Largo showcase en el Hard Rock Live
Alanis Morissette volteó de cabeza al Hard Rock Live, la noche del jueves, en un concierto organizado por MTV al que sólo se pudo acceder con invitación.
Morissette ofreció 11 delicadas piezas a los alrededor de 800 fans, en su mayoría jovencitas, que en cada rola creaban un agudo estruendo sonoro.
Salió ataviada de oscuro, con ajustado pantalón negro de piel que dejaba ver su delgada silueta. Su banda, muy potente por cierto, estuvo compuesta por dos guitarristas, un baterista, un tecladista y un bajista, de quien se dice es el afortunado novio de la creadora multidisciplinaria.
All I really want fue la primera rola que sacudió el inmueble de Polanco. Guitarrazos y baquetazos dieron el soporte a la chillona voz de Alanis, que se movió, se agitó y agradeció a los seguidores capitalinos.
Narcissus, 21 things I want in a lover, ambas del reciente disco, y You learn (que invitó a la reflexión de las púberes) secundaron el showcase, que por cierto fue largo en comparación con los que habitualmente se ofrecen en ese lugar.
Flirch, Head over feet y Hands clean mostraron su deseo por agradar como artista. Los gritos no cesaron y la retroalimentación se dio instintiva.
Uninvited (parte de la banda sonora de la película Un ángel enamorado, protagonizada por Nicolas Cage) sonó como una despedida, que fue efímera: Alanis se volvió a colgar su lira para regalar So unsexy y Thank you, para reafirmar su humilde agradecimiento con los que la han colocado donde está: en el Nirvana de las roqueras luchonas.