registrados, comprometidos, reservados, 52 líderes, 52 jefes de
Estado, tienen sus habitaciones, sus hoteles y están en el programa.
Fidel Castro no está.
-Pero para usted...
-¡Por supuesto nosotros no hemos tenido ninguna
presión de nadie ni de nada ni en ese tema ni en cualquier otro!
Nuestra comunicación es amplia con Kofi Annan ?secretario general
de la ONU? y diariamente estamos intercambiando opiniones sobre los preparativos.
Nos vamos a reunir antes ?el martes próximo en la ciudad de México?
para ver todos los detalles que se presenten y las cosas pintan muy bien
hasta ahorita.
-Le preocupa algo que pueda afectar la imagen de México...
-No. Queremos que todo salga muy beneficiado, muy fortalecido,
es buena parte de lo que se pretende con esto. Sí, queremos que
la imagen de México crezca a nivel mundial. Es grande su imagen,
pero la queremos más. El poder de convocatoria de México,
de este gobierno, y el manejo de una responsabilidad de este tamaño
por supuesto que cuenta. Esperamos hacer un gran papel. México está
jugando un papel muy dinámico, muy activo en el concierto internacional,
y ya lo hemos definido: queremos ser parte de las decisiones que se van
tomando para el mundo entero.
-La situación en Medio Oriente es terrible... ¿Le
preocupa que pueda empañar el desarrollo de la cumbre?
-No ?ataja?, no. Lo que nos preocupa es la violencia y
el conflicto en cualquier lugar del mundo. Nuestra postura con Israel y
con Palestina es buscar todos los caminos que haya hacia la paz. Nuestra
participación en el Consejo de Seguridad siempre estuvo guiada por
ese espíritu. El de buscar el acuerdo, el diálogo, la paz.
Después parece lamentar: ''Y bueno, no somos un
país con la relevancia y la fuerza para poder resolver cada asunto,
pero estaremos atentos a colaborar a que, ojalá, pronto se encuentren
soluciones de paz ahí, en el Medio Oriente''.
-Y del encuentro con George W. Bush ¿qué
esperaría?
-Avances. Pasos adelante en lo que es un proceso. No esperamos
resoluciones totales, milagrosas, pero sí avances en la relación.
Te repito, es un proceso que comenzó en San Cristóbal ?en
su rancho, en febrero del año pasado? y que se ha venido continuando
en las muchas reuniones que hemos tenido con el presidente Bush y que vamos
a seguir teniendo.
-Al iniciar esta conversación usted se mostró
confiado en que no habrá violencia en Monterrey...
-Repito: el espíritu con el que vamos todos los
países... yo personalmente invité a muchos de los presidentes
y pude percibir su entusiasmo, la buena voluntad con la que vienen a buscar
soluciones, a dialogar, a dar sus propuestas. Entonces en todos los visitantes
que vienen: empresarios, gobernantes, organizaciones no gubernamentales,
encuentro plena disposición a hacer esto altamente positivo...
-¿No ve riesgos?
-¿Que puedan venir algunos grupos por fuera a tratar
de hacerse ver o de frustrar o disminuir el impacto de esta reunión?
?se pregunta?; bueno, si eso sucede ya lo manejaremos sobre la marcha,
pero realmente hasta hoy, hasta el día de hoy, nosotros estamos
muy confiados de que esto será muy bueno para México, para
el mundo, para el financiamiento al desarrollo.
''Hago nuevamente un llamado a todos los mexicanos y las
mexicanas a recibir a los 52 huéspedes muy distinguidos con los
brazos abiertos'', y termina la conversación. Un oficial del Estado
Mayor lo espera ya. Son más de las 20 horas. Debido a lo apretado
de su agenda ?aunque le abre más de media hora a La Jornada-
los temas del consenso de Monterrey se tienen que abordar con rapidez.
Y aunque el tiempo está encima es amable cuando
el reportero José Carlo González le pide que pose junto a
la silla de montar que adorna el despacho presidencial.