En pantallas gigantes habrá escenas de cintas y videos
Luz y sonido de Waters para 40 mil almas
ARTURO CRUZ BARCENAS
Hoy, por lo menos 40 mil personas escucharán a Roger Waters, el talento de Pink Floyd, quien acompañado por un grupo de virtuosos en sus instrumentos ofrecerá un concierto audiovisual, teatral, en el Foro Sol del Distrito Federal. Ayer, un equipo de producción de 120 personas ultimaba detalles, que dejará al punto un sonido cuadrafónico. Aun a distancia se podrá apreciar el estilo del músico inglés.
No habrá inflables, como en la presentación de Pink Floyd, con David Gilmour al frente, pero sí muchas luces y en tres pantallas gigantes -dos de ellas de 10 por 7 metros- se proyectarán escenas de películas y de algunos videos de las canciones famosas que se han oído incluso en el Coliseo romano.
Con cuatro proyectores se dará un efecto especial a la presentación de In the flesh, y Waters recordará algo de su Ummaguma y del The wall y Dark side of the moon.
Son, en total, 224 bocinas. Personal de Waters trae su propio control de luces y trabajadores mexicanos instalaron 60 robóticas, de las más grandes del mercado. Se usarán siete plantas de energía: tres de 2 mil 100, dos de mil 200 y tres de 800 amperes.
No habrá helicópteros, como en un festival de Caracas, aclararon los de Ocesa, empresa que organiza el concierto. Informaron que Roger no ha puesto condiciones de divo. "Nada fuera de lo normal... cenas muy normales. En el caso de Waters se trata más de lo musical, con un apoyo de video increíble. Esta vez el equipo de sonido lo hemos traído de Estados Unidos. Son como 20 personas", expuso la directora de producción, Lourdes Skipsey.
Aclaró que habrá un intermedio en el concierto, para que la gente no se vaya por equivocación.
Acompañarán a Waters Andy Fairweather-Low, Chester Kamen y Snowy White, en las guitarras; Graham Broad en la bataría y Norbert Stachel en el saxofón.
En el recorrido de ayer para observar los avances en la instalación de las luces y el sonido se probaron varias bocinas. Fue estremecedor, emocionante. Sólo fue una probadita del sonido cuadrafónico.
Aún hay unos cuantos boletos, cuyo precio oscila de 180 a 1,500 pesos. Serán más de 20 canciones en más de dos horas de uno de los sonidos más propositivos de la historia del rock.