MONTERREY 2002
La globalización ha tenido un gran costo social para los países pobres: De la Fuente
Necesario, destinar más recursos a la ciencia
Dar trato igual a desiguales, uno de los aspectos más lesivos, dice el rector de la UNAM
GEORGINA SALDIERNA ENVIADA
Monterrey, NL, 19 de marzo. En el contexto de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, dijo aquí que las políticas derivadas de la globalización han tenido un costo social muy alto para las naciones en desarrollo, y que uno de sus aspectos más lesivos es tratar por igual a quienes son desiguales, hecho que ha derivado en privilegiar a quienes ya son privilegiados.
Agregó que es necesario enmendar el camino, reconocer que las naciones no son iguales y que no todo se debe subordinar a los mercados, los cuales "no son sensibles ni solidarios con los países".
Por otra parte, criticó que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) haya reducido el presupuesto de apoyo a los proyectos de investigación, y advirtió que con ese tipo de medidas se está dando un "frenón en un proceso que no puede estar sujeto a ese tipo de inestabilidades y falta de continuidad".
Es importante, agregó, que esto se corrija y que haya congruencia con el discurso oficial. Si queremos avanzar en la ciencia, se requiere que la voluntad política se exprese en presupuesto, si no, sólo es retórica. Entiendo que la situación económica del país es difícil, y si hay voluntad de apoyar a la ciencia se deben tomar las decisiones del caso, subrayó.
Al participar en el foro paralelo de educación, que se realiza en la Universidad Autónoma de Nuevo León, De la Fuente presentó un panorama del estado que guarda la investigación científica en el país. Dijo que el número de investigadores en la última década pasó de 6 mil a 8 mil. Esto significa que hay 0.5 investigadores por cada mil personas que conforman la población económicamente activa (PEA), lo que coloca a México por debajo de países con un desarrollo similar, como Costa Rica y Brasil.
Agregó que en el ámbito mundial la producción de los científicos mexicanos representa 0.64 por ciento de la ciencia, al haber logrado incrementar sus publicaciones de 2 mil 300 a 4 mil 500. En contraste con esa cantidad, sus trabajos son de buena manufactura y por eso son citados continuamente. Así, México se sitúa en 2.1 por ciento en ese indicador.
Señaló que la alta calidad de los trabajos mexicanos es uno de los argumentos que se plantean para demandar a las autoridades mayor presupuesto. "Los investigadores son buenos y si se les dieran más recursos harían las cosas mejor", puntualizó, y pidió a los funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que no se equivoquen en este aspecto.
Manifestó que los recursos destinados a ciencia y tecnología han crecido de manera muy lenta, y advirtió que si se sigue en ese camino "no vamos a llegar muy lejos". Mientras la Unión Europea decidió asignar 3 por ciento de su producto interno bruto a este sector, México canaliza el 0.38 por ciento, con lo que se ubica en el penúltimo lugar entre los países de la OCDE.
Después "tronó" contra el Conacyt porque el presupuesto para apoyar proyectos de investigación disminuyó de 2000 a 2001 de 766 millones a 633 millones de pesos. Como consecuencia también se redujo el número de investigaciones financiadas, lo cual es "muy grave", pues se está dando "marcha atrás en un proceso que no puede estar sujeto a este tipo de inestabilidades".
Juan Ramón de la Fuente criticó que se quiera "jugar en las grandes ligas" pero sin destinar los apoyos que requieren los investigadores.
Dijo que tratar como iguales a desiguales lleva a privilegiar a los más privilegiados y constituye un aspecto de los más vulnerables en que han incurrido las políticas derivadas de la globalización. "No puede aplicarse este enfoque a rajatabla" porque las "asimetrías son brutales", sostuvo, y ejemplificó con información del Banco Mundial: en los países ricos, donde se concentra 15 por ciento de la población, 80 por ciento de ésta tiene acceso a Internet, mientras en países pobres, donde existe 85 por ciento de la población mundial, sólo 12 por ciento puede acceder a la red.
Además, sostuvo, mientras que la IBM registra 2 mil 659 patentes al año, un total de 134 países llegan a registrar 2 mil 653, esto es, menos que una sola empresa.
En sus conclusiones refirió que la ciencia no garantiza el desarrollo, de igual manera que la riqueza no garantiza el bienestar. Pero hay que aceptar que el conocimiento tiene valor económico y es el principal ingrediente del capital.
Por último, dijo que el costo social de la globalización ha sido muy alto y consideró necesario enmendar el camino. Insistió en que es necesario reconocer que no somos iguales y que no podemos subordinar todo a los mercados. Si se acepta que no hay igualdad entre las naciones, consideró que buena parte de la ayuda que se espera apruebe la cumbre se canalizará a programas sociales y uno de ellos es la investigación científica.