FORTALEZA
El cambio en los programas del BID hace 10 años evitó el desastre, asegura
En América Latina hay preocupación y dolor, pero no catástrofe: Iglesias
La región, en uno de los periodos más difíciles en varias décadas, coincidieron los delegados
ANTONIO CASTELLANOS ENVIADO
Fortaleza, Brasil, 13 de marzo. El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, reconoció hoy que el problema de la pobreza que padecen los países de América Latina no ha podido ser resuelto. Hay preocupación y dolor, pero estamos lejos de una catástrofe, afirmó.
Con esta asignatura pendiente se llegará a la Cumbre de Monterrey de las Naciones Unidas sobre Financiación y Desarrollo, expresó, y adelantó que en ese foro se presentarán propuestas concretas sobre educación y salud.
Al clausurar la 43 asamblea de gobernadores de la institución, Iglesias sostuvo que desde hace dos años hay preocupación generalizada por la coyuntura económica regional y mundial, y en América Latina se observa un impacto severo por el desempleo.
Los delegados, dijo, coincidieron en que América Latina está estancada y es urgente que el problema se analice a fondo para no prolongar más las dificultades en que ha caído la mayoría de los países, pero en especial Argentina.
Según el dirigente del BID, el dolor que enfrenta la región latinoamericana no es de muerte. Si desde hace 10 años no se hubiesen adoptado los cambios en los programas del banco, seguramente ahora se estaría frente a una catástrofe. Sin embargo, nos queda la deuda social con grandes desafíos, sostuvo.
Ante los delegados a la reunión, el dirigente hizo un resumen de todas las mesas de trabajo, y luego en conferencia de prensa reiteró que el problema de Argentina fue uno de los temas centrales, pero se concluyó que el contagio no ha sido relevante en el resto de los países o de las economías emergentes.
Manifestó que el desempeño económico de América Latina no ha sido muy bueno. Desde 1997 comenzó una fase de desaceleración, y por el prolongado estancamiento y las difíciles perspectivas para 2002 la región se encuentra en uno de los periodos más difíciles en varias décadas.
Desde hace cinco años, agregó, la región ha sufrido una serie de choques adversos. A partir de la crisis de Asia, los precios de los productos de exportación y los términos de intercambio se han deteriorado de manera significativa.
Iglesias pidió a los delegados analizar la situación interna y no responsabilizar de todo a la desaceleración en Estados Unidos. Es claro que debe afectar, pero sólo momentáneamente, porque en realidad el estancamiento económico obedece a decisiones de política interna, consideró.
En su mensaje puntualizó que la reducción de los flujos y capitales ha afectado prácticamente a toda la región, incluidos países con bases macroeconómicas sólidas y una trayectoria de reformas estructurales profundas, como sucedió en Chile, donde cayeron de un equivalente de 7 por ciento a sólo 1 por ciento en 2001.
Iglesias admitió que las perspectivas de crecimiento para América Latina y el Caribe son mejores que las que se tuvieron el año pasado. Hay amplias posibilidades de recuperación y no se espera que ningún país, con excepción de Argentina, entre en un proceso de recesión.