Reconoce errores en los programas de combate a la pobreza en el mundo
Sector privado y gobiernos efectivos, lo más eficaz para el desarrollo, considera el Banco Mundial
No existe un camino único para mejorar la condición de la mitad del planeta, dice
VICTOR CARDOSO
Tras de reconocer errores y éxitos en los programas de combate a la pobreza en el mundo, el Banco Mundial (BM) afirmó que no será con economías centralmente planificadas ni con el enfoque de libre mercado con gobierno reducido como se logrará mejorar las condiciones de casi la mitad de los habitantes del planeta con ingresos menores de dos dólares al día.
"Los enfoques más efectivos hacia el desarrollo serán dirigidos por el sector privado, pero con gobiernos efectivos que proporcionen el marco de gobernabilidad, la entrega o provisión de infraestructura física, las inversiones en capital humano y la cohesión social necesaria para lograr crecimiento y reducción de la pobreza", estableció el instituto mundial en su reciente estudio Función y efectividad de la asistencia para el desarrollo: lecciones a partir de la experiencia del Banco Mundial, donde al mismo tiempo reconoce que "no existe un camino único".
En el documento, cuya divulgación coincide con la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo en Monterrey, Nuevo León, el Banco Mundial se manifestó por "la creación de un clima para la inversión que sustente el crecimiento" apoyado por estabilidad macroeconómica, apertura comercial; gobernabilidad e instituciones (incluido un buen sistema de educación, un efectivo sistema legal y judicial, una burocracia profesional, un sector financiero sólido y bien regulado y una competencia vigorosa) e infraestructura adecuada.
El análisis reconoce que la asistencia para el desarrollo durante 2001 fue 20 por ciento menor a la de 1990, a pesar de que en la última década muchos países ricos tuvieron un "crecimiento notable".
Así, pese a la expansión económica de los últimos 10 años, el progreso no ha sido uniforme, ya que algunas regiones y ciertos países han crecido lentamente o se han deteriorado. Con mayor claridad se observa ese deterioro en la región de Africa, al sur del Sáhara, donde no se registró aumento alguno en el ingreso per cápita entre 1995 y 1999.
Para sustentar su propuesta de dejar a la iniciativa privada los "enfoques del desarrollo", el Banco Mundial hace un recuento de los últimos 50 años donde, afirma, se han observado éxitos pero también fracasos en la ayuda para el desarrollo.
Recuerda que durante la guerra fría, con demasiada frecuencia, la distribución de la ayuda se efectuaba con objetivos geopolíticos en mente, en lugar de pensar realmente en reducir la pobreza. "Debido a una diversidad de motivos, no nos sorprende que parte de esta ayuda no haya tenido el efecto directo de estimular el crecimiento y reducir la pobreza. Inicialmente los donantes ponían demasiado énfasis en la función de lo que por lo general, eran proyectos aislados, descuidando la calidad del entorno global del país en el crecimiento."
Con demasiada frecuencia, reconoce, las prescripciones para las reformas sugeridas para acceder a la ayuda "eran sólo fórmulas, ignorando la necesidad central de la especificidad de un país en el diseño, secuencia e implementación de las reformas".
Ahora, continúa el estudio del Banco Mundial, se acepta ampliamente que los esfuerzos por reducir la pobreza deberían abordarla en todas sus dimensiones, no sólo la falta de ingresos, sino también la falta de salud y educación, la vulnerabilidad a los impactos y la falta de control sobre la vida que sufren los más pobres.
Asimismo considera, con base en la experiencia y el análisis, que los países reducen la pobreza con mayor rapidez cuando definen "dos pilares del desarrollo": crear un buen clima para la inversión, un clima que incentive a las empresas y los agricultores, grandes y pequeños, a invertir, dar empleo y aumentar la productividad, e invertir en los pobres, dándoles acceso a salud, educación, protección social y mecanismos para participar en las decisiones que dan forma a sus vidas.