Luis Villanueva se llevó el mítico récord de 17 años como campeón
Adiós Kid
Solo y en la pobreza murió uno de los primeros ídolos del boxeo
Convivió con Cantinflas, María Félix y Agustín Lara
Sus últimos días los pasó en una vecindad de Garibaldi
CARLOS HERNANDEZ 1Ɔ PARTE
En el nombre llevó la fama: Kid Azteca.
Luis Villanueva Páramo -uno de los primeros ídolos del boxeo mexicano- realizó esta madrugada su última pelea y se llevó el mítico récord de permanecer 17 años como campeón nacional y se retiró sin perder el campeonato, gracias, sobre todo, a la magia de su gancho izquierdo, que muchos definieron como perfecto.
En realidad duró 16 años y 5 meses como monarca del país, pero para efectos de la leyenda la cifra se redondea a 17 años. Fue campeón entre 1932 y 1949, y libró épicos combates con los también míticos Joe Conde y Rodolfo Chango Casanova.
Kid Azteca, una de las últimas leyendas del pugilismo nacional, falleció la madrugada de ayer sábado a las 3:45 horas, a la edad de 88 años. Murió a consecuencia de cirrosis hepática, insuficiencia renal, neumonía y peritonitis, tras permanecer hospitalizado desde el sábado anterior.
El Consejo Mundial de Boxeo decretó ayer sábado como día de luto mundial. El CMB le entregaba 200 dólares mensuales como pensión, que el Kid completaba con los cerca de 400 pesos que le daba la Comisión de Box del Distrito Federal. A veces lo invitaban a unas presentaciones, por las que le pagaban unos 300 pesos.
Eso era prácticamente todo lo que tenía, ya que vivió sus últimos años en una vieja vecindad. Ocupaba una habitación de 4 por 4 metros, a unas calles de la arena Coliseo, lugar donde tuvo muchas noches de gloria y que, por cierto, alguna vez destruyeron por un polémico fallo en su contra.
Kid Azteca pasó sus últimos años en una situación económica difícil, aunque jamás tuvo queja y mantuvo erguida la figura. "El destino me da para frijolitos. No tengo cuenta en el banco, no puedo ahorrar. Vivo al día".
Sus hazañas boxísticas lo llevaron al Salón de la Fama del Boxeo Mundial, con sede en Los Angeles, al que ingresó el 7 de noviembre de 1992.
Gran jugador del billar y el dominó, el Kid se codeó con los personajes más famosos de aquel México: Cantinflas, Agustín Lara, María Félix, Resortes, Palillo, Pedro Armendáriz, Arturo de Córdova, Jorge Negrete. También con políticos como el ex presidente Adolfo López Mateos y el ex regente Ernesto Uruchurtu, dos aficionados al boxeo, y de toreros como Silverio Pérez, Lorenzo Garza y Armillita.
Su fama le hizo filmar cuatro películas: Kid Tabaco, El Gran Campeón, Guantes de Oro y En busca de un campeón.
"Me quedé esperando a la mujer y al título mundial. El box me dejó soltero", decía, risueño.
Se quedó esperando, también, que le cumplieran la promesa de instalar su busto junto al Monumento al Boxeador.
Pero su autodefinición reflejaba su forma de ser: "estaba chabacano y ya estoy viejononón. Pero afortunadamente sigo caminando. No me duele nada, no sufro. Sólo sufro porque ya estoy viejo, pero soy feliz de cabo a rabo".
Del barrio de campeones
Como todo buen boxeador, nació en pleno barrio de Tepito, en el número 19 de Jesús Carranza, el 21 de junio de 1913. Y también, como la mayoría de los púgiles, tuvo fama y fortuna, y al final regresó a los orígenes: falleció cerca de su lugar de nacimiento, en Garibaldi, en un modesto departamento de las calles de Honduras y Allende, después de haber comprado y vendido casas en otras colonias.
Don Luis, como se le conocía también, vistió siempre de traje, como una huella del oficio de sastre que adquirió a los 12 años, cuando dejó la escuela primaria De la Paz para empezar a ganar la vida por su cuenta.
En la lucha por la vida diaria, en compañía de un hermano y su mamá Luisa Páramo, se mudó a Nuevo Laredo, mientras que su papá, Carlos Villanueva, se quedó en la capital con el resto de la familia, unos dicen que tuvo 14 hermanos, otros que 16.
Ahí, en la frontera, el adolescente Luis, de 15 años, se topó con su porvenir: "fue una oportunidad del destino. Yo no sabía nada del boxeo. Un día me fui a nadar con un amigo al río Bravo y de repente vimos mucha gente y mi amigo y yo nos acercamos a ver qué pleito pasaba ahí. Se trataba de una función de boxeo y nos acercamos para ver si entrábamos de balde, porque no traíamos lana. Y la cosa fue que faltaba un preliminarista y comenzaron a gritar quién quería pelear y mi amigo decía que yo le entrara y yo le decía que él. Y me animaron y que me subo por primera vez a un ring. Me anunciaron con mi nombre: Luis Villanueva, de México.
"En el transcurso de la pelea me empezaron a gritar: 'šchino, tú le das chino!' (por sus ojos rasgados, de chino). Perdí la peleíta, pero se me quedó el nombre de Kid Chino. Y así seguí peleando, con el nombre de Kid Chino de México, hasta que el promotor Julio Montes, de San Antonio, fue a Laredo a contratarme y él me puso Kid Azteca. Y así seguí peleando. El nombre me gustaba más, tenía más categoría, sonaba más bonito".
Por esa primera pelea le pagaron "unos 3 o 4 pesos" y, por cierto, perdió por decisión.
Sus primeras contiendas fueron en Nuevo Laredo, Saltillo y Monterrey, pero su récord empezó a ser oficial en 1932 y su primer rival registrado fue Carlos García, al que noqueó en el primer round, en Nuevo Laredo.
Luego enfrentó a José Pérez Flores, mejor conocido como Battling Shaw, quien después sería el primer campeón mundial mexicano, en 1933.
Y fue al pelear ante al estadunidense Tommy White, cuando aprendió lo que sería su mejor tarjeta de presentación: el gancho de izquierda. Le pareció un golpe letal y empezó a ensayarlo en el gimnasio, hasta que lo perfeccionó.
"El boxeo no me afectó
mucho la calabaza"
Kid Azteca peleó en los tiempos en que era prácticamente imposible llevar una cuenta exacta de sus combates, ya que se organizaban de un día para otro, ante cualquier rival y en donde fuera. Sus cálculos personales eran de "casi 300 peleas" en una trayectoria de un cuarto de siglo y se retiró "a los 44 años".
Oficialmente sumó 244 peleas, con 200 victorias, 105 por nocaut, 39 derrotas y 4 empates. Su primera contienda fue el 25 de julio de 1930 y la última el 18 de marzo de 1956.
Decía: "tuve casi 300 peleas, pero el boxeo no me afectó mucho la calabaza".
Fue peleador durante las décadas de los 30, 40 y 50, y de esos 25 años sobre los encordados, 17 fueron como campeón nacional welter, hazaña que lo consagró como una auténtica leyenda del boxeo.
El Kid ganó ese cetro el 22 de octubre de 1932, al imponerse por decisión a David Chato Velasco, en el desaparecido Toreo de la Colonia Condesa ante 20 mil aficionados. Tenía 19 años de edad y ganó más de 500 pesos de ese entonces.
Renunció a la corona el 15 de marzo de 1949, cuando tenía 36 años y fue por el miedo de perderlo. "De tanto tenerlo, me encariñé mucho con el título. Pero lo dejé porque ya me estaba haciendo viejo y hubiera sido muy triste que me ganaran".
Y aunque estuvo "dos o tres años" como retador al título mundial de peso welter, nunca le dieron la oportunidad. "Nunca me llegó mi turno", decía de aquellos tiempos del boxeo en que los campeones evadían a sus retadores más difíciles.
Sin embargo, sí pudo enfrentar al campeón mundial de entonces, Fritzie Zivic, quien lo venció en tres ocasiones mediante polémicas decisiones, en duelos realizados dos en San Antonio y uno en Houston. Pero se desquitó después en su tierra: lo tiró cinco veces y lo venció por nocaut en 5 rounds.
Se impuso también en dos ocasiones a otro monarca del mundo de la época, Ceferino García, por lo que se ganó el apodo de Campeón sin corona, título de una de las cuatro películas en las que participó.
De forma sorpresiva se presentaron en la capilla
dos nietos del púgil
El medio boxístico y amigos, en el funeral
Sulaimán regresó de EU para despedir al
ex monarca; su vida fue ejemplar, sostuvo
ANA MONICA RODRIGUEZ
Kid
Azteca, último sobreviviente de la época de oro del boxeo
nacional, cayó en el round más importante de su vida tras
casi una semana de intensa pelea con la muerte. A partir de hoy su destino
final será el Panteón Jardín.
A la agencia funeraria García López fue
llevado el cuerpo del ex monarca nacional welter, que yacía tranquilo
en el féretro color cobre, ataviado ?como siempre lucío?
de traje gris, camisa azul y corbata del mismo color. Atuendo que hasta
en ese último momento fue escogido por su inseparable amigo Carlos
Montes.
Entre boxeadores, mánagers y vecinos de la calle
de Honduras, el legendario peleador fue visitado por José Sulaimán,
presidente del Consejo Mundial de Boxeo, que hizo guardia a un lado del
ferétro, custodiado en los otros tres costados por Montes, el doctor
Horacio Ramírez Mercado y Eduardo Lamazón.
"Kid Azteca nunca perdió la línea.
Muchos peleadores al terminar su carrera no saben qué hacer en la
vida y él sí supo. Fue un representante del boxeo, un caballero,
una persona decente, limpia y siempre cerca de todos. Después se
convirtió en un icono, en una leyenda de su propio tiempo", comentó
Sulaimán, quien tuvo que regresar de sus exámenes médicos
de Los Angeles para estar presente en el funeral.
El titular del CMB, quien se hizo cargo de los gastos
del funeral, reconoció públicamente el compañerismo
de Montes de Oca "porque un ser humano que cuenta con un amigo como él
está salvado. Carlitos nunca lo dejó y me parece que en él
seguirá viviendo Kid Azteca".
Aunque era pública la vida de Villanueva y se
sabía que vivía sólo en su humilde departamento del
Centro Histórico, su historia cambió al aparecer en la agencia
funeraria dos nietos, Víctor y Jorge Luis, quienes comentaban que
su padre ?hijo del Kid Azteca? vive en Celaya. Además, sostuvieron
que existe una esposa del ex boxeador que no podía estar presente
debido a problemas de salud.
-¿Por qué nunca se supo que tenía
nietos?
-Porque eso es parte de una leyenda, aseveró Víctor
Villanueva.
Previamente había ido a despedir al Kid el
ex campeón gallo Raúl Ratón Macías,
quien se retiró de inmediato porque está recién operado
de la próstata. Entre los dolientes destacaba Mauricio Sulaimán,
visiblemente acongojado.
También llamaron la atención los arreglos
florales depositados por los políticos priístas Roberto Madrazo
y Carlos Padilla Becerra.
El cuerpo de Luis Villanueva Páramo permanecerá
en el velatorio ocho hasta el mediodía de este domingo, para luego
ser sepultado en el Panteón Jardín.