Se presenta de miércoles a domingo en Coyoacán
El lector por horas, puesta en escena que invita a leer y enseña a escuchar
MARIANA NORANDI
En uno de los rincones más bellos de la ciudad, en el teatro situado en la plaza Santa Catarina de Coyoacán, se exhibe desde hace unos meses una puesta en escena muy especial. Se trata de El lector por horas, una obra para escuchar.
Escrita por el dramaturgo español José Sanchís Sinisterra y dirigida por Ricardo Ramírez Carnero, narra la historia de un escritor frustrado (Fernando Becerril) que es contratado como lector por un empresario (Miguel Flores) para que cada día, de cuatro a siete de la tarde, le lea novelas a su hija ciega (Emma Dib). El lector irrumpe en la cotidianidad de esta familia burguesa por la necesidad de un trabajo, pero poco a poco va rompiendo un ambiente gélido, hermético y sombrío por medio de la lectura de Flaubert, Rulfo o Conrad, transformando radicalmente la vida de los personajes y la relación entre ellos. La palabra en esta obra adquiere una dimensión suprema y la facultad de escuchar es rescatada, como una cualidad en desuso de una sociedad acelerada e indiferente. Los personajes son la excusa de la palabra, la literatura el motor de los sentidos y el espectador es absorbido por la lectura. El escenario es sobrio, los movimientos escénicos son pocos, la iluminación es sólo una unidad de tiempo. Nada distrae, todo está expuesto para conducir la atención por el sonido de la palabra, por la cadencia elocutiva del lector.
Fernando Becerril nos comenta: "después de ver esta obra dan ganas de leer y también uno se da cuenta de lo importante que es escuchar. Mi deseo como actor es que el público aprecie la trascendencia de escuchar y encuentre en la palabra un vehículo de comunicación. Actualmente la palabra se usa muy banalmente, sin ninguna verdad, la gente no se da cuenta de lo que dice. Esta obra me encantó en cuanto la leí porque busca la recuperación de la palabra y su conocimiento".
La protagonista de esta historia exige al lector que arrincone sus sentimientos al leer. No busca un sujeto que lea, sino un órgano lector que establezca una distancia entre la escritura y sus emociones, que desnude la lectura de intenciones subjetivas. Esta demanda del personaje es asumida por el lector de una forma absoluta gracias a la gran actuación de Fernando Becerril. Este actor logra encarnar a un lector distante y a un personaje obediente que, poco a poco, va liberando su fuerza contenida.
El personaje de Emma Dib es antitético al del lector. La rigidez inicial se va humanizando a medida que la palabra penetra en la coraza que la protege. La actriz realiza una actuación muy interesante, pues se aleja de los estereotipos actorales al representar a una persona invidente. Su movimiento escénico es natural y espontáneo, atributos interpretativos que repercuten sobre el personaje dotándolo de autonomía y personalidad.
La obra está llena de metáforas, tanto en la palabra como en el significado de cada personaje, en donde cada quién puede extraer su propia definición. Asimismo, varios pasajes de la trama quedan abiertos a la interpretación del espectador. Miguel Flores explica: "la obra no tiene ni una sola acotación más que al final, donde queda abierto. Es muy interesante que el público cuando vea la obra elabore su propia interpretación".
Este montaje, que será presentado hasta el próximo 23 de marzo, es una buena oportunidad de ver una propuesta teatral diferente, donde nada es lo que parece, por lo que es mejor cerrar los ojos y escuchar.
El lector por horas: de miércoles a viernes a las 19:30, el sábado a las 19 y el domingo a las 18 horas. Teatro Santa Catarina, Jardín de Santa Catarina 10, Coyoacán. Entrada: 80 pesos con descuento a estudiantes y a miembros del INSEN.
