El dueto español presentará mañana
su disco en el Metropólitan
Nuestra música, jamonuda y desmadrosa: Estopa
ARTURO CRUZ BARCENAS
Para
evitar las respuestas comprometedoras, el dueto español Estopa esgrime
una palabra tramposa: destrangis, cuyo significado es disimular,
hacer las cosas a escondidas o poner actitud de "no entiendo". Algo así
como el Yo no fui que revivió Pedro Fernández, tema
mustio. Tal es el título de su nuevo disco, el cual presentará
mañana en el teatro Metropólitan de la ciudad de México,
más un poco de su primera producción.
Ayer, en el restaurante El Museo del Jamón, ofrecieron
una conferencia de prensa muy a su estilo: echando relajo, donde reiteraron
que no les interesa trascender. Es más, les vale. Su música
es jamonuda y desmadrosa, lo aceptan cuando se les pide que describan su
sonido.
A la entrada del negocio, un cerdo semental y dos de sus
hijos estaban como acostumbran: durmiendo, amontonándose uno con
el otro. El puerco da la característica de su nuevo cidí,
del concepto, de la idea estética. "Nos identifica", afirmaron,
mientras se comían unas tapas (carnes frías y papa) y engullían
y hablaban con la boca llena. Les vale también.
Antes de su súbita fama eran obreros que gustaban
de tocar para ellos y sus amigos, y "ahora trabajamos en otra fábrica,
la de los discos", expusieron. No les interesa eso de lo que va a pasar
con su obra cuando pasen los años, al igual que a sus paisanos,
los de La Oreja de Van Gogh, quienes a lo más que aspiran es que
al pasar de los años alguien recuerde con agrado una melodía
y diga, simplemente, "ésa era de la Oreja".
Son considerados una sensación y han vendido millones
de copias. ¿Y? Pues que expliquen a qué atribuyen su logro.
No les interesa; tan sólo se divierten y echan relajo. Y aseguran
que harán bailar a todos con La raja de tu falda, cachonda
y provocativa; con Tu calorro, Como camarón y Me
falta aliento, y las nuevas Partiendo la pana y Vino tinto.
Quizá tienen éxito porque éste les
tiene sin cuidado. A sus trabajos musicales ellos ?José y David?
les llaman engendros. Han hecho dos. Se puede decir que son auténticos,
que eso del show-bussines sólo lo consideran por el beneficio
económico.
A los otros músicos de España no los consideran
sus compañeros, pues tales son "los que ponen las lunes, el sonido",
los que le entran a la chamba. Señalan como un honor que se les
compare con Gipsy King, aunque "no tenemos mucho que ver con la letra,
pero sí con la rumba, un poco". No saben hacia dónde va su
música ni les importa. Son los obreros del rock que se presentan
mañana en el Metropólitan. Lo que más les gusta es
andar de bar en bar. Muchas de sus canciones se inspiran, si cabe, en los
diálogos que escuchan furtivamente cuando se van de farra en España.
Con esa idea despreocupada, sin más intención que hacer pasar
un rato a sus seguidores, prometen que le echarán ganas. "No queremos
andar con tapujos ni dándole vueltas a las cosas, aunque las palabras
están hechas para jugar con ellas".
El concierto será eléctrico y acústico,
expusieron.